viernes, 22 noviembre 2024.
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Afrontando la amenaza del MOKO en las plantaciones bananeras de Ecuador

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La reciente propagación del MOKO, una enfermedad devastadora para los cultivos de Banano y plátano, ha suscitado una seria preocupación entre los productores ecuatorianos.

Originariamente identificada en plantaciones de plátano en el Oriente ecuatoriano en1978, esta bacteria encontró otro hospedero ideal en las plantaciones de banano, desencadenando pérdidas significativas y desafíos sin precedentes para el sector agrícola del país.

El MOKO no discrimina entre grandes extensiones y pequeñas fincas, ni entre métodos de producción tecnificados o tradicionales. Su presencia en áreas clave como La Concordia, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y El Oro evidencia su rápida expansión y capacidad destructiva. Ejemplos dolorosos como las fincas en Patricia Pilar y La Maná, donde se han perdido enormes extensiones de cultivo, subrayan la gravedad del problema que enfrentamos.

Ante esta crisis, la comunidad científica y agrícola ha respondido con innovación y determinación. Investigaciones recientes han destacado el potencial del extracto vegetal conocido como ADMF.  Este bio estimulante ha mostrado efectividad en mitigar no solo la bacteria Erwinia spp., responsable de la pudrición acuosa, sino también virus como el BSV y el CMB, así como la bacteria Ralstonia solanacearum, agente del MOKO.

Los estudios del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) respaldan su aplicación efectiva desde la siembra hasta el manejo preventivo en plantaciones ya establecidas.

El ADMF, certificado para mercados exigentes como Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, es una herramienta vital para los agricultores afectados. Sus propiedades bio estimulantes no solo promueven el crecimiento vigoroso de las plantas y fortalecen las defensas naturales, sino que también contribuye a mitigar el estrés conocido como “arrepollamiento” y mejorar la resistencia a patógenos. La combinación estratégica con organismos benéficos como Trichoderma spp., Bauveria bassiana, y otros prebióticos potencia aún más su efectividad en el control del MOKO.

Es esencial que las autoridades agrícolas y los productores actúen con prontitud y coordinación para implementar soluciones innovadoras. La aplicación conjunta de prácticas bio seguras y el uso de tecnologías avanzadas marcan un camino esperanzador en la lucha contra esta epidemia vegetal. Además, es crucial la educación continua y el apoyo a los agricultores para adoptar estas prácticas de manera efectiva y sostenible.

En conclusión, enfrentamos un desafío formidable en la protección de uno de los pilares económicos de Ecuador. Con el compromiso de la comunidad científica, la adaptación de tecnologías avanzadas y la colaboración entre sectores, podemos mitigar los impactos del MOKO y asegurar un futuro próspero para nuestras plantaciones de banano y plátano. Es tiempo de acción decidida y solidaridad en defensa de nuestra agricultura.

Juntos, podemos proteger nuestras plantaciones y asegurar la sostenibilidad de nuestro sector bananero.

                                                                   Ing. Agr. Victor Hugo Quimi Arce Ph.D.

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La reciente propagación del MOKO, una enfermedad devastadora para los cultivos de Banano y plátano, ha suscitado una seria preocupación entre los productores ecuatorianos. Originariamente identificada en plantaciones de plátano en el Oriente ecuatoriano en1978, esta bacteria encontró otro hospedero ideal en las plantaciones de banano, desencadenando pérdidas significativas y desafíos sin precedentes para el sector agrícola del país. El MOKO no discrimina entre grandes extensiones y pequeñas fincas, ni entre métodos de producción tecnificados o tradicionales. Su presencia en áreas clave como La Concordia, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y El Oro evidencia su rápida expansión y capacidad destructiva. Ejemplos dolorosos como las fincas en Patricia Pilar y La Maná, donde se han perdido enormes extensiones de cultivo, subrayan la gravedad del problema que enfrentamos. Ante esta crisis, la comunidad científica y agrícola ha respondido con innovación y determinación. Investigaciones recientes han destacado el potencial del extracto vegetal conocido como ADMF.  Este bio estimulante ha mostrado efectividad en mitigar no solo la bacteria Erwinia spp., responsable de la pudrición acuosa, sino también virus como el BSV y el CMB, así como la bacteria Ralstonia solanacearum, agente del MOKO. Los estudios del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) respaldan su aplicación efectiva desde la siembra hasta el manejo preventivo en plantaciones ya establecidas. El ADMF, certificado para mercados exigentes como Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, es una herramienta vital para los agricultores afectados. Sus propiedades bio estimulantes no solo promueven el crecimiento vigoroso de las plantas y fortalecen las defensas naturales, sino que también contribuye a mitigar el estrés conocido como “arrepollamiento” y mejorar la resistencia a patógenos. La combinación estratégica con organismos benéficos como Trichoderma spp., Bauveria bassiana, y otros prebióticos potencia aún más su efectividad en el control del MOKO. Es esencial que las autoridades agrícolas y los productores actúen con prontitud y coordinación para implementar soluciones innovadoras. La aplicación conjunta de prácticas bio seguras y el uso de tecnologías avanzadas marcan un camino esperanzador en la lucha contra esta epidemia vegetal. Además, es crucial la educación continua y el apoyo a los agricultores para adoptar estas prácticas de manera efectiva y sostenible. En conclusión, enfrentamos un desafío formidable en la protección de uno de los pilares económicos de Ecuador. Con el compromiso de la comunidad científica, la adaptación de tecnologías avanzadas y la colaboración entre sectores, podemos mitigar los impactos del MOKO y asegurar un futuro próspero para nuestras plantaciones de banano y plátano. Es tiempo de acción decidida y solidaridad en defensa de nuestra agricultura. Juntos, podemos proteger nuestras plantaciones y asegurar la sostenibilidad de nuestro sector bananero.                                                                    Ing. Agr. Victor Hugo Quimi Arce Ph.D.