martes, 22 octubre 2024.
- Premium -spot_img
- Gold -spot_img

COLOMBIA: Productores indican que son Autosuficiente en Arroz y No Necesita IMPORTACIONES.

- Destacado 1 -spot_img

Colombia se encuentra en una posición favorable en cuanto a la producción de arroz y no necesita recurrir a importaciones para satisfacer su demanda interna, según Roberto Botero, representante de Dignidad Arrocera ante el Consejo Nacional del Arroz. Esta afirmación surge en medio de un análisis detallado sobre el estado actual del sector arrocero de su país a Diario EL PRODUCTOR.

En julio, la encuesta sobre las áreas de siembra en los Llanos Orientales mostró un aumento significativo, con alrededor de 303 mil hectáreas sembradas, lo que representa unas 30 mil hectáreas más que en el primer semestre del año anterior. Además, el 12 de agosto, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y la Federación Nacional de Arroceros publicaron las cifras oficiales a nivel país. Las áreas sembradas alcanzaron aproximadamente 453 mil hectáreas, un incremento notable en comparación con las 413 mil hectáreas del año anterior, indicó Botero.

Explicó  que la cosecha principal del país se desarrolla entre julio y septiembre, cubriendo aproximadamente el 86% del área sembrada, mientras que el 14% restante se cosechará en los meses posteriores, hasta octubre e incluso noviembre. A pesar de un desempeño deficiente en la producción durante el primer semestre de 2024, con rendimientos bajos en la mayoría de las regiones arroceras, el país muestra señales de estabilidad en el suministro, dijo.

Botero acentuó que, la producción de arroz en el primer semestre fue inferior a los promedios históricos y los inventarios iniciales de arroz paddy seco solo alcanzaron a junio 30 del presente año, 278 mil toneladas de arroz cáscara que sirven para abastecer el mercado interno  solo durante 27 días, cuando el país debe mantener reservas del orden de 45 días. Menciona que la Encuesta Calidad de Vida, realizada por el Dane, reporta un incremento en 3 kg del consumo per cápita entre los años 2021 a 2023, al pasar de 43 a 46 kg. Considera que la producción nacional está alineada con la demanda, destacando que ésta, junto con las áreas potenciales de cultivo, permite a Colombia mantenerse autosuficiente y en algún momento producir para exportar. Botero subrayó que el país no requiere importar arroz, a pesar de las importaciones proyectadas de 247 mil toneladas de arroz blanco provenientes de Ecuador y Estados Unidos este año.

Acotó que en cuanto al mercado, el precio del arroz ha ido a la baja. En la zona central del país, el precio de una carga de 125 kilos se sitúa en 205 mil pesos, mientras que en los Llanos Orientales es de alcanza 189 mil pesos, dependiendo de la región. La caída reciente en los precios, que comenzó en julio, ha generado preocupación entre los productores, quienes han experimentado pérdidas en el valor de sus cosechas.

Destacó que la planificación de áreas de siembra o el plan de ordenamiento de la producción, propuesto por el Ministerio de Agricultura, busca evitar una sobre producción que podría deprimir aún más los precios. Botero advirtió que la planificación debe ser cuidadosamente regulada para evitar una producción baja que desestabiliza el mercado y en consecuencia nos veamos obligados a exportar.

A pesar de la capacidad de almacenamiento adecuada para la producción nacional, la acumulación estacional durante los meses de cosecha puede causar inconvenientes temporales para las industrias molineras. Botero también destacó la necesidad de controlar el contrabando de arroz, que podría afectar el mercado y la producción nacional.

En relación con los tratados de libre comercio y la Comunidad Andina (CAN), Botero señaló que Colombia ha pedido una revisión de los acuerdos para asegurar condiciones más favorables para la exportación de arroz colombiano. Sin embargo, los tratados actuales favorecen principalmente las importaciones en lugar de las exportaciones, limitando el acceso de los productos colombianos a mercados externos.

Al preguntársele cómo afectaría el cambio de moneda el comercio entre los dos países indico que sin duda, el valor del dólar impacta significativamente en la importación de arroz. Cuando el dólar se encuentra en niveles altos, como los actuales, por encima de los 4,000 pesos colombianos, importar arroz se vuelve más complicado y costoso. En contraste, cuando la tasa de cambio es más baja, es decir, se necesitan menos pesos colombianos para comprar un dólar, resulta más favorable para quienes importan arroz bajo los convenios de la Comunidad Andina.

Finalmente considera que ante la posición de la industria nacional arrocera de no participar en el instrumento de política publica conocido como incentivo al almacenamiento, pide en nombre de los productores que este mecanismo se ponga al servicio de los productores inmediatamente, antes de que la cosecha se acabe y de esta manera blindar el precio el productor, evitar que siga cayendo y por el contrario lograr su recuperación.

 

- Destacado 2 -spot_img
- Silver 1 -spot_img

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Silver 2 -spot_img

Últimas Noticias

Colombia se encuentra en una posición favorable en cuanto a la producción de arroz y no necesita recurrir a importaciones para satisfacer su demanda interna, según Roberto Botero, representante de Dignidad Arrocera ante el Consejo Nacional del Arroz. Esta afirmación surge en medio de un análisis detallado sobre el estado actual del sector arrocero de su país a Diario EL PRODUCTOR. En julio, la encuesta sobre las áreas de siembra en los Llanos Orientales mostró un aumento significativo, con alrededor de 303 mil hectáreas sembradas, lo que representa unas 30 mil hectáreas más que en el primer semestre del año anterior. Además, el 12 de agosto, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y la Federación Nacional de Arroceros publicaron las cifras oficiales a nivel país. Las áreas sembradas alcanzaron aproximadamente 453 mil hectáreas, un incremento notable en comparación con las 413 mil hectáreas del año anterior, indicó Botero. Explicó  que la cosecha principal del país se desarrolla entre julio y septiembre, cubriendo aproximadamente el 86% del área sembrada, mientras que el 14% restante se cosechará en los meses posteriores, hasta octubre e incluso noviembre. A pesar de un desempeño deficiente en la producción durante el primer semestre de 2024, con rendimientos bajos en la mayoría de las regiones arroceras, el país muestra señales de estabilidad en el suministro, dijo. Botero acentuó que, la producción de arroz en el primer semestre fue inferior a los promedios históricos y los inventarios iniciales de arroz paddy seco solo alcanzaron a junio 30 del presente año, 278 mil toneladas de arroz cáscara que sirven para abastecer el mercado interno  solo durante 27 días, cuando el país debe mantener reservas del orden de 45 días. Menciona que la Encuesta Calidad de Vida, realizada por el Dane, reporta un incremento en 3 kg del consumo per cápita entre los años 2021 a 2023, al pasar de 43 a 46 kg. Considera que la producción nacional está alineada con la demanda, destacando que ésta, junto con las áreas potenciales de cultivo, permite a Colombia mantenerse autosuficiente y en algún momento producir para exportar. Botero subrayó que el país no requiere importar arroz, a pesar de las importaciones proyectadas de 247 mil toneladas de arroz blanco provenientes de Ecuador y Estados Unidos este año. Acotó que en cuanto al mercado, el precio del arroz ha ido a la baja. En la zona central del país, el precio de una carga de 125 kilos se sitúa en 205 mil pesos, mientras que en los Llanos Orientales es de alcanza 189 mil pesos, dependiendo de la región. La caída reciente en los precios, que comenzó en julio, ha generado preocupación entre los productores, quienes han experimentado pérdidas en el valor de sus cosechas. Destacó que la planificación de áreas de siembra o el plan de ordenamiento de la producción, propuesto por el Ministerio de Agricultura, busca evitar una sobre producción que podría deprimir aún más los precios. Botero advirtió que la planificación debe ser cuidadosamente regulada para evitar una producción baja que desestabiliza el mercado y en consecuencia nos veamos obligados a exportar. A pesar de la capacidad de almacenamiento adecuada para la producción nacional, la acumulación estacional durante los meses de cosecha puede causar inconvenientes temporales para las industrias molineras. Botero también destacó la necesidad de controlar el contrabando de arroz, que podría afectar el mercado y la producción nacional. En relación con los tratados de libre comercio y la Comunidad Andina (CAN), Botero señaló que Colombia ha pedido una revisión de los acuerdos para asegurar condiciones más favorables para la exportación de arroz colombiano. Sin embargo, los tratados actuales favorecen principalmente las importaciones en lugar de las exportaciones, limitando el acceso de los productos colombianos a mercados externos. Al preguntársele cómo afectaría el cambio de moneda el comercio entre los dos países indico que sin duda, el valor del dólar impacta significativamente en la importación de arroz. Cuando el dólar se encuentra en niveles altos, como los actuales, por encima de los 4,000 pesos colombianos, importar arroz se vuelve más complicado y costoso. En contraste, cuando la tasa de cambio es más baja, es decir, se necesitan menos pesos colombianos para comprar un dólar, resulta más favorable para quienes importan arroz bajo los convenios de la Comunidad Andina. Finalmente considera que ante la posición de la industria nacional arrocera de no participar en el instrumento de política publica conocido como incentivo al almacenamiento, pide en nombre de los productores que este mecanismo se ponga al servicio de los productores inmediatamente, antes de que la cosecha se acabe y de esta manera blindar el precio el productor, evitar que siga cayendo y por el contrario lograr su recuperación.