El hecho de tener 17 binomios presidenciales no es algo bueno; solo muestra que no hay un enfoque claro en los problemas del país y sus posibles soluciones. Esto genera confusión, fragmenta el poder político y económico y permite el oportunismo.En lugar de buscar el bien común, muchos solo piensan en sus propios intereses.
Algo similar ocurre con el campo. Ecuador es un país agrícola por naturaleza, pero hemos dejado que este sector se deteriore. Hace años perdimos líderes que hablaban con firmeza sobre el agro y que buscaban soluciones reales para el campo y la ciudad.
Ecuador necesita un líder con valores, visión y compromiso, que se preocupe por el campo y su desarrollo. En las elecciones de 2025, es fundamental elegir a alguien que tenga un plan claro para mejorar la agricultura y el futuro del país.
Más candidatos no significa mejor liderazgo; lo que necesitamos es unidad y propuestas serias. El Ecuador esta desorientado. Sin un proyecto claro de desarrollo, el agro ha perdido su identidad, y su gente ya no siente ese orgullo y responsabilidad de cuidar la tierra. Muchos se han mudado a la ciudad, olvidando sus raíces. Antes, el campo era el centro del debate político y social, donde se discutían los grandes temas del país con pasión y conocimiento. Hoy, eso se ha perdido.
En lugar de involucrarse en los problemas, muchas personas prefieren hablar desde la
comodidad de sus teléfonos y redes sociales. Sin embargo, estas herramientas, mal utilizadas, solo difunden noticias falsas que distorsionan la realidad y nos alejan de las soluciones que necesitamos.
Además, la inseguridad y la violencia son problemas cada vez más grandes en nuestro país, y aunque la gente se asusta, pocos hacen algo al respecto. No hay una planificación clara para las zonas productivas, y pareciera que Ecuador está a la deriva.
Es el momento de exigir que nuestros nuevos gobernantes tengan una visión planificada para el desarrollo agropecuario de nuestro país. El objetivo es que comprendan que más no siempre significa mejor, y que el país necesita unidad y propuestas serias para resolver problemas grandes, no más competencia sin propósito.
Me atrevería a formular las siguientes preguntas:
1. Como lograr que el campo sea rentable, esto permitiría la sustentabilidad en el
tiempo y un relevo generacional importante.
2. Como conseguir formalización que permita una adecuada competencia leal.
3. Como incrementar el consumo de proteína animal que elimine la desnutrición en la
población.
Se habla de apertura comercial al mundo, como hacer eso si no existe trazabilidad en el agro.
Esperamos respuestas y acciones concretas
Francisco Chiriboga, presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona