En una reciente entrevista, con este medio, Fernando Crespo, vicepresidente de Aprocafa, compartió su visión sobre el estado actual y el futuro de la industria cacaotera en Ecuador. Durante el evento de inauguración de la Cumbre del Cacao, realizada la semana anterior en Guayaquil, Crespo destacó los desafíos y oportunidades que enfrenta el sector cacaotero en el contexto global.
Crespo comentó que la situación actual representa una oportunidad para Ecuador, a pesar de las recientes regulaciones impuestas por la Unión Europea para asegurar la sostenibilidad en la producción de cacao. Según él, las nuevas leyes, aunque estrictas, no deberían representar un obstáculo significativo para el país, porque Ecuador no deforesta, esto es un paso interesante pero lo importante es que se apliquen las leyes para todos los países, dijo.
“Ecuador no tiene los mismos problemas que África, donde el cacao enfrenta graves desafíos debido a la sequía, problemas políticos, enfermedades y ahora la minería”, explicó Crespo. La extracción de recursos como petróleo y oro en África está afectando negativamente a la producción de cacao al provocar contaminación del suelo y aumento del trabajo infantil.
El vicepresidente de Aprocafa prevé que los precios del cacao se mantendrán altos debido a estos problemas globales, con una posible fluctuación entre $4,500 y $7,000 por tonelada. Esto representa una mejora significativa para los productores ecuatorianos, que están motivados a optimizar sus cultivos mediante técnicas de riego y fertilización.
Crespo también abordó el tema del CCN-51, una variedad de cacao que ha sido objeto de controversia. A pesar de las críticas de algunos detractores que incluso propusieron la eliminación de las plantaciones de esta variedad, el CCN-51 ha sido reconocido a nivel mundial por su calidad. Aprocafa, en colaboración con el INIAP, ha estado trabajando en mejorar la fermentación y el procesamiento de este cacao para resaltar sus características únicas.
En términos de producción, Crespo destacó que el CCN-51 ha ganado terreno en Ecuador, superando el 10% de las plantaciones nacionales. A pesar de la falta de un censo actualizado, se estima que el país tiene alrededor de 630,000 hectáreas de cacao, y el CCN-51 está representando una parte significativa de esta área, anotando la necesidad de hacer un censo para conocer la realidad del país.
Mirando hacia el futuro, Crespo es optimista. “Ecuador ha avanzado de un octavo a un tercer lugar en producción mundial de cacao, y podríamos estar en el segundo lugar en poco tiempo. A pesar de los desafíos globales, el cacao ecuatoriano sigue siendo robusto y adaptable”, afirmó. El sector está bien posicionado para aprovechar el creciente interés global en el cacao de alta calidad.
Finalmente, Crespo subrayó la importancia de continuar con la investigación y el desarrollo de nuevas variedades de cacao para asegurar la sostenibilidad y competitividad del sector. “Estamos trabajando en nuevos clones que incorporan la sangre del CCN-51 para mantener la calidad y adaptabilidad del cacao ecuatoriano”, concluyó.