viernes, 11 octubre 2024.
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COLOMBIA: Los desafíos que enfrentan los cultivos de cereales con LA NIÑA

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Las proyecciones climáticas de Fenalce sugieren que octubre seguirá con un panorama seco en la Orinoquía y Amazonía, aunque las lluvias podrían acercarse a los promedios en octubre.

Las lluvias empiezan a sentirse en más regiones de Colombia, y entidades como el Ideam ya han advertido que la probabilidades de que llegue el fenómeno de La Niña ascienden a 70%. Algunos gremios, como Fenalce, han alertado que si bien las lluvias pueden contribuir a la producción agrícola, en otras partes donde más secas podrán afectar el rendimiento y sostenimiento de sus cultivos.

Las proyecciones climáticas de Fenalce sugieren que octubre seguirá con un panorama seco en la Orinoquía y Amazonía, aunque las lluvias podrían acercarse a los promedios en octubre aumentarán entre noviembre de 2024 y enero de 2025. “Estas lluvias de los últimos meses del año brindarán una oportunidad para mitigar algunos de los impactos negativos de la sequía de meses anteriores”, explican desde el gremio.¿Cómo será por regiones?

En la región Caribe, al norte, por las zonas de La Guajira, Cesar, Magdalena y Atlántico, la cosecha ha sido favorable. La disponibilidad de agua ha permitido una expansión en el área sembrada. Sin embargo, las lluvias por debajo del promedio en septiembre podrían haber limitado los rendimientos, sobre todo si persiste la falta de agua.

Las condiciones favorables actuales pueden no ser suficientes para mantener el nivel óptimo de producción a lo largo del ciclo. Desde Fenalce explican que los agricultores deben enfocarse en prácticas de mantenimiento del suelo y optimización del uso del agua para mitigar cualquier déficit potencial.

En la región Caribe de zonas más húmedas cercanas a Córdoba, Sucre y Bolívar, las cosechas del primer semestre se beneficiaron de las condiciones secas, permitiendo el secado de grano en campo, facilitando la comercialización y el cumplimiento de los contratos establecidos desde la siembra. Este inicio del segundo semestre se ha visto afectado por la falta de lluvias.

Las pocas lluvias afectarán al fríjol y al maíz

La proyección de las lluvias por debajo de los promedios en septiembre y octubre afectará negativamente a la siembra de maíz y fríjol. A pesar de la posibilidad de alivio en noviembre, la reducción en la humedad del suelo durante el período crítico de siembra podría traducirse en menores áreas sembradas y rendimientos comprometidos. “La adecuada planificación y uso de tecnologías de riego serán cruciales para superar estos obstáculos“, dicen los expertos agrónomos.

Más hacia la región de Cundinamarca y Tolima, las cosechas han sido exitosas. Sin embargo, las siembras proyectadas hasta octubre enfrentan serios desafíos debido a la falta de agua. La reducción en la humedad del suelo y los posibles efectos de plagas como el Dalbulus Maidis en el maíz podrían afectar negativamente la producción.

“La llegada de lluvias en noviembre es crucial para estabilizar la siembra de maíz, fríjol y soya. Los agricultores deben enfocar sus esfuerzos en la gestión fitosanitaria y la optimización del uso de recursos hídricos”, dice Fenalce.

En Valle del Cauca y Nariño, la sequía facilitó la cosecha. Sin embargo, la falta de lluvias y la escasez de recursos hídricos en los sistemas de riego, agravada por los bajos niveles del río Cauca, han frenado las siembras proyectadas hasta el mes de octubre. Esto podría provocar una reducción del área sembrada.

Y por último, en la Orinoquía se ha vivido tenido una cosecha del primer semestre exitosa, pero las siembras actuales están siendo severamente afectadas. La reducción en el área sembrada y los rendimientos es una preocupación significativa de la región. Las lluvias esperadas para noviembre y enero podrían ofrecer un alivio, pero los agricultores deberán actuar rápidamente para aprovechar este potencial. “Una gestión eficiente del agua y estrategias de manejo de cultivos serán cruciales para maximizar la recuperación en esta región”, concluyen.

POR: Daniella P. Rodríguez, AGRONEGOCIOS

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Las pocas lluvias afectarán al fríjol y al maíz

La proyección de las lluvias por debajo de los promedios en septiembre y octubre afectará negativamente a la siembra de maíz y fríjol. A pesar de la posibilidad de alivio en noviembre, la reducción en la humedad del suelo durante el período crítico de siembra podría traducirse en menores áreas sembradas y rendimientos comprometidos. "La adecuada planificación y uso de tecnologías de riego serán cruciales para superar estos obstáculos", dicen los expertos agrónomos. Más hacia la región de Cundinamarca y Tolima, las cosechas han sido exitosas. Sin embargo, las siembras proyectadas hasta octubre enfrentan serios desafíos debido a la falta de agua. La reducción en la humedad del suelo y los posibles efectos de plagas como el Dalbulus Maidis en el maíz podrían afectar negativamente la producción. "La llegada de lluvias en noviembre es crucial para estabilizar la siembra de maíz, fríjol y soya. Los agricultores deben enfocar sus esfuerzos en la gestión fitosanitaria y la optimización del uso de recursos hídricos", dice Fenalce. En Valle del Cauca y Nariño, la sequía facilitó la cosecha. Sin embargo, la falta de lluvias y la escasez de recursos hídricos en los sistemas de riego, agravada por los bajos niveles del río Cauca, han frenado las siembras proyectadas hasta el mes de octubre. Esto podría provocar una reducción del área sembrada. Y por último, en la Orinoquía se ha vivido tenido una cosecha del primer semestre exitosa, pero las siembras actuales están siendo severamente afectadas. La reducción en el área sembrada y los rendimientos es una preocupación significativa de la región. Las lluvias esperadas para noviembre y enero podrían ofrecer un alivio, pero los agricultores deberán actuar rápidamente para aprovechar este potencial. "Una gestión eficiente del agua y estrategias de manejo de cultivos serán cruciales para maximizar la recuperación en esta región", concluyen. POR: Daniella P. Rodríguez, AGRONEGOCIOS