La permanencia de los jóvenes en el campo y la continuidad de las explotaciones familiares dependen directamente de estrategias que garanticen su participación en las actividades rurales. La principal solución señalada por investigadores y productores es la creación de especialización de nicho y autonomía en la toma de decisiones dentro de la propiedad. Este enfoque es esencial para estimular la innovación y garantizar que la nueva generación de agricultores permanezca en el sector.
El investigador Iván Álvarez, de Embrapa Environment, explica que los estudios realizados en el Estado de Sao Paulo indican que la falta de incentivos para la autonomía de los jóvenes y las presiones urbanas son los principales desafíos para la sucesión familiar en la agricultura. Según Álvarez, la investigación se centró en el municipio de Valinhos, que forma parte del Circuito de Frutas, identificó tres perfiles distintos de productores: los agricultores familiares tradicionales, los que se encuentran en transición a un modelo de negocio y los que ya operan de manera empresarial, con mayor autonomía de los jóvenes.
La urbanización acelerada, la apreciación de los bienes raíces y la falta de políticas públicas adecuadas han impactado directamente la permanencia de los jóvenes en propiedades rurales, dice Álvarez. Para hacer frente a estos desafíos, investigadores y productores sugirieron, en talleres celebrados con productores locales, la creación de incentivos financieros, el acceso a la educación, políticas de inclusión digital y medidas para proteger la agricultura periurbana en los planes maestros municipales.
La investigación utilizó el método AHP (Proceso de Análisis Herárquico) para priorizar las soluciones con los agricultores, resultando en la definición de “unión familiar” como el factor más relevante para asegurar la continuidad de las propiedades. El estudio también señaló la necesidad de políticas específicas para diferentes perfiles de productores, promoviendo soluciones adaptadas a la realidad de cada grupo.
Los resultados muestran que la revitalización de la agricultura periurbana requiere la aplicación de medidas concretas que garanticen el futuro del sector. La sucesión familiar en el campo es un reto que debe ser tratado urgentemente para evitar el avance de la urbanización sobre las áreas productivas y asegurar la continuidad de la producción de alimentos en el Estado de Sao Paulo.
El análisis de campo realizado con agricultores familiares periurbanos reveló la existencia de tres grupos distintos de productores, cada uno con características propias y diferentes retos en relación con la sucesión familiar y la modernización del sector. La investigación identificó que el mantenimiento de las propiedades rurales está directamente relacionado con la autonomía de los jóvenes en la gestión y la capacidad de añadir valor a la producción.
El primer grupo está integrado por pequeños agricultores familiares, con propiedades que van de uno a cuatro módulos fiscales, cuyos ingresos provienen exclusivamente de la tierra. La gestión de estos establecimientos es limitada y la producción está destinada al mercado interior, con una fuerte presencia en los centros de abasto como Ceasa/Ceagesp en Sao Paulo y Campinas. En estas familias, la fuerza de trabajo está esencialmente familiarizada, con los padres y los niños que participan en todas las etapas, desde la plantación hasta la comercialización.
En el segundo grupo, hay productores que están pasando a un modelo más emprendedor, utilizando máquinas y tecnología digital para optimizar la producción. A pesar de mantener la base familiar, ya contratan mano de obra local y buscan expandir sus mercados, invirtiendo en procesos de exportación y agregando valor a los productos.
El tercer grupo incluye a los agricultores tecniós, con propiedades de más de 20 hectáreas. Estos productores tienen una gestión estructurada y una comercialización eficiente, asignando una parte significativa de su producción a la exportación. La gestión familiar se centra en la administración de empresas, mientras que el trabajo externo se utiliza ampliamente en la producción.
La investigación también ha demostrado que la sucesión familiar es un desafío común entre los grupos. El método de AHP utilizado en el análisis señalaba que la “unidad de la propia familia” es la solución interna más valorada por los productores, seguida de “iniciativa para buscar nuevos mercados” e “iniciativa para buscar cursos”. En cuanto a las soluciones externas, los grupos han destacado la “traición y extensión rural”, las “subvenciones financieras para iniciar la actividad” y las “cooperaciones para reforzar” como principales prioridades.
El estudio también revela que el éxodo rural está más presente entre los hijos de agricultores en situaciones de exclusión económica, mientras que los pertenecientes a familias capitalizadas tienden a permanecer en el campo. La autonomía de los jóvenes en el manejo de la propiedad y la existencia de un nicho de acción dentro de la actividad son factores determinantes para la permanencia en la actividad agrícola, dijo Sandro Pereira, analista de Embrapa Meio Ambiente.
En el primer grupo, los niños actúan principalmente como trabajadores, realizando tareas operativas sin autonomía en la gestión. Muchos no tienen educación superior ni optan por cursos no relacionados con el agronegocio. En el segundo grupo, la gerencia es más compartida, y los niños comienzan a buscar su propio espacio dentro de la actividad. En el tercer grupo, los jóvenes desempeñan funciones estratégicas en gestión y logística, generalmente con formación en gestión o relaciones internacionales, con un enfoque en la expansión e internacionalización de la empresa.
El estudio hizo hincapié en la necesidad de políticas públicas dirigidas a la educación y la cualificación técnica de los jóvenes rurales, además de fomentar las cooperativas y el acceso al crédito. Sin el apoyo adecuado, las dificultades de la agricultura periurbana seguirán comprometiendo la renovación generacional y la sostenibilidad de la producción familiar en Brasil. El estudio refuerza que la inclusión de los agricultores familiares en el proceso de formulación de políticas es esencial para garantizar la permanencia y prosperidad de estas comunidades en el escenario agrícola nacional.
La obra completa fue publicada en la Revista Contemporánea, vol. 4, n. 12, 2024. ISSN: 2447-0961 y también contó con la participación de la investigadora de Embrapa Environment Fagoni Calegario y la colaboradora Carolina Colin.
https://www.embrapa.br/busca-de-noticias/-/noticia/98375964/politicas-publicas-e-valorizacao-profissional-estimulam-o-jovem-a-permanecer-no-campo