En el marco del 48º período de sesiones del Consejo de Gobernadores del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de la ONU (FIDA), líderes mundiales y financieros han destacado la urgencia de invertir en las zonas rurales de los países en desarrollo, como un paso clave para garantizar la seguridad alimentaria, el crecimiento económico y la estabilidad global.
Con casi la mitad de los 8.200 millones de habitantes del mundo viviendo en áreas rurales de países en desarrollo, la pobreza y el hambre siguen siendo desafíos persistentes. Los pequeños agricultores, que producen el 70% de los alimentos en los países de renta baja y media, son fundamentales en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Según Álvaro Lario, presidente del FIDA, “invertir en la productividad y economía de las comunidades rurales crea empleos, aumenta los ingresos y puede ser el motor de crecimiento para las economías nacionales”.
El Rey Letsie III de Lesotho, durante la sesión inaugural, destacó el impacto negativo de la desnutrición, señalando que los países africanos pierden entre el 1,9% y el 16,5% de su PIB anual debido a la desnutrición infantil. En su intervención, pidió a los países miembros que incrementen la asignación presupuestaria para la nutrición y trabajen por romper el ciclo intergeneracional de pobreza y malnutrición.
Los participantes del evento subrayaron la importancia de invertir en el “primer kilómetro”, el punto de partida de la producción de alimentos. Se resaltó que el crecimiento económico proveniente de la agricultura es tres veces más eficaz para reducir la pobreza que el crecimiento generado en otros sectores, con una efectividad aún mayor en África subsahariana. El cambio climático también fue identificado como un factor crítico que afecta a las comunidades rurales y a sus economías.
En este contexto, Giancarlo Giorgetti, Ministro de Economía y Hacienda de Italia, reconoció el valor del FIDA como una organización clave en el apoyo a las economías rurales, mientras que Julius Maada Wonie Bio, presidente de Sierra Leona, recordó que las economías rurales de su país son fundamentales, pero vulnerables al cambio climático y otras crisis.
El Consejo de Gobernadores también subrayó la importancia de alianzas como la Alianza Mundial contra el Hambre y la Pobreza, cuyo objetivo es combinar esfuerzos para luchar contra la inseguridad alimentaria, la pobreza y construir resiliencia en las comunidades más necesitadas. Janja Lula da Silva, Primera Dama de Brasil, destacó el potencial de estas alianzas para cambiar realidades a través de la acción colectiva.
Finalmente, el financiamiento para el desarrollo fue otro tema clave. Los líderes pidieron soluciones innovadoras para movilizar más fondos hacia las zonas rurales, destacando la necesidad de colaborar más estrechamente con el sector privado para reducir los riesgos y maximizar el impacto de las inversiones rurales.