Las intensas lluvias que azotan a Ecuador en los últimos meses han causado estragos en el sector agrícola, afectando principalmente a los cultivos de maíz en provincias como Manabí y Los Ríos. Los agricultores enfrentan inundaciones, enfermedades en los cultivos, pérdidas económicas y dificultades para acceder a créditos, lo que pone en riesgo la producción y el sustento de miles de familias campesinas.
Graves afectaciones en Manabí
Antonio Delgado, presidente de la Red Agrícola de Tosagua, en Manabí, expresó a este medio su preocupación por el impacto del temporal en la producción de maíz. Mientras que en la parte alta de la provincia los sembríos muestran signos de afectación por el exceso de agua, en la parte baja las inundaciones han causado pérdidas considerables.
“Las lluvias no cesan y eso puede bajar la producción. En la parte baja ya hay muchas pérdidas, los cultivos están inundados y el daño es severo. Esperamos que las lluvias calmen un poco para poder salvar lo que queda”, señaló Delgado.
A la crisis climática se suma la desconfianza en los seguros agrícolas. Según Delgado, solo el 20% de los agricultores de Tosagua han asegurado sus cultivos debido a la falta de respuesta de las aseguradoras. “Las compañías son buenas para cobrar, pero cuando tienen que responder, tardan años o buscan excusas para no pagar. Por eso el agricultor ya no confía en ellas”, denunció.
Otro problema que aqueja al sector es el alto costo de producción. El precio de los insumos y el incremento en el valor de la gasolina han elevado los costos a aproximadamente $2.400 por hectárea. “Si logramos una buena cosecha y un buen precio, podremos mantener a nuestras familias, pero si no, vamos a salir perdiendo”, advirtió Delgado, quien insiste en que el precio del maíz debe fijarse en al menos $20 el quintal para garantizar la rentabilidad del agricultor.
Además, el acceso a créditos es limitado. Aunque cerca del 45% de los agricultores manabitas buscan financiamiento, solo un 3% logra obtener préstamos del Banco del Ecuador. “El banco estatal debería ser nuestro aliado, pero no nos da créditos. Nos vemos obligados a recurrir a la banca privada, donde los intereses son demasiado altos”, lamentó Delgado.
Situación crítica en Los Ríos
En la provincia de Los Ríos, otra de las más afectadas, los maiceros también enfrentan serios problemas debido al invierno. César Vizcarra, agricultor de la zona, explicó que las lluvias han sido favorables en algunos momentos, pero en las últimas semanas han causado enfermedades en los cultivos, la proliferación de plagas y el volcamiento de las plantaciones.
“El exceso de agua daña las mazorcas y puede generar pérdidas significativas en la cosecha de abril y mayo. Esperamos que las lluvias disminuyan para que la afectación no sea tan grande”, afirmó Vizcarra.
Otro desafío es la reducción del área sembrada. En Los Ríos, la superficie destinada al cultivo de maíz ha disminuido en un 5% en comparación con el año pasado, ya que algunos agricultores han optado por sembrar cacao en busca de alternativas más rentables.
Un llamado urgente al Gobierno
Ante este panorama, los agricultores insisten en la necesidad de que el Gobierno Nacional brinde apoyo al sector. Exigen acceso a créditos con tasas justas, seguros agrícolas que realmente protejan sus cultivos y un precio estable para el maíz que les permita cubrir los costos de producción.
“La situación del agricultor en el campo es crítica. Vivimos esto día a día y necesitamos que el Ministerio de Agricultura y Ganadería nos escuche. No podemos seguir enfrentando solos estas dificultades”, concluyó Delgado.
Mientras las lluvias continúan, el futuro de miles de agricultores ecuatorianos pende de un hilo, a la espera de soluciones que les permitan seguir cultivando la tierra y garantizando la seguridad alimentaria del país.
