Con la participación de productores, gremios, autoridades nacionales y centros de investigación, este martes se inaugura en Guayaquil el foro técnico-científico “Ecuador Libre del Moko”, un evento de alto nivel que marca un paso crucial en la lucha contra uno de los principales desafíos fitosanitarios del país: el moko bacteriano. La jornada se desarrollará en el marco de la Cumbre del Banano 2025, que se realiza el 29 y 30 de abril en el Centro de Convenciones de Guayaquil.
Impulsado por Agarismal, en coordinación con gremios del sector, autoridades sanitarias y científicas, este foro tiene como objetivo fortalecer las capacidades nacionales para enfrentar el moko, una enfermedad causada por la bacteria Ralstonia solanacearum, que afecta gravemente a cultivos de banano y plátano. Esta patología provoca el marchitamiento irreversible de las plantas, generando pérdidas económicas, riesgo para el empleo rural y amenaza directa a la seguridad alimentaria.
Un espacio estratégico para la defensa del agro
La inauguración de este foro representa un llamado urgente a la acción coordinada entre el sector público y privado. Participarán instituciones clave como Agrocalidad, INIAP, AEBE, ACORBANEC, ASOEXPLA, así como autoridades locales y regionales, entre ellas la Prefectura del Guayas, la Gobernación de El Oro, El Ministerio de Agricultura y cámaras agrícolas y empresariales.
“El moko es una amenaza silenciosa que puede comprometer el futuro del sector bananero. Este foro nos permite construir una estrategia conjunta para prevenir y controlar la enfermedad, y asegurar que Ecuador mantenga su liderazgo como potencia mundial en exportación de banano”, señalaron los organizadores.
Ciencia aplicada al servicio del campo
Durante el evento se impartirán conferencias técnicas, y se compartirán protocolos actualizados de bioseguridad, centrados en la detección temprana, la prevención y el control efectivo del moko. Estas herramientas están pensadas para ser implementadas directamente en fincas y sistemas productivos.
El foro busca crear conciencia a lo largo de toda la cadena agroproductiva sobre la necesidad de proteger al banano —el principal producto de exportación no petrolero del país— y al plátano, vital para la dieta nacional y la seguridad alimentaria.