Un equipo de científicos chinos ha desarrollado un innovador sistema de predicción de tormentas de polvo que promete transformar la producción de energía solar en regiones desérticas. El nuevo modelo, denominado iDust, fue presentado por investigadores del Instituto de Física Atmosférica (IAP) de la Academia China de Ciencias y publicado en la revista Journal of Advances in Modeling Earth Systems.
Este avance científico representa un hito clave para las energías renovables, ya que las tormentas de polvo no solo bloquean la luz solar, sino que también ensucian los paneles solares, reduciendo considerablemente su eficiencia.
“Las tormentas de polvo reducen la producción energética al obstruir y ensuciar los paneles. Con iDust, podemos anticiparlas con más precisión y ayudar a mitigar sus efectos”, explicó Chen Xi, investigador principal del proyecto.
A diferencia de los modelos tradicionales como los del Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos de Mediano Plazo (ECMWF), iDust ofrece pronósticos más detallados en menor tiempo. Gracias a la integración directa de procesos de polvo en el núcleo del modelo, puede generar predicciones a 10 días en apenas seis horas tras recibir los datos de observación, todo ello con un consumo de potencia apenas superior al de los modelos meteorológicos convencionales.
Esta herramienta cobra particular relevancia en el contexto de la creciente expansión de proyectos solares en el oeste de China, donde las condiciones áridas y polvorientas suponen un reto constante para la infraestructura energética.
Los expertos destacan que sistemas como iDust permitirán a las granjas solares y operadores de red eléctrica anticiparse a las interrupciones, optimizando el rendimiento energético y reduciendo los costos operativos.
“Mientras China avanza hacia sus metas de neutralidad de carbono, herramientas como iDust jugarán un papel crucial en maximizar el potencial de la energía renovable”, señaló Chen.
El equipo del IAP ya está trabajando en la expansión global de iDust, con el objetivo de que su impacto beneficie también a otras regiones del mundo afectadas por tormentas de polvo, como el norte de África, el Medio Oriente y partes de América del Sur.
La investigación ha recibido una altmétrica de 81, reflejando su alto impacto y atención dentro de la comunidad científica internacional.
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