La Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos (AGLYG) expresó su profunda preocupación tras el reciente archivo del proyecto de Ley de Bienestar Animal, decisión que consideran abre la puerta a “visiones extremas” ajenas a la realidad del campo ecuatoriano y que podrían poner en riesgo tanto las actividades productivas como las tradiciones culturales del país.
Aunque el archivo del texto no significa el fin del debate, al ser devuelto a la Corte Constitucional para su eventual reformulación, la AGLYG advierte sobre el peligro de que el rediseño normativo se construya sin una verdadera participación del sector agropecuario.
“No podemos aceptar una normativa que criminalice el trabajo técnico del productor, que desconozca la riqueza cultural rural ni que ponga en riesgo la soberanía alimentaria”, señaló el gremio en un comunicado oficial.
Tradiciones y economía rural en la mira
El gremio advierte que prácticas ganaderas y culturales profundamente arraigadas en el país podrían verse amenazadas, como:
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Las ferias ganaderas y equinas
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El paseo del chagra
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Las peleas de gallos
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Las corridas de toros de pueblo
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Los rodeos montubios
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Diversas prácticas culturales rurales
Desde AGLYG insisten en que cualquier legislación futura debe construirse con criterios técnicos, sostenibles y con participación directa del sector rural, evitando enfoques “punitivos y descontextualizados” que ignoren la realidad productiva y social del agro.
“¿Quién responderá por el empleo perdido en el campo? ¿Quién reemplazará el rol productivo y cultural de estas actividades si son eliminadas por decreto?”, cuestionaron en el pronunciamiento.
Llamado al diálogo y advertencia de movilización
La Asociación hizo un llamado a las autoridades a incluir al sector ganadero en cualquier nuevo proceso normativo y expresó su disposición a contribuir en la construcción de una ley equilibrada y viable, que garantice el bienestar animal sin afectar la viabilidad económica ni las costumbres del campo.
Finalmente, advirtieron que el gremio se mantendrá en alerta permanente ante futuras resoluciones de la Corte Constitucional u otras instancias legislativas, y que no descartan acciones de movilización en defensa del trabajo y la dignidad del sector ganadero.
“Sin campo no hay comida. Sin tradición no hay identidad. Sin equilibrio, no hay país”, concluye el comunicado.
