Los productores de papa del país, especialmente en la provincia de Tungurahua, enfrentan una difícil situación debido a la sobreproducción y a una marcada reducción en el consumo interno del tubérculo. Así lo manifestó Luis Montesdeoca, miembro de la asociación Agropapa, quien explicó que esta combinación ha provocado una baja drástica en los precios de venta.
Según Montesdeoca, aunque se habla de una sobreoferta, el problema principal radica en la disminución del consumo. “El interés del consumidor ha bajado notoriamente, lo que ha hecho que el precio en finca esté muy por debajo del costo de producción”, indicó.
Actualmente, la variedad más importante del país, la superchola, se comercializa entre 8 y 10 dólares el quintal, mientras que el costo de producción bordea los 15 dólares. En otras variedades menos comerciales, como la suprema o Fripapa, los precios caen hasta un dólar por quintal.
El productor atribuye esta baja en el consumo a la situación económica del país y a los problemas de inseguridad, que han reducido la actividad en restaurantes, pollerías y locales de comida rápida, sectores que tradicionalmente demandaban grandes volúmenes del producto.
Frente a esta realidad, algunos agricultores han optado por cambiar de rubro hacia la ganadería o cultivos alternativos como la zanahoria, cuyo precio ha mejorado recientemente. Otros, como los miembros de Agropapa, trabajan con variedades de papa de colores para procesamiento, lo que les permite mantener un precio más estable durante el año.
La situación afecta a las principales provincias productoras del país, desde Carchi hasta Cañar. Aunque en el pasado se intentaron gestiones para exportar papa fresca, las condiciones de perecibilidad del producto han dificultado esa alternativa, dijo.
Montesdeoca estima que esta crisis de precios se ha extendido por cerca de cinco meses y espera que en dos o tres meses, con el cambio del clima, se recupere el valor del producto en el mercado.