El precio de la carne de res en Estados Unidos está más alto que nunca debido a una tormenta perfecta que incluye bajos inventarios ganaderos, el brote de gusano barrenador en México, sequía y las políticas comerciales de Trump.
En abril, el precio de la carne de res en Estados Unidos alcanzó máximos históricos, al llegar a los 5.80 dólares por libra (molida), de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de este país, un alza de casi el 50% frente a lo registrado hace cinco años.
Año con año, el precio de esta proteína ha ido en aumento en un 7%, y este 2025 factores como la sanidad, las disputas arancelarias y un bajo inventario bovino están presionando al sector al alza. Te explicamos con detalle lo que sucede:
INVENTARIO BOVINO DE EE. UU. EN MÍNIMOS HISTÓRICOS
Las políticas comerciales de la administración de Donald Trump y la aplicación de aranceles a las exportaciones de varios países han propiciado esta alza debido a que EE. UU. importa grandes cantidades de estos cárnicos desde Brasil, Australia, Nueva Zelanda, México y Canadá.
Sin embargo, expertos del sector afirman que este no es el único factor, atribuyendo el aumento del precio a una menor cantidad de cabezas en el hato bovino a nivel nacional. Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) el inventario bovino se ubica en un mínimo histórico en 2025, y desde hace varios años los números de vacas, novillas y becerros han mostrado tendencia a la baja.
Asimismo, la sequía, los altos costos de operación –que incluyen alimento balanceado y transporte–, la inflación y el alza en el consumo entre la población han dificultado la labor de los ganaderos de engorda. Todo esto ha derivado en la reducción del número de cabezas en las granjas e incluso el cierre completo de algunas de estas.
¿CÓMO ESTÁ AFECTANDO EL BROTE DEL GUSANO BARRENADOR EN MÉXICO?
Otra de las grandes variables que ha golpeado al hato estadounidense es la suspensión de importaciones de bovinos en pie desde México, que fue decretada luego de que se reportaron casos de Gusano Barrenador del Ganado (GBG) en las entidades de Oaxaca y Veracruz, en donde no se habían registrado incidencias.
Ambos gobiernos han implementado los controles sanitarios, tanto para evitar la entrada de la plaga como para detener su diseminación, al tiempo que han sostenido reuniones para verificar las acciones coordinadas. Sin embargo, aún no se ha logrado la erradicación del territorio mexicano.
Brooke Rollins, titular del USDA, acordó con su homólogo mexicano, Julio Berdegué, poner en marcha una campaña conjunta para frenar al GBG en la región y confirmó el apoyo de las autoridades de EE. UU. para la instalación de una nueva planta de moscas estériles en Chiapas.
¿BAJÓ EL CONSUMO DE CARNE POR LOS ALTOS PRECIOS?
Según un reporte de Cargill, durante abril de este año, el 61% de los estadounidenses incrementaron su consumo de cárnicos frente al año anterior y por lo menos un 48% más de lo que se consumía en 2019.
Asimismo, el Instituto Norteamericano de la Carne y la Asociación de la Industria Alimentaria informaron que las ventas de todas las proteínas totalizaron 104,600 millones de dólares en 2024, un nuevo récord.
UNA TORMENTA PERFECTA PARA LA GANADERÍA BOVINA ESTADOUNIDENSE
Pese a que los bajos números de bovinos en el hato estadounidense se han registrado desde hace un par de años, la disrupción de las importaciones desde México ha puesto una mayor presión en la oferta de carne de res a nivel nacional. El resultado de la combinación de todos estos factores es el precio actual para los consumidores. Y se espera que se mantenga la tendencia alcista.
Si bien el aumento en las compras de cárnicos bovinos desde el extranjero ha permitido que la demanda interna sea satisfecha —además de que permite a la población acceder a otro tipo de cortes con precios menores—, es cuestión de tiempo para que los aranceles aplicados a estos productos se reflejen en los precios minoristas.
La guerra arancelaria del gobierno de Trump también podría dar paso a una reducción en las importaciones desde países con los que EE. UU. no tiene acuerdo comercial. La incertidumbre en las políticas de comercio exterior impide a la ganadería estadounidense formar un plan a largo plazo.
PUBLICADO POR: https://www.ganaderia.com