Divemex, productor mexicano de hortalizas de invernadero, acaba de cosechar los primeros pimientos de un invernadero abierto recientemente en Ahualulco. “Mientras que muchos productores se han extendido hacia nuevas regiones para ampliar y prolongar su oferta, nosotros hemos abierto un nuevo invernadero”, dice Luis de Saracho, CEO de Divemex, con sede en Guadalajara, Jalisco. “Complementa nuestras instalaciones de Etzatlán y Culiacán. “Esta ampliación prolonga nuestra temporada, que dura hasta mayo, más de un mes”.
El 50% de la producción es ecológica
Los pimientos de esas nuevas instalaciones también aprovechan otra tendencia en el cultivo de frutas y hortalizas: unir la certificación Fair Trade-Comercio Justo con la ecológica. “Esto nos permite satisfacer la fortísima demanda de productos ecológicos en los Estados Unidos y en Canadá”, afirma Saracho, que subraya que la demanda de producto ecológico está condicionando las decisiones que están tomando los productores de invernadero. “Las ventas de producto ecológico en los Estados Unidos han crecido en torno a un 9% en el último año, en comparación con cerca del 2% que ha crecido el producto convencional”, detalla. Con las nuevas instalaciones de Ahualulco, casi el 50% de la producción total de Divemex ahora es ecológica.
Becas y más
Entre esos beneficios, de los que disfrutan más de 2.000 empleados de Divemex y sus familiares, se incluyen programas de becas escolares financiados con las primas procedentes de Fair Trade-Comercio Justo. También gracias al programa Como en Casa, que se ocupa de la construcción de comunidades para que los trabajadores se sientan precisamente así, como en casa. “Las familias disponen de espacios habitables privados y bien equipados, además de servicios de guardería, colegios y parques de juego para los niños”, explica Saracho.
Divemex también ofrece servicios médicos y odontológicos. “De esta forma, podemos estar seguros de que todo el mundo está bien y contribuye con sus máximas capacidades”, apunta.
Después, está el factor de la sostenibilidad. “Ahorramos energía usando paneles solares en nuestra planta de empacado. Nuestro sistema de riego minimiza el uso de agua e integra depósitos para almacenar el agua de lluvia”, señala Saracho. “Por tanto, promovemos una cultura de respeto al prójimo y al planeta”.