El rambután comienza a cobrar protagonismo dentro del mercado de las frutas en Europa, y tiene una gran acogida entre los consumidores asiáticos que se encuentran en el continente y en las tiendas de especialidades.
Según la plataforma de inteligencia de mercados del Centro para la Promoción de Importaciones de Países en Desarrollo, CBI, el promedio de importaciones de rambután del mercado europeo se puede estimar entre 500 y 1.500 toneladas en los años recientes con un valor aproximado de 4 millones de euros.
El mercado para los rambutanes tiene potencial para crecer debido al incremento en el interés por esta fruta exótica, aunque hay, sin embargo, limitaciones debidas principalmente a la dificultad que presenta su manipulación y a su corta vida útil, por lo que resulta una fruta relativamente cara.
Actualmente, los mayores proveedores de rambután son Tailandia, Malasia, Filipinas, Indonesia y Vietnam. Por detrás de ellos se ubican otros como proveedores de contraestación como Ecuador, Honduras, Guatemala, Sri Lanka, Madagascar y otros pocos del este tropical de África.
En general, el rambután se pueden encontrar todo el año en el mercado europeo, pero los envíos más importantes se dan entre noviembre y marzo, para la temporada de festividades y el Año Nuevo chino. Malasia provee principalmente entre diciembre y enero, así como entre mayo y junio. Filipinas lo hace entre marzo y julio, así como entre octubre y noviembre. Por su parte, Vietnam logra proveer todo el año.
El cultivo de rambután en Perú
William Daga, especialista en frutales de Sierra y Selva Exportadora, contó a Agraria.pe en enero pasado que a principios del presente siglo el rambután fue traído a tierras peruanas por una empresa privada de la selva central. “La empresa que trajo el rambután ha desarrollado un trabajo de investigación durante seis o siete años, con cinco o seis variedades a este momento, pero no ha logrado el despegue en áreas grandes o productivas. Los tienen en ensayos, afinando la tecnología, la propagación y la adaptación de variedades, pero todavía no hay un desarrollo y tecnología”, dijo.
Por ahora solo hay un promedio de cinco a siete hectáreas del fruto en Perú que dejan una producción anual de cuatro a cinco toneladas, las cuales son absorbidas inmediatamente por el mercado limeño de supermercados a precios muy elevados, similares a los de la pitahaya.