domingo, 27 octubre 2024.
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Huellas y lecciones dejará el COVID-19 en la economía

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Según un informe de la agencia EFE, la Organización de las Naciones Unidas presentó este miércoles una revisión de sus previsiones económicas para tener en cuenta el impacto del COVID-19. 

El organismo Internacional prevé que la economía mundial se contraiga este año un 3,2 %, con una caída especialmente fuerte en las economías más desarrolladas. Según sus cálculos, habrá desplomes del 5,8 % en la zona euro, del 5,4 % en el Reino Unido, del 4,8 % en Estados Unidos o del 4,2 % en Japón.

Latinoamérica estará también entre las zonas más golpeadas, con una contracción del 5,4 % en su conjunto y caídas del 5,5 % para Suramérica y del 5,4 % para México y Centroamérica, dice el informe.

Argumenta que en total, el mundo perderá casi 8,5 billones de dólares en producción económica durante los próximos dos años como consecuencia de la pandemia, un retroceso que eliminará prácticamente los avances de los cuatro años anteriores.

En Ecuador uno de los sectores de la economía que seguramente quedará afectado también es el agropecuario, aunque queda demostrado que en esta pandemia fue el sector de la economía más importante ya que los productores nunca permitieron que faltara el alimento en todos los rincones del país. 

La agricultura, como de costumbre está sujeta a todos los cambios, sea cambio climático, de ministros, de precios y demás que no dejan avanzar al sector, por lo que debe fortalecerse para estar preparados para nuevas situaciones como la que estamos viviendo.

¿Pero como ven las expectativas algunos expertos involucrados en el agro?

Para Bianca Martins, Gerente General de Alltech México,  quien participó en una conferencia sobre qué pasará con el agro después de la pandemia, una disminución en la producción sería uno de los panoramas más temidos una vez levantadas las cuarentenas en Latinoamérica.

“No solamente está vinculado al consumo de restaurantes, servicios o tiendas de abasto, tiene mucho que ver con la logística y un ejemplo de ello es Brasil que se está enfocando más en hacer logística para exportación que para el mercado local” dijo.

Esto tendría su explicación en el tipo de cambio ya que en varios países latinos el valor de sus monedas locales ha disminuido frente al dólar durante las últimas semanas, argumento.

“Vemos esa tendencia de retracción en la producción por problemas del tipo de cambio y por la propia contingencia, como la economía no está girando naturalmente, el capital se queda más bajo, menor flujo de caja, además de toda la tasa de desempleo que vemos” acotó.

Martins considera que en los próximos 3 meses no habrá desabastecimiento en el mercado, pero sí una contención de la producción y cree que en el mercado de granos el maíz continuará a la baja, mientras que la soya se proyecta para precios más altos.

El desempleo, la reducción de sueldos aunado a la pérdida de seres queridos ocasionará que los hogares se contraigan más en su economía y esto a su vez repercutirá en el mercado, incluyendo el de alimentación, porque según explica Martins las personas minimizan aún más los gastos.

Explicó que se ha visto reducción en la producción del sector agropecuario, es decir menos carnes, leche y derivados lácteos, pero paradójicamente uno de los productos de este sector que más ha aumentado en consumo y precios ha sido el de huevos, por ser una de las proteínas más baratas en el mercado.

Alertó sobre la importancia de mantener los debidos procesos de desinfección y distanciamiento social dentro de las plantas procesadoras de alimentos, pues si alguno de los trabajadores llegaré a ser infectado por coronavirus, no solo existe el riesgo de afectar a otros trabajadores sino también de que la planta sea cerrada para entrar en protocolos de desinfección y por ende para la producción.

Por su parte Kléber Sigüenza, ex presidente de la Cámara de Agricultura zona 2 y productor agrícola,  destacó que hablar de un escenario post coronavirus en Ecuador no es tan acertado como hablar del escenario dentro de la pandemia, pues a su criterio es un asunto que durará por lo menos un año.

En su criterio el sector agropecuario será uno de los menos afectados a escala mundial, pero en Ecuador será más delicado porque la llegada de la pandemia coincide con una realidad económica muy complicada dijo.

“Dentro de la realidad de Ecuador, la agricultura tiene enormes desafíos y esto se verá porque tendremos un dólar fuerte y con un costo de producción muy alto que va a necesitar que se reduzca” manifestó. 

Según Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Zona 1, el COVID 19, ha dejado evidente, algo que se daba por sentado, la importancia de las cadenas agroalimentarias. La situación actual, también nos ha llevado a observar muchas de las nuevas tendencias del consumidor actual, los cuales buscan alimentos que les den más certezas, más garantías y propendan, no solo a suplir una demanda alimenticia, sino también una adecuada demanda nutricional, recalcó.

“Realmente el proceso de la Emergencia Sanitaria, también ha puesto en evidencia un problema sobre el cual hay que trabajar con mucha firmeza, la INFORMALIDAD. El desarrollo futuro de las cadenas agro productivas, sean estas alimentarias y no alimentarias, deben a propender a buscar una mayor articulación entre los distintos eslabones, productores, transportistas, acopio, industrias, puntos de distribución y comercios, donde todos, de manera coordinada y organizada traten de satisfacer las demandas del consumidor final” indicó el dirigente.

El otro aspecto en el que se debe trabajar, enfatizó, son mecanismos cooperativos, donde agrupaciones de productores, busquen organizarse de mejor manera para poder ir construyendo los eslabones de la cadena, hasta llegar a consumidor final.  Productores que, de manera organizada, busquen tener resuelto el tema de transporte hasta el centro de acopio y/o Industria y/o mercado, y posteriormente, ir definiendo de manera conjunta sus puntos de comercialización, identificándose por una marca común, generando certezas al consumidor, pero también responsabilidades al productor y su cadena, expresó Gómez de la Torre.

Fuente: EL Productor / www.elproductor.com

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Según un informe de la agencia EFE, la Organización de las Naciones Unidas presentó este miércoles una revisión de sus previsiones económicas para tener en cuenta el impacto del COVID-19.  El organismo Internacional prevé que la economía mundial se contraiga este año un 3,2 %, con una caída especialmente fuerte en las economías más desarrolladas. Según sus cálculos, habrá desplomes del 5,8 % en la zona euro, del 5,4 % en el Reino Unido, del 4,8 % en Estados Unidos o del 4,2 % en Japón. Latinoamérica estará también entre las zonas más golpeadas, con una contracción del 5,4 % en su conjunto y caídas del 5,5 % para Suramérica y del 5,4 % para México y Centroamérica, dice el informe. Argumenta que en total, el mundo perderá casi 8,5 billones de dólares en producción económica durante los próximos dos años como consecuencia de la pandemia, un retroceso que eliminará prácticamente los avances de los cuatro años anteriores. En Ecuador uno de los sectores de la economía que seguramente quedará afectado también es el agropecuario, aunque queda demostrado que en esta pandemia fue el sector de la economía más importante ya que los productores nunca permitieron que faltara el alimento en todos los rincones del país.  La agricultura, como de costumbre está sujeta a todos los cambios, sea cambio climático, de ministros, de precios y demás que no dejan avanzar al sector, por lo que debe fortalecerse para estar preparados para nuevas situaciones como la que estamos viviendo. ¿Pero como ven las expectativas algunos expertos involucrados en el agro? Para Bianca Martins, Gerente General de Alltech México,  quien participó en una conferencia sobre qué pasará con el agro después de la pandemia, una disminución en la producción sería uno de los panoramas más temidos una vez levantadas las cuarentenas en Latinoamérica. “No solamente está vinculado al consumo de restaurantes, servicios o tiendas de abasto, tiene mucho que ver con la logística y un ejemplo de ello es Brasil que se está enfocando más en hacer logística para exportación que para el mercado local” dijo. Esto tendría su explicación en el tipo de cambio ya que en varios países latinos el valor de sus monedas locales ha disminuido frente al dólar durante las últimas semanas, argumento. “Vemos esa tendencia de retracción en la producción por problemas del tipo de cambio y por la propia contingencia, como la economía no está girando naturalmente, el capital se queda más bajo, menor flujo de caja, además de toda la tasa de desempleo que vemos” acotó. Martins considera que en los próximos 3 meses no habrá desabastecimiento en el mercado, pero sí una contención de la producción y cree que en el mercado de granos el maíz continuará a la baja, mientras que la soya se proyecta para precios más altos. El desempleo, la reducción de sueldos aunado a la pérdida de seres queridos ocasionará que los hogares se contraigan más en su economía y esto a su vez repercutirá en el mercado, incluyendo el de alimentación, porque según explica Martins las personas minimizan aún más los gastos. Explicó que se ha visto reducción en la producción del sector agropecuario, es decir menos carnes, leche y derivados lácteos, pero paradójicamente uno de los productos de este sector que más ha aumentado en consumo y precios ha sido el de huevos, por ser una de las proteínas más baratas en el mercado. Alertó sobre la importancia de mantener los debidos procesos de desinfección y distanciamiento social dentro de las plantas procesadoras de alimentos, pues si alguno de los trabajadores llegaré a ser infectado por coronavirus, no solo existe el riesgo de afectar a otros trabajadores sino también de que la planta sea cerrada para entrar en protocolos de desinfección y por ende para la producción. Por su parte Kléber Sigüenza, ex presidente de la Cámara de Agricultura zona 2 y productor agrícola,  destacó que hablar de un escenario post coronavirus en Ecuador no es tan acertado como hablar del escenario dentro de la pandemia, pues a su criterio es un asunto que durará por lo menos un año. En su criterio el sector agropecuario será uno de los menos afectados a escala mundial, pero en Ecuador será más delicado porque la llegada de la pandemia coincide con una realidad económica muy complicada dijo. “Dentro de la realidad de Ecuador, la agricultura tiene enormes desafíos y esto se verá porque tendremos un dólar fuerte y con un costo de producción muy alto que va a necesitar que se reduzca” manifestó.  Según Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Zona 1, el COVID 19, ha dejado evidente, algo que se daba por sentado, la importancia de las cadenas agroalimentarias. La situación actual, también nos ha llevado a observar muchas de las nuevas tendencias del consumidor actual, los cuales buscan alimentos que les den más certezas, más garantías y propendan, no solo a suplir una demanda alimenticia, sino también una adecuada demanda nutricional, recalcó. “Realmente el proceso de la Emergencia Sanitaria, también ha puesto en evidencia un problema sobre el cual hay que trabajar con mucha firmeza, la INFORMALIDAD. El desarrollo futuro de las cadenas agro productivas, sean estas alimentarias y no alimentarias, deben a propender a buscar una mayor articulación entre los distintos eslabones, productores, transportistas, acopio, industrias, puntos de distribución y comercios, donde todos, de manera coordinada y organizada traten de satisfacer las demandas del consumidor final” indicó el dirigente. El otro aspecto en el que se debe trabajar, enfatizó, son mecanismos cooperativos, donde agrupaciones de productores, busquen organizarse de mejor manera para poder ir construyendo los eslabones de la cadena, hasta llegar a consumidor final.  Productores que, de manera organizada, busquen tener resuelto el tema de transporte hasta el centro de acopio y/o Industria y/o mercado, y posteriormente, ir definiendo de manera conjunta sus puntos de comercialización, identificándose por una marca común, generando certezas al consumidor, pero también responsabilidades al productor y su cadena, expresó Gómez de la Torre. Fuente: EL Productor / www.elproductor.com