El Gobierno alista una mega Ley que tendrá como eje la seguridad ciudadana. También buscará apoyo financiero y logístico en países de oferta y demanda de droga.
No es lo mismo que el Plan Colombia, un acuerdo bilateral de ese país con Estados Unidos firmado en el año 2000, pero sí persigue el mismo fin: luchar contra el narcotráfico.
El plan que el presidente Guillermo Lasso mencionó desde Glasgow, Escocia, en una entrevista con la BBC, se llama en realidad ‘Plan de Seguridad Rescate Ecuador’ y se basa en dos pilares, según lo explicó el Gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, a este medio.
“Un pilar tiene que ver con el rescate de la seguridad ciudadana, y el otro pilar es la atención al consumo de drogas como un tema de salud pública”, especificó el representante del Ejecutivo en Guayas, cuya capital, Guayaquil, sufre una creciente ola de muertes violentas, la mayoría de ellas ligadas al narcotráfico.
O más bien, al microtráfico, porque según informes de la Policía Nacional y de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, los grandes carteles de la droga pagan a las bandas locales por sus servicios (traslado, acopio, custodia y embarque) con porciones pequeñas de sus grandes cargamentos.
Y es allí, al momento de tratar de vender el alcaloide, dividido en pequeñas dosis, donde nace la guerra por el territorio en las calles y en las cárceles, sobre todo en Guayaquil, ciudad portuaria por donde sale el 80 % de la cocaína con destino a Europa y Estados Unidos, camuflada en cargueros con banano y otras materias primas.
Por eso Lasso apunta hacia el microtráfico. “Si se reduce el mercado de consumidores, implementando planes de prevención, tratamiento y rehabilitación de drogas, se le cierra una puerta a los traficantes”, considera Arosemena.
Pero no es la única, las fronteras de Ecuador son permeables. Y para eso se necesita una reforma legal, ha dicho el presidente. “Se viene una mega Ley” que tiene a la seguridad como eje transversal.
La Ley de derribo
Una de esas reformas tiene que ver con la anunciada ‘Ley de Derribo’ de aeronaves clandestinas que el presidente enviará a la Asamblea.
Para Mario Pazmiño, ex jefe de Inteligencia del Ejército y especialista en seguridad nacional y defensa, esto es un fundamental.
“Las Fuerzas Armadas, actualmente, solo pueden escoltar a las narcoavionetas hasta que abandonen nuestro espacio aéreo, pero con la Ley van a tener la potestad y el respaldo legal de bajarlas si no obedecen la orden de que aterricen”.
Pazmiño también propone la conformación de una fuerza élite que luche contra el narcotráfico en varios frentes, desde el operativo militar, pasando por labores de inteligencia, hasta su juzgamiento, sin dilaciones ni vacíos que permitan su impunidad en el poder judicial.
¿Pero cuál es la meta del Plan Ecuador? Fortalecer la seguridad, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, respondió Lasso a la BBC. Dentro del mismo proyecto se busca brindar apoyo también al fortalecimiento del control de las cárceles. Y aquí, nuevamente, “se necesitan reformas legales”, argumentó el mandatario.
“Necesitamos reformas legales que permitan que en situación ordinaria la Policía Nacional pueda ingresar a las cárceles. No es posible que guías penitenciarios, con un tolete, enfrenten a mafias que tienen hasta drones y explosivos”.
El Gobernador del Guayas manifestó su malestar en una entrevista con este medio hace dos semanas porque la Corte Constitucional, en un dictamen del 6 de octubre, sobre la emergencia carcelaria, dijo que la presencia de las Fuerzas Armadas en los centros penitenciarios “no es necesaria” porque para eso están los guías y mandó a los militares a controlar únicamente los exteriores, “cuando se los necesita adentro”, dijo Arosemena.
Reformas legales por un lado, financiamiento, equipos y logística, por otro, son las urgencias de Ecuador.
Por lo primero, el Gobierno confía en la voluntad de la Asamblea Nacional para actualizar el Código Penal o la Ley de Movilidad, como se ha anticipado; por lo segundo, el dinero, Lasso anunció una gestión internacional precisamente en aquellos países que forman parte de la oferta y la demanda de drogas.
“Necesitamos el apoyo internacional de Estados Unidos, de Colombia y de la Unión Europea fundamentalmente. Y pienso promover esa cooperación porque es hora de un Plan Ecuador”.
