El escenario del sector eléctrico de Ecuador no mejorará en 2024 y 2025. Los cortes de luz podrían extenderse hasta febrero, luego de lo cual es de esperar que comiencen a aumentar las lluvias, pero después vendrá una nueva sequía más severa que la actual.
De no tomarse medidas, “podría replicarse un escenario de racionamiento de energía en algunos meses del período de estiaje 2024-2025”, advierte el operador estatal de energía Cenace al Ministerio de Energía, mediante un informe de noviembre de 2023.
Cenace detalla que la próxima sequía de 2024 será más severa para Ecuador por dos factores. El primero es que será más prolongada, pues empezará antes de lo esperado. Usualmente, la época de estiaje o sequía en la cuenca oriental, donde se hallan las principales hidroeléctricas de Ecuador, solía comenzar en octubre y se prolongaba hasta marzo del siguiente año.
Pero en 2023 la sequía empezó en septiembre y en 2024 comenzará en agosto. Días más secos Para complicar el escenario, los datos de la sequía que actualmente vive el país evidencian que los días son cada vez más secos. Lo anterior se evidencia en los caudales de agua que ingresan al Complejo Hidroeléctrico Paute, el más grande de Ecuador y que está compuesto por las hidroeléctricas Mazar, Paute Molino y Sopladora.
Así, los datos muestran que al 25 de noviembre de 2023, el caudal promedio de ingreso a Paute Molino es de 52,5 metros cúbicos por segundo, menor a la media histórica, que es 77,9 metros cúbicos por segundo. En el caso de la hidroeléctrica más grande de Ecuador, Coca Codo Sinclair, los caudales estuvieron por debajo de la media histórica en septiembre y octubre de 2023.
Aunque, al 25 de noviembre de 2023, el caudal de agua promedio de ingreso a la central Coca Codo Sinclair tuvo una mejora y alcanzó los 207 metros cúbicos por segundo, frente a la media histórica de 211 metros cúbicos por segundo. Paute, va a mantenimiento Para complicar el escenario, la Corporación de Electricidad de Ecuador (Celec) informó al Cenace que la central hidroeléctrica Paute Molino, la segunda más grande de Ecuador con 1.100 megavatios de potencia, deberá entrar en un mantenimiento programado que durará 329 días. Los trabajos son “impostergables”, según Celec, e incluyen el mantenimiento del túnel de conducción de la Fase C de la hidroeléctrica Paute Molino.
Lo anterior implicaría que el país no pueda contar con 820 megavatios de electricidad durante casi 11 meses. Esto es casi el 12% del total de potencia de electricidad que tiene Ecuador hoy en día. El cronograma para estas tareas iría desde diciembre de 2025 a octubre de 2026, según Celec.
Pero la ministra de Energía, Andrea Arrobo, dijo a PRIMICIAS que se realizará ese mantenimiento por fases, empezando desde 2024, para que la salida de operación de Paute no provoque “un quiebre en el sistema nacional”.
¿Nuevas hidroeléctricas? El Cenace informa que entre 2016 y 2018 se incorporaron más de 2.100 megavatios de potencia, pues entraron en operación 14 centrales de generación eléctrica. Entre ellas, hidroeléctricas como Sopladora, Mazar y Coca Codo Sinclair. Pero a partir de entonces, prácticamente se ha estancado la construcción de nuevas hidroeléctricas.
Incorporar nuevas centrales hidroeléctricas, que generan electricidad limpia y a bajo costo, toma tiempo. La Ministra de Energía dice que impulsará grandes proyectos hidroeléctricos como Cardenillo y Santiago. Pero aclara que en el mejor de los casos la construcción de esas obras concluirá en 2030 y 2032.
“No son una solución para los dos próximos estiajes”, añadió Arrobo. Aumento de la demanda Otra de las tareas de la Ministra de Energía será impulsar el ahorro de la electricidad. En 2022, las tasas de crecimiento mensual de la demanda de electricidad fluctuaron entre 1 y 8%.
Pero en 2023 la demanda creció de forma exponencial, en especial a partir de mayo, con tasas mensuales de entre 10% y 17%. Uno de los factores que explica esa tendencia es el aumento de la temperatura superficial en el mar, que conlleva un incremento de la temperatura en la Costa, producto del Fenómeno de El Niño.
Debido a esa ola de calor, la población usa más aire acondicionado en los hogares y más sistemas de refrigeración para los alimentos.