miércoles, 30 abril 2025.
- Premium -spot_img
- Gold -spot_img

INFORME TÉCNICO: Importancia de la Planificación de cultivos

- Destacado 1 -spot_img
Planificación de cultivos hortícolas Associació Sembra en Saó1
PLANIFICACIÓN DE CULTIVOS
QUÉ ES
Consiste en determinar fechas de plantación y cantidades para cada cultivo, con el
objetivo de disponer de una oferta estable y continua de productos.
Es una tarea difícil debido a la gran cantidad de variables que entran en juego, entre
ellas los factores climáticos y de manejo, que hacen que la planificación se base en
gran medida en la experiencia personal y las peculiaridades de cada finca. Una
planificación válida para una zona de costa puede no serlo para una zona de interior
situada a pocos kilómetros de distancia.
La planificación no es algo inamovible, está siempre sujeta a cambios, alimentándose
constantemente de la observación y la experimentación del agricultor. Es importante
por tanto llevar un buen registro.
La planificación tiene una relación directa con la rotación de cultivos, que es en
realidad una planificación a mayor escala temporal, teniendo en cuenta qué cultivos
sucederán a otros a lo largo de varias temporadas.
VENTAJAS DE LA PLANIFICACIÓN DE CULTIVOS
Permite una oferta estable y continua de productos.
Regula la utilización del terreno, facilitando que esté el menor tiempo posible
vacío.
Nos da una previsión de en qué momento va a ser necesario dedicarle más
tiempo al campo, o disponer de más mano de obra o de maquinaria específica.
Nos ofrece una previsión de gastos e ingresos.
Evita excesos de producción.
Si nos dedicamos a la venta, nos permite ofrecer un calendario de suministro a
nuestros clientes.
Permite una previsión de compra de insumos. Esto es importante si, por
ejemplo, compramos el plantel a un viverista y queremos disponer de grandes
cantidades de plantel de unas variedades concretas en una fecha determinada.
Si registramos correctamente los datos tendremos la oportunidad de ir
afinando año tras año nuestra planificación.
FACTORES A TENER EN CUENTA
El clima y la estación del año
Obviamente, nuestro clima y la estación del año en la que estemos determinarán qué
cultivos podemos o no podemos hacer. Muchas plantas son especialmente sensibles a
las temperaturas máximas-­?mínimas y al fotoperiodo. El cambio de estación influirá en
el acortamiento o alargamiento de los ciclos de cultivo: en otoño-­?invierno los ciclos de

Planificación de cultivos hortícolas Associació Sembra en Saó2
cultivo se amplían (tardan más tiempo en hacerse), así como el tiempo de recolección.
Conforme nos acercamos a la primavera-­?verano los ciclos y el tiempo de recolección
son más cortos. Por tanto a la hora de plantar hay que tener muy presente si estamos
haciéndolo de cara al frío o de cara al calor, es decir, si el día va a acortar o alargar,
cual va a ser la tendencia de las temperaturas, etc.
Ejemplo: la espinaca es un cultivo al que influyen decisivamente las condiciones
de luz y temperatura. Al alargarse los días (más de 14 horas de luz diurna) y al
superar la temperatura los 15ºC, las plantas pasan de la fase de formación de
hojas a la fase de subida a flor, momento en el que pierden sus cualidades para
el consumo. Cuando hace calor y el día se alarga las plantas permanecen en la
fase de formación de hojas muy poco tiempo, con lo que no se alcanza un
crecimiento adecuado. Por otro lado, las espinacas que se han desarrollado a
temperaturas muy bajas (5-­?15ºC de media mensual), en días muy cortos, típicos
de los meses invernales, florecen más rápidamente y en un porcentaje mayor
que las desarrolladas también en fotoperiodos cortos pero con temperaturas
más elevadas (15-­?26ºC). También las lluvias irregulares son perjudiciales para la
buena producción de espinacas y la sequía provoca una rápida subida a flor,
especialmente si se acompaña de temperaturas elevadas y de días largos.
En la zona de Valencia se supera el límite de 14 horas de luz diurna a primeros
de mayo. Lo lógico sería interrumpir la siembra a principios de año. Se podría
hacer una última siembra de espinacas a principios de marzo: tendrían 2 meses
para crecer (habría que buscar variedades de ciclo corto) antes de ser inducidas
a floración por el alargamiento del día.
Ejemplo: parece ser que la formación de la pella en coliflores depende de las
temperaturas, pues son necesarios varios días de temperaturas bajas, ente 10-­?
12ºC, para que se induzca su formación. Por encima de los 15º la planta sigue
haciendo hoja. Las temperaturas elevadas durante el día pueden inhibir la
inducción de la pella.
Ejemplo: el ciclo de cultivo de la lechuga varía enormemente según la época del
año, desde 1 mes en pleno verano hasta los casi 3 meses si se cultiva en invierno.
El ciclo de cultivo
Conocer el ciclo del cultivo en cuestión es básico a la hora de hacer una buena
planificación. Este conocimiento se consigue en gran medida con la experimentación y
la observación, por eso es tan importante recoger la información de manera clara y
constante, temporada a temporada.
Además de las fechas de siembra y de trasplante, así como otros aspectos relativos al
manejo del cultivo, para hacer números es importante saber:
El tiempo trascurrido hasta la cosecha: es decir, en cuánto tiempo estará listo
el producto para ser cosechado.
Ejemplo: la patata tarda entre 4 y 5 meses, mientras que una lechuga puede
estar lista en apenas 1 mes (desde el trasplante) en pleno verano.

Planificación de cultivos hortícolas Associació Sembra en Saó3

Para algunos cultivos existen cultivares de distinto ciclo (cultivares de ciclo
corto, medio, largo y extra-­?largo). Esto nos permite plantar en la misma fecha e
ir solapando las cosechas. Es una manera de escalonar alternativa al espaciado
en el tiempo de un mismo cultivar. En este punto es importante conocer bien el
material vegetal del que disponemos.
Ejemplo: en el mercado hay cultivares de coliflor de 90, 120, 140 días
Plantando estos cultivares en la misma fecha obtendremos una cosecha
escalonada.
El tiempo que durará la cosecha: es decir, la disponibilidad de producto desde
el momento en que empiezas a cosechar una plantación concreta hasta que
deja de ser productiva. Este es un factor clave. Su conocimiento es el que con
más precisión nos indicará el intervalo entre plantaciones, es decir, el
escalonado.
Ejemplos: la cosecha de brócoli, según el momento del año en el que estemos,
puede durar apenas una semana, ya que tienden a subir a flor rápidamente
(sobretodo si vamos hacia días más largos y calurosos). No debemos plantar
demasiada cantidad de golpe, a nos ser que tengamos asegurada su venta
rápida. Por el contrario, una plantación de zanahoria sembrada en otoño y
cosechada durante el invierno puede aguantarnos varios meses en la tierra. Sin
embargo una lechuga en pleno verano “se va” en apenas una semana (el
tiempo de cosecha, desde que alcanza la madurez hasta que sube a flor, se
reduce a una semana).
Estacionalidad y escalonado: hay que diferenciar entre los cultivos estacionales
(también llamados de temporada), y los cultivos de todo el año. Los primeros
tienen un ciclo de cultivo limitado a unos meses concretos y suelen plantarse
de una vez (aunque algunos permiten cierto escalonado también), mientras
que los segundos permiten un escalonado constante a lo largo del año.
Ejemplo: cultivos de hoja, como lechugas o acelgas, suelen escalonarse durante
todo el año (a grandes rasgos, cada dos semanas las lechugas y cada mes las
acelgas). Las espinacas también se escalonan pero solo durante los meses de
agosto a febrero. Por el contrario, la patata o la cebolla para seco se plantan
de una sola vez y se recogen también de una vez, para guardarse en las
condiciones adecuadas y ser consumidas a lo largo de varios meses.
Producción prevista: es decir, cuánto producto esperamos cosechar. En los
casos en los que se cosecha la planta entera es fácil de saber. En otros casos
podemos disponer de datos orientativos (de nuevo hay que tener en cuenta
que los mejores datos serán los que obtengamos con el paso del tiempo y
provengan directamente de nuestra observación). En el tabla del Anexo 1
recogemos valores de producción estimada para algunos cultivos (de manera
orientativa, pues estos datos dependen de muchos factores).

Planificación de cultivos
Ejemplo: sabemos que un cultivo de patata, bien manejado, puede producir en
una relación 1:20 (hay quien obtiene relaciones de 1:30 o más, con manejos
profesionales, normalmente con muchos aportes de insumos). Esto quiere decir
que por cada kilo de patata de siembra plantado se obtienen 20 kilos de
cosecha.
Los datos disponibles pueden ser del tipo kilos que produce una planta,
refiriéndose a la producción de una sola mata, o kilos por metro cuadrado,
refiriéndose a la plantación en general (en este caso hay que conocer bien los
marcos de plantación a los que se refieren los datos). También hay que tener en
cuenta que algunos cultivos de ciclo largo pasan por un ritmo de recolección
variable a lo largo del tiempo total de la cosecha.
Ejemplo: una mata de tomate para ensalada, bien manejada, puede producir
unos 10 kilos durante todo su ciclo de cultivo. Los tomates tienen un pico de
producción hacia mitad del ciclo, y luego empiezan a decaer. O la alcachofa, que
florece con mayor energía en primavera que en otoño.
En el caso de comercializar nuestras verduras con el formato de cajas
preparadas, los datos pueden ser del tipo plantas que necesitamos por caja. De
nuevo, esto dependerá mucho de las experiencias de otros años.
Porcentaje de margen: es un porcentaje que añadimos a nuestros cálculos para
compensar las pérdidas en el trasplante, por ataques de enfermedades o plagas,
robos… Una orientación puede ser el 20%.
Ejemplo: si pensamos plantar 100 lechugas, plantaremos 120 para disponer de
ese margen.
Consumo estimado
Hacer una buena estimación de lo que pensamos consumir de cada verdura es básico
para ajustar bien las cantidades. En el caso de huertos de autoconsumo esto es
relativamente fácil, pero cuando nos dedicamos profesionalmente a la venta la cosa se
complica, pues entran en juego muchos factores, como el tipo de canal de distribución,
las preferencias de los consumidores, etc.
HERRAMIENTAS PARA LA PLANIFICACIÓN
Para ir puliendo nuestra planificación, adaptada a las condiciones de nuestra zona de
cultivo, no solo es necesario observar. Hay que forzarse en llevar un registro ordenado
y claro de todas las observaciones, pues de lo contrario, por mucho que observemos,
al año siguiente muchas cosas se nos habrán olvidado y no recordaremos con
exactitud cuándo plantamos tal o cual producto, cómo lo escalonamos, cuánto tardó
en estar listo para su cosecha, etc. Aquí entran en juego las maravillosas tablas.
Tampoco es conveniente abusar de tablas y datos. Recomendamos usar dos tablas,
tres como máximo. Las hay de muchos tipos, más o menos detalladas.

Somos una asociación creada en 2005 con el objetivo de promover la

agricultura ecológica como forma de mejorar la calidad de vida de las
personas.
Entendemos la agroecología como una forma de producir alimentos
respetuosa con el productor, el consumidor y el medio ambiente, así como
una herramienta valiosísima para la educación ambiental.
Nuestro trabajo se centra principalmente en la creación de huertos ecológicos
que puedan ser aprovechados por diferentes colectivos.
Estamos comprometidos con la defensa de la Huerta de Valencia y la
promoción de su patrimonio histórico, cultural, natural y agrícola.
Más información en: www.sembraensao.org

- Destacado 2 -spot_img
- Silver 1 -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Silver 2 -spot_img

Últimas Noticias