Según Manrique, “no existe una escasez de plátano en el país”. A pesar de un ajuste natural en la productividad, con una baja del 10 al 15% debido a factores como la sequía y ciertas enfermedades, la producción sigue siendo suficiente para satisfacer tanto el mercado interno como las exportaciones.
Manrique destacó que el sector platanero atraviesa ciclos de mayor y menor productividad, algo habitual en la agricultura. En 2023, se registraron aproximadamente 151,000 hectáreas cultivadas de plátano, de las cuales un 30 a 40% son tecnificadas, lo que contribuye a un rendimiento más elevado. “Si bien hay sectores con baja productividad, han entrado al mercado nuevas áreas de siembra con muy buena productividad y proyecciones” acotó.
El 70% de la producción nacional se destina al consumo interno, mientras que el resto se dirige a la industria y la exportación. A pesar de las adversidades climáticas y los problemas como el moko, que han afectado al sector durante más de una década, se están cumpliendo todos los compromisos de abastecimiento.
“Es importante resaltar que, aunque enfrentamos desafíos, no estamos en una situación de desabastecimiento. La respuesta del sector ha sido positiva, enfocándose en prácticas agrícolas adecuadas para mantener la estabilidad en la producción de este alimento esencial” concluyó Manrique.