El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) ha lanzado un urgente llamado a la acción en la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), que se celebra del 2 al 13 de diciembre de 2024 en Riad, Arabia Saudita. La organización instó a realizar inversiones significativas para empoderar a los pequeños agricultores y así abordar la creciente degradación de la tierra y la desertificación, fenómenos que amenazan la seguridad alimentaria global, el clima y los ecosistemas.
Actualmente, alrededor del 40% de las tierras agrícolas del mundo están degradadas, afectando a la mitad de la población mundial. Este problema es particularmente grave en los países en desarrollo, donde los pequeños productores, que representan un tercio de la producción alimentaria mundial, se enfrentan a desafíos enormes para sustentar sus medios de vida. Según Álvaro Lario, presidente del FIDA, “el planeta pierde tierras fértiles cada año equivalentes al tamaño de Uganda, por lo que necesitamos urgentemente invertir para revertir este declive”.
Los beneficios de restaurar la tierra son considerables. El FIDA resalta que por cada dólar invertido en prácticas de restauración, se pueden generar hasta 30 dólares en beneficios económicos. Además, mejorar la salud del suelo puede reducir entre el 5 % y el 20 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y contribuir significativamente a la seguridad alimentaria mundial.
Sin embargo, la financiación destinada a la agricultura en los países en desarrollo sigue siendo insuficiente. Menos del 1 % de la financiación mundial para el clima llega a los pequeños productores, lo que representa una brecha de 75 mil millones de dólares anuales. “No solo necesitamos más financiación, sino también una financiación más inteligente”, destacó Lario, al subrayar que solo a través de la movilización de fondos del sector privado se podrán construir sistemas agroalimentarios más resilientes y sostenibles.
En la COP16, el FIDA también abordará los riesgos de la desertificación y la sequía, que amenazan los medios de vida de 1.500 millones de personas en todo el mundo, y que podrían forzar a 700 millones de personas a migrar hacia 2050. La organización también advirtió que la pérdida de tierras fértiles podría desencadenar conflictos violentos, debido a su impacto en la estabilidad económica de muchos países en desarrollo.
Como parte de su compromiso, el FIDA ha incrementado significativamente su inversión en la acción climática, pasando del 25 % al 40 % de su presupuesto en proyectos de restauración y soluciones basadas en la naturaleza. En 2024, el FIDA destinó más de 750 millones de dólares a ayudar a los pequeños productores a adaptarse al cambio climático, lo que marca un notable aumento respecto a años anteriores.
Durante la COP16, el FIDA presentará iniciativas como la Visión para Cultivos y Suelos Adaptados, destinada a impulsar la financiación para la adaptación climática, y el Programa Integrado de Sistemas Alimentarios, que busca transformar los sistemas agroalimentarios mundiales hacia un modelo más sostenible y resiliente.
El FIDA sigue comprometido con la restauración de la tierra, habiendo recuperado más de 1 millón de hectáreas entre 2015 y 2021, y continúa promoviendo prácticas agroecológicas que mejoran la productividad y preservan el medio ambiente. La organización insta a una acción conjunta y a movilizar fondos para restaurar las tierras degradadas, con el fin de garantizar un futuro seguro y próspero para todos.
https://www.ifad.org/es/w/noticias/cop16-con-inversiones-los-pequenos-productores-pueden-restaurar-las-tierras-y-generar-importantes-beneficios-economicos-climaticos-y-de-seguridad-alimentaria-para-el-planeta