Precios alcanzaron su nivel más bajo en cuatro años, estabilizándose cerca de US$64 por barril
El último Tanker Market Report de Gibson señala una fuerte presión a la baja en los precios del petróleo, comparable a la observada durante la pandemia. La caída se acentuó recientemente, cuando los precios descendieron un 18% hasta alcanzar su nivel más bajo en cuatro años, antes de estabilizarse en torno a los US$64 por barril, tras la suspensión temporal de aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos, salvo con China.
La política comercial estadounidense se mantiene como el principal factor de influencia, aunque la decisión de la OPEP+ de acelerar los aumentos de producción en un contexto de desaceleración de la demanda genera incertidumbre en el mercado. Los analistas anticipan una alta inestabilidad en los precios mientras persistan los cambios en las políticas económicas y comerciales.
Uno de los sectores más expuestos a estos movimientos es el de los productores de petróleo no convencional en Estados Unidos. De acuerdo con datos del Banco Federal de Dallas, los operadores en las cuencas de Permian y Eagle Ford necesitan precios superiores a los US$61 por barril para iniciar nuevos pozos. La reducción en el conteo de plataformas, con una baja de nueve en una semana, refuerza la expectativa de un ajuste en la producción.
La OPEP+ podría verse obligada a reconsiderar su estrategia. Aunque el grupo tiene mayor capacidad para soportar precios bajos en comparación con Estados Unidos., muchos de sus miembros requieren precios elevados para equilibrar sus presupuestos nacionales. A corto plazo, los precios reducidos podrían incentivar a grandes importadores, como China, a aumentar sus reservas estratégicas y comerciales, lo que impulsa el comercio marítimo.
No obstante, un mayor uso de crudo nacional para llenar las reservas estratégicas de Estados Unidos podría reducir la demanda de transporte marítimo, especialmente si se recurre a petróleo local. De igual forma, el impacto en el consumo será incierto, dado que la debilidad económica general puede limitar cualquier estímulo derivado de precios más bajos.
El mercado también vigila señales de un posible escenario de contango, donde el precio futuro del crudo supera al precio actual. Aunque no se espera que alcance los niveles de 2020, este fenómeno podría abrir la puerta al almacenamiento flotante, aunque los inventarios terrestres, aún por debajo del promedio de cinco años, tendrían prioridad.
En el plano geopolítico, los precios más bajos están facilitando el comercio con Rusia. El crudo ESPO cayó por debajo del tope impuesto por el G7, lo que habilita a operadores y armadores occidentales a participar legalmente en su transporte, desplazando en algunos casos a buques de la “flota en la sombra”. Las tarifas de flete para rutas como Kozmino–norte de China ya reflejan este cambio.
Por otro lado, los márgenes de refinería, hasta ahora estables, podrían resentirse si la demanda continúa disminuyendo, lo que abriría la posibilidad de reducciones en la producción e incluso el cierre de instalaciones antiguas.
Mercado de petróleo crudo en el Golfo de EE.UU. y América Latina
Los mercados de crudo del Golfo de Estados Unidos. y de América Latina registraron un descenso en la actividad y en las tarifas. La ruta EE.UU.– China cayó a US$8,25 millones, mientras que Brasil–China bajó a 57 WS. La incorporación de más buques vacíos en el mercado aumenta la competencia, en un contexto de exportaciones moderadas tanto desde el Golfo estadounidense como desde Brasil.
Por MundoMaritimo