Santiago García es un guarandeño que reside en Flavio Alfaro desde hace 3 años y se dedica a la porcicultura (cría de cerdos).
García llevaba a vender a Guaranda entre 20 y 30 cerdos al mercado de esa localidad, pero desde hace unos 6 meses el negocio ha decaído notablemente, y ahora tiene que venderlos como lechones en la feria de Santo Domingo los lunes y martes de cada semana, indicó este comerciante.
Estos lechones, de aproximadamente 30 días de nacidos, tenían un costo entre 50 y 75 dólares hace unos meses, pero ahora en dicha feria se los comercializa a 20 y 30 dólares, lo que, según García, les ocasiona pérdidas.
Para el porcicultor una de las razones de esta debacle del negocio de la crianza de cerdos para venderlos como lechones o una vez engordados, radica en la entrada indiscriminada de estos animales desde los países vecinos Colombia y Perú, donde el proceso de crianza resulta más barato.
Según lo manifestado, los insumos son mucho más económicos y con esto la competencia en las ferias a las que asiste es desleal y les resulta perjudicial, señaló.
OTROS PROBLEMAS. En Flavio Alfaro otro problema es el bajo precio de la carne de cerdo. Julio Rivadeneira, otro porcicultor que tiene unos 2 años en este negocio, dijo que en el último feriado de navidad y fin de año pensó obtener muchas ganancias con la venta de varios cerdos a comerciantes que se dedican a la venta de piernas y chuletas en frigoríficos locales.
El precio de venta fue entre $ 1,50 y 2 dólares por libra en pie. Este emprendedor dice estar preocupado y la única alternativa es faenarlo y él mismo venderlo al público, para de esta forma recuperar el capital invertido y ver si se puede obtener alguna ganancia.
PEDIDO. Estos porcicultores de la zona rural de Ciriaco, en Flavio Alfaro, piden a las autoridades de Agrocalidad y del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) mayor control en las fronteras, ya que la entrada de estos animales no les permite llevar a vender su producto a ciudades de la sierra ecuatoriana, donde los clientes pagan un mejor precio.
Por su parte Santiago García tiene unas 10 puercas parenderas que paren unas 3 veces al año. García cuenta que antes vendía unos 100 puercos mensuales en Guaranda, pero “hoy no hay mercado para mis animales y tengo que comercializarlos como lechones en las ferias ganaderas y a bajos precios”, dijo.
A Julio Rivadeneira le parieron entre navidad y fin de año 2 de las 10 puercas parenderas que tiene, y juntas fueron más de 20 cerdos y aún no sabe si venderlos como lechones o engordarlos a la espera de que el precio de la carne suba y mejore la rentabilidad de este negocio.
OTROS DERIVADOS. En Flavio Alfaro la carne del cerdo no es lo único apetecido, los derivados de este animal como las vísceras sirven para la elaboración de la longaniza, el chorizo, morcilla; con su asadura se elabora el arroz del menudo, con la cabeza o “hupa” se elabora el tradicional hornado con maní, las orejas para hacer los bollos, las patas del chancho también sirven para elaborar las apetecidas patas lampreadas.
García comentó que el mercado local no es bueno para la venta de cerdos de engorde, por eso prefiere llevarlos a Guaranda y otros sectores de la Sierra, donde son los preferidos y se obtiene un mejor precio.
Fuente: El Diario | ElProductor.com