Quien despierta antes del amanecer y escucha el trinar de los pájaros, o quien se detiene en medio de la rutina y mira su entorno, sabe que Quito es el hogar de decenas de especies de aves.

Los gorriones, las tórtolas y los mirlos son los plumíferos que más se observan en las avenidas.

Alrededor de 120 especies de aves se toman el cielo de la ciudad todos los días. Algunas, sin temor, vuelan entre la gente o entre los carros, otras prefieren quedarse en la tranquilidad de un parque o un jardín. Guirahuro, pájaro brujo, quilico, jilguero, carpintero, quinde herrero, colibrí gigante y quinde bunga son algunas de las aves que llenan de colorido la ciudad. Según el ornitólogo Juan Manuel Carrión, director del Zoológico de Quito en Guayllabamba, en todo el Distrito Metropolitano de Quito, incluyendo sus parroquias urbanas y rurales, hay 550 especies de aves. Él calcula que solo en un parque se observarían entre 25 a 30 especies, mientras que al caminar por la ciudad se verían de 15 a 20 especies.

Las comunidades de aves en todo paisaje que está en transformación son dinámicas. Aunque décadas atrás existían pocos libros que registrasen esta movilidad en la capital.

Carrión explica que hace 100 años en Quito existían más aves acuáticas porque había humedales. Señala que en 1926, Frank Chapman, ornitólogo estadounidense, publicó un libro sobre las aves en Ecuador y registró 30 especies de aves acuáticas que se encontraban en las orillas de las lagunas en el sector de La Carolina, norte de la urbe.

El desarrollo urbanístico ha hecho que este tipo de hábitats, tanto humedales como laderas, desaparezcan.

De acuerdo con Eliana Montenegro, representante de la Fundación Jocotoco, Quito está construido sobre quebradas, que originalmente eran más de 130. “Conforme la ciudad creció estas se fueron rellenando y actualmente quedan alrededor 35, pero muchas de ellas son usadas como botaderos de basura; las pocas que se conservan están ubicadas dentro de los parques”.

Las quebradas son el remanente de vegetación nativa de Quito, de ahí que es el hábitat natural ideal de diversos tipos de pájaros. Para muchos plumíferos ‘la carita de Dios’ es un paraje más dentro de sus largos viajes.

Entre septiembre y marzo se puede observar a las aves migratorias que llegan desde el norte del hemisferio alejándose del invierno.

Cada año, por ejemplo, cientos de pájaros viajeros encuentran refugio en el Reservorio de Cumbayá, donde se destaca la presencia del águila pescadora (Pandion haliaetus) y de bandadas de hasta 200 individuos de las cercetas aliazules (Anas discors), un tipo de pato. Según Sandy Espinoza, coordinadora de Aves Quito, la tángara roja (Piranga rubra), conocida como rocoto, es una de las aves migratorias más fáciles de observar, porque incluso llega a los jardines de la ciudad.

Otro plumífero migratorio que se ha observado dentro de la zona urbana, en el sector de La Mariscal, es el halcón peregrino. De acuerdo con el II Conteo Navideño Urbano de Aves en Quito, realizado en diciembre del año pasado por el Colectivo de observadores Aves Quito, en un día se registraron un total de 120 especies, 4.227 individuos.

El ave con mayor población fue la tórtola orejuda con 628 individuos; la más grande fue el guarro o águila pechinegra, mientras que la más pequeña fue el quinde soldado. Según Espinoza, estas especies son un importante indicador del cambio climático. La migración de estos individuos es externa y también interna.

Actualmente se observa en la capital aves cuyo hábitat es a menor altura. Se han registrado especies de tángaras que viven a no más de 1.800 o 2.000 m s.n.m.

Quito se encuentra a 2.800 m s.n.m. De acuerdo con Carrión, hay al menos 5 especies de aves de amplia distribución subtropical, frecuentes en Santo Domingo de los Tsáchilas y en Mindo, que están llegando a los valles temperados que ahora son subtropicales. Menciona que el problema es que aquellas que están en los páramos no tienen posibilidades de ir a sitios más altos.

Para Carrión, Ecuador es campeón mundial en aves. Numéricamente está en el cuarto lugar, después de Perú, Colombia y Brasil. Sin embargo, dice que el país tiene más aves por metro cuadrado.

Las 1.650 especies que hay en Ecuador representan cerca del 17% del total mundial.

Para conservarlas, los especialistas recomiendan cuidar los espacios verdes, sembrar plantas endémicas, y crear bebederos y alimentadores de aves en los jardines. (I)

DATOS

El Distrito Metropolitano de Quito está ubicado entre los ramales de las cordilleras Oriental y Occidental, enclave que alberga gran variedad de ecosistemas como el bosque tropical, al noroccidente; el bosque seco hacia Guayllabamba; el bosque andino y el páramo hacia ambas cordilleras. El territorio del Distrito abarca 424.062 ha, el 35% corresponde a áreas naturales conservadas, como 27 bosques y parques metropolitanos que acogen a más de 450 especies de aves.

Fuente: El Telégrafo | ElProductor.com

 

 

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