A las organizaciones y movimientos indígenas les preocupa el nuevo Código del Ambiente, que aún se encuentra en consulta prelegislativa en la Asamblea Nacional. Las confederaciones Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) y de Pueblos y Organizaciones Indígenas-Campesinas del Ecuador (FEI) consideran que la norma debe proteger a los manglares, ojos de agua y páramos, así como conservar el manejo agroecológico ancestral.

Un total de 101 organizaciones y movimientos indígenas y sociales de todo el país presentaron sus observaciones a la norma.

Según Carlos Viteri, presidente de la comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional, las audiencias provinciales se realizarán en marzo y en abril, que aportarán al informe para segundo debate. Por ello aspira a que en mayo se apruebe el proyecto en el pleno.

Santos Villamar, presidente de la Fenocin, señaló que ellos aún debaten las propuestas, pero que a la organización le interesa el conocimiento ancestral y las tierras comunitarias. Esta semana se reunirán en Quito para analizar los planteamientos. En esta cita participarán sobre todo representantes de la Sierra, específicamente de Imbabura, Tungurahua, Chimborazo, así dirigentes de la Amazonía que están interesados en el nuevo código.

Para Miguel Lluco, de Pachakutik Chimborazo, la norma es necesaria. Aspira a que haya coherencia con leyes como la de Tierra y Agua “para que no se interfieran los procesos y se viabilicen los derechos de la naturaleza”.

Según su criterio tiene que haber responsabilidad tanto de las autoridades como de la ciudadanía. “Se debe ver a la contaminación no como algo en litigio de la Amazonía, sino como una conducta frente a la naturaleza, desde el hecho de botar basura y contaminar”.

El líder indígena estimó como esencial que esta norma exija la disminución en la agricultura de los productos nocivos y promueva medidas para contrarrestar la afectación del cambio climático.

Ese criterio lo compartió José Agualsaca, presidente de FEI, quien cree que el Código de Ambiente será fundamental en la protección de los manglares, ojos de agua y páramos, “que son la esponja del mundo”. Para él es necesaria esta protección “porque si no a largo plazo se afectará a las fuentes de agua y llegará un momento determinado en que nos quedemos sin ella”.

Agualsaca manifestó que el Estado debe regular y normar, así como delimitar los sitios de producción sin afectar a los ojos  de agua y colchones del líquido vital.

Considera indispensable el énfasis a los proyectos de reforestación con plantas nativas, así como la preservación de la agrobiodiversidad  y los conocimientos ancestrales. Sobre este último punto indicó que el conocimiento para las comunas es esencial, porque allí se habla de fertilidad de la tierra, construcción de zanjas, que es una técnica que realizan los indígenas desde hace generaciones.

Por ejemplo en la Sierra el manejo agroecológico tiene que ver con la siembra con abono orgánico y humus y la eliminación de productos nocivos para la salud.

Según Agualsaca, el Código de Ambiente construye un modelo de desarrollo alternativo frente a la producción industrial, y por ello, la norma va de la mano de las leyes de Tierra, Soberanía y Agua.

Viteri aclaró que previo a las audiencias provinciales de marzo han sido identificados los temas de consenso, disenso y aquellos en los que no hay  observaciones.  Y efectivamente el conocimiento ancestral de la sociedad de la biodiversidad  es uno de los temas de mayor interés. “A veces las objeciones son a priori y sin conocimiento a fondo. Las audiencias nos permitirán ahondar y profundizar en el mayor conocimiento sobre los temas, de tal manera que la redacción recoja sus aspiraciones”, dijo.

Estimó que hay consenso en el 77% de los temas,  en el 4% hay disenso y en el 19% la gente no opina.  “Ya tenemos una panorámica sobre las preocupaciones para plantear mecanismos de mayor información y aclaración”.

A su criterio, Ecuador es un referente al reconocer los derechos de la naturaleza en la Constitución. “Ecuador es un país que ha sido protagonista del debate internacional al plantear propuestas alternativas y coherentes de preocupación frente al ambiente mundial. Necesitamos un código que actualice las normas dispersas”, dijo, a la vez que señaló que actualmente hay disposiciones que datan de los años setenta y fueron generadas en la dictadura y ahora  deben ser alineadas a la Constitución.

Precisó que el código tiene supremacía sobre otras normas secundarias, a fin de apuntalar el proceso de construcción del paradigma del Sumak Kawsay, que supone el equilibrio entre el ser humano, la economía y el medio ambiente.

Normas dispersas

Marcela Aguiñaga, segunda vicepresidenta de la Asamblea e integrante de la Comisión de Biodiversidad, dijo que el Código de Ambiente recoge leyes ambientales dispersas como el Código de Salud, la Ley de control y prevención de la contaminación, así como normas de otros regímenes especiales. “Buscamos contar con un solo código claro, unificado, acorde a los mandatos de la Constitución de Montecristi de 2008”.

Al término de la consulta prelegislativa en marzo los asambleístas invitarán a jóvenes, activistas y movimientos sociales para que participen en la construcción del proyecto, que esperan “que ampare la Ley de Bosques, así como medidas para reducir la contaminación, políticas generales para combatir el cambio climático, “que es un hecho real y no como los escépticos dicen que es un fenómeno científico”. Pero “no será una ley sancionadora, sino que  generará incentivos”.

Nueva agencia de control

Viteri detalló que el nuevo código propone la creación de una agencia de control ambiental, adscrita al Ministerio del ramo. Esta institución vigilará el cabal cumplimiento de las políticas nacionales que defina la cartera de Estado, pero también “acompañará y capacitará a los demás actores de la  gestión ambiental en el cumplimiento de sus funciones”.

Aguiñaga tiene “dudas  y reparos” sobre la agencia,  porque considera que la actual autoridad ambiental “es altamente descentralizable”. Opinó que en el modelo adecuado, que siguen otros países en América Latina y en el mundo, las autoridades locales como los Municipios tienen competencias ambientales. “No es necesario crear mayor institucionalidad, más aun cuando tenemos un Ministerio fortalecido en 9 años”.

Viteri cree que el Código permitirá una institucionalidad eficiente en la gestión ambiental, con la que los gobiernos autónomos descentralizados asumirán las competencias en sus territorios”. (I)

Ingenios también está en consulta prelegislativa

El Código de Ambiente no es la única norma que actualmente se encuentra en consulta prelegislativa. También lo está el Código Ingenios. La inscripción para que las organizaciones y movimientos sociales participen terminó ayer.

La Comisión de Educación, presidida por el asambleísta Raúl Abad, identificó 3 temas sustantivos para esta norma, entre los que se encuentran el acceso, uso y aprovechamiento de la biodiversidad y conocimientos ancestrales; la investigación y los conocimientos ancestrales y la biodiversidad, así como quiénes son los legítimos poseedores de los conocimientos ancestrales.

La normativa “busca transformar la legislación en materia de uso, generación, aprovechamiento y distribución del bien de interés público como lo es conocimiento”, dijo la asambleísta Verónica Rodríguez. También destacó que “para el efecto plantea derogar la actual Ley de Propiedad Intelectual y reformar cuestiones tributarias, de contratación pública, entre otras”.

La propuesta de ley está integrada por 4 libros y cerca de 600 artículos. Se contemplan 11 principios esenciales: derecho a compartir conocimientos, incentivos económicos para favorecer la innovación, medicamentos más baratos, impulso a inventos nacionales, Internet como servicio básico, apoyo y revalorización del investigador, larga vida a la tecnología, impulso al software libre y  combate a la biopiratería, entre otros.

 

 

 

 

Fuente: El Telégrafo | ElProductor.com

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