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La diversidad de derivados que se obtienen de la ciruelas genera réditos económicos como para mantener a una familia estable y feliz. Miriam Lara, desde muy pequeña se dedicó a promocionar lo que es la mermelada, licor de ciruelas y su fruto.
La mujer, de aproximadamente 57 años de edad, cada fin de semana llega desde la parroquia de Ambuquí hasta la explanada del Parque Ciudad Blanca para vender su producto. El trabajo consiste en la comercialización del fruto y sus derivados.
Doña Miriam destaca que sí existe preferencia por el fruto en la localidad. Dice que la venta es paulatina, pero que sale el producto. En la actualidad, la comerciante forma parte de la red de micro emprendedores que se asociaron en la denominada Tienda Comunitaria, que fue impulsada desde el Municipio de Ibarra.
Desde la gestión local, Lara menciona que es una oportunidad para buscar un mercado, sin embargo agregó que hace falta promocionar al lugar, por eso también ahora sale a la feria del fin de semana, donde la afluencia de público al parque más extenso de Ibarra es prominente. “Tengo cuatro meses de pertenecer a la Tienda Comunitaria. Mi iniciativa es a través de generaciones donde hemos aprendido a hacer la mermelada de ciruela, con el trabajo que se inicia en elaborar el caramelo para luego poner el jugo del fruto y en una hora aproximadamente está el punto de cocción terminado”.
Así mismo indicó cómo elabora el licor de ciruela, que no sobrepasa más de cinco grados de alcohol. “Para que esté en su punto se debe fermentar el producto previamente aplastado por un buen tiempo. Posteriormente se cocina para evitar el aspecto fuerte de su esencia y finalmente destilarlo”.
Con la actividad de cerca de 10 años y que aún la mantiene sobrevive y saca adelante a su familia, que está compuesta por cinco hijos, los mismos que poseen su independencia.
TOME NOTA
En la actualidad existen dos tonalidades de color de ciruelas: rojo y amarillo. Este último se cosecha de la mata muy tierno.
Fuente: La Hora| ElProductor.com
