En la avenida España, varios locales cerraron o trasladaron negocios a otro sector. Piden celeridad en obras del Tranvía.

Negocios con difícil acceso, escasos clientes consultando precios; locales vacíos con grandes carteles que dicen “Se Arrienda”, son consecuencias de las bajas ventas en la avenida España, sector automotriz por excelencia, otrora el punto obligado de visita para los que querían adquirir o vender un vehículo.

Aunque en la zona mantiene el predominio de los locales de la venta de autos nuevos y usados, ciertamente es en menor proporción que antes, indicó, René Pinos, presidente de la Asociación de Propietarios de Patios de Vehículos Cuenca”, (Aprovec).

Muchos ya optaron por salir de la zona y buscar un nuevo nicho de mercado por sectores como la avenida Huayna Cápac. Otros se asociaron para compartir gastos operativos e incluso renegociaron costos de los arriendos para mantener la actividad.

También están los casos más graves de comerciantes que cerraron locales para dedicarse a otras labores, argumentó, el dirigente a quién también la crisis golpeó y obligó a trasladar su parquedero desde la España a la mencionada avenida.

“Ha sido difícil para los 42 agremiados, primero fue el perjuicio por las obras del Tranvía, remata esto de la crisis que vive el país, ojalá pronto haya una solución”, indicó. Como este gremio hay otros, que están en similares condiciones, aseguró.

Mauricio Orellana gerente de Autocomercio Orellana, coincide que la situación es complicada porque las ventas disminuyeron en un 60%. “Quien asume los costos sociales y económicos que estamos pasando”, expresó.

Crisis

Hugo León, vendedor del local HLG vehículos, habló de más de 50% de perjuicio que inició cuando se abrieron calles y la circulación quedó restringida. Aunque ahora ya se puede circular por el sector, la situación no ha mejorado. “La gente va por otros lados porque no es sencilla la circulación, en nuestro caso el local es propio y podemos soportar mejor la mala situación”, aseguró.

Benigno Delgado, asistente administrativo de Autocomercio Astudillo, (ACA), contó que hubo que recortar costos despidiendo a personal. En este local las ventas en promedio bajaron en un 70%. “No solo es por el Tranvía, la crisis económica actual genera que la gente no invierta ya cerramos locales en Quito y Guayaquil”, apuntó.

Los efectos del Proyecto Tranvía no ha todos perjudica, por ejemplo en el Centro Histórico las calles aledañas a la Gran Colombia y Lamar, se ven robustecidas con gran afluencia de gente. En la Bolívar, Sandra Chapa propietaria de un local de bisutería y lencería confiesa que tiene mayor demanda de sus productos. “Como es difícil transitar por allá, obvio la gente viene por acá y mientras más gente pasa hay más oportunidades de hacer una venta”, comentó.

 

 

 

Fuente: El Mercurio | ElProductor.com

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