Hace 2 años, Niels Morgenthaler (ingeniero en administración de empresas) y Dominique Granda (cosmetóloga) perdieron sus empleos formales y decidieron buscar una alternativa para tener ingresos propios. Al principio, la pareja de esposos tuvo la idea de montar un negocio de entrega de recuerdos para eventos sociales y fue ahí cuando ingresaron en la elaboración de jabonería artesanal como una alternativa. Hoy cuentan con una línea de productos naturales, libre de químicos perjudiciales para el cuidado corporal.
Solo usan glicerina y esencias para la elaboración de sus productos. Bautizaron a su empresa como Láskanie, que significa caricia en eslovaco. Ofrecen jabones, lociones, cremas y exfoliantes, que los elaboran de forma artesanal. Usan aceites naturales, esencias frutales (naranja, lavanda, romero, limón, hierbaluisa, maracuyá). No usan aceites petroquímicos y aquello consideran como una ventaja. Trabajar con maracuyá fue una de las ventajas que encontraron, por ello han elaborado una línea de exfoliante, jabón y crema de esta fruta.
Tienen alrededor de 50 tipo de jabones como lavanda, romero, leche, kiwi. Morgenthaler apuesta por el instinto para la elaboración de cada fragancia. «Lo que no utilizamos nosotros no lo vendemos, si no huele bien para nosotros, no huele bien para los demás”, agregó. Como Niels Morgenthaler y Dominique Granda, más de 300 emprendedores buscan espacios a través de la producción artesanal. Todos ellos exponen en Galería Ecuador, que es un espacio que abre sus puertas para productores nacionales. Actualmente tienen 5 locales en Quito y Galápagos.
La tienda más grande está ubicada en la Reina Victoria y Lizardo García, al norte de Quito, en donde cuentan con 14 salas de exposición, en donde realizan demostración en vivo de sus productos. Adriana Alomía, gerente de Galería Ecuador, contó que más del 60% de las personas que acuden a la tienda son extranjeros y por ello aspiran que los medianos y pequeños productores ecuatorianos sean reconocidos por sus productos a nivel internacional.
Este es el caso de un grupo de mujeres indígenas, oriundas de Peguche, que es una población localizada a 10 minutos de Otavalo (Imbabura), quienes realizan chales, ponchos, manteles, mantas y bolsos. Su materia prima es el algodón, alpaca y lana. Bautizaron a su organización campesina como Huarmi-Maqui, que significa Manos de Mujer. Matilde Lema, de 72 años, motivó a este grupo de 9 mujeres a seguir adelante con este emprendimiento. “Trabajo con mis hijas y otro grupo de mujeres. El trabajo es coordinado: unas hacen bordados, otras hilan, mientras que el resto se dedica a flecos y tejer”, comentó Lema.
Las mujeres trabajan bajo pedido, por el momento, también les colabora un hombre que se encarga de tejer, sin embargo,»todo depende de la producción que tengamos», dijo. “Cuando una es artesana busca calidad. Nos toca golpear la puerta para buscar sitios en donde reconozcan el trabajo, gracias a la Galería han valorado mucho el trabajo», señaló. Otra microempresaria que exhibe sus productos en Galería Ecuador es Paula Castillo de 25 años.

Elabora bálsamos labiales y cremas con más de 20 productos tradicionales de chocolate, maracuyá, hierba luisa y miel. Esta iniciativa empezó como un proyecto universitario de Castillo, junto a 4 compañeros de aula. Dijo que tras un estudio de mercado se dieron cuenta que la gente busca otro tipo de aromas que vayan más allá de los tradicionales de fresa y menta. Comentó que los productos tienen fuerte aceptación por fuera del país. «Los extranjeros nos piden por mail los productos de chocolate y maracuyá, porque llegan a fascinarles” agregó Castillo.

Fuente: El Telégrafo | ElProductor.com

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