El mayor importador de papaya Golden de Norteamérica está informando de una continua escasez en el suministro de papaya brasileña, provocada por un calor extraordinario y una sequía relacionada con El Niño en los meses pasados. Se prevé que esta escasez se prolongue hasta julio.
HLB Specialties se abastece de cuatro productores de papaya brasileños distintos, entre ellos Caliman Agricola, el mayor productor de papaya Golden del mundo. Los cuatro proveedores informan de una caída drástica de la producción causada por tres factores principales: un elevado calor que ha destruido las flores, falta de lluvia y el inicio del invierno.
El verano en la zona productora de Espírito Santo ha sido especialmente caluroso, tanto que ha destruido muchas de las flores que se habrían convertido en frutas. Las frutas que han sobrevivido se están desarrollando poco, pues el calor ha provocado que maduren antes de alcanzar calibres más grandes. En estos momentos, más del 50 por ciento del cultivo de HLB es de calibre entre 10 y 12, mientras que en circunstancias normales, la producción comercial de papaya Golden se concentra en los calibres 8, 9 y 10.
Al calor se ha sumado la falta de agua. La región recibe una media de 90 a 119 centímetros de lluvia al año, y en 2015 recibió menos de 58. La escasez de lluvia no solo ha afectado a los cultivos, sino que, además, no ha permitido llenar los embalses de riego de los que depende Caliman para compensar la escasez de lluvia.
«La sequía que estamos viviendo en la región productora de papaya no tiene precedentes y es devastadora», explica Melissa Hartmann de Barros, directora de comunicaciones de HLB Specialties. «Los habitantes de la zona dicen que la última vez que vieron unas condiciones similares fue en los años 50». Los precios de la papaya en Brasil también se han elevado de forma drástica; en algunos lugares, se ha triplicado el precio original.
En Brasil, el invierno empezará en junio, por lo que las temperaturas ya están descendiendo, lo que ayudará al calibre de la fruta. Desgraciadamente, en invierno no llueve mucho. No obstante, puesto que los patrones de lluvia han sido totalmente impredecibles en los últimos años, HLB Specialties muestra cautela a la hora de hacer un pronóstico. «La escasez podría durar varios meses más, pero esperemos que las cosas mejoren en julio», añade Hartmann de Barros. Señala que el lado positivo es que la producción de papaya se recupera muy deprisa. Es un cultivo rápido y los árboles pueden volver a dar fruto cuatro meses después de experimentar un trauma, lo que sin duda es el tiempo que está haciendo.
Fuente: Fresh Plaza | ElProductor.com

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