Ecuador: La fuerza bananera se bloquea

Muchos planes de expansión deberán esperar tras conocer que el rey de la exportación y principal imán de dólares está aletargado, estancado. Es que cuando el banano tose Ecuador se resfría.

No solo sufre el agro. Sufren los puertos que mueven menos carga; sufren los vendedores de insumos; sufren las industrias plásticas; sufren las cartoneras; sufre la transportación. Cuando el banano está mal, todos estamos mal.

La fruta representa el 20 % (datos a mayo) de las exportaciones del Ecuador, apenas $ 500 millones menos que el dinero generado por el petróleo. Pero en el último semestre los datos no son muy halagüeños: el crecimiento de las ventas, en cajas de 18,14 kilos, fue de solo el 0,70 %. Nada comparado con el 17,89 % y 7,89 % de crecimiento de 2014 y 2015.

Según la Asociación de Exportadores de Banano (AEBE) la actividad bananera genera fuentes de trabajos directos e indirectos a 2 millones de personas involucradas en las diferentes etapas de su cadena de valor. Solo en transporte de las fincas a los puertos son necesarios, cada año, alrededor de 300.000 fletes de camiones, que es lo que da vía, por ejemplo, a los puertos de Guayaquil y de Machala, por donde se mueve el 100 % de la fruta.

Lo peligroso es el constante deterioro de las exportaciones a los mercados de mejores precios en el mundo: Estados Unidos y la Unión Europea, donde el producto centroamericano (incluido el colombiano) está ocupando más de las perchas de los supermercados.

Aunque en los primeros meses del año Ecuador ha contrarrestado temporalmente aquello por los problemas de producción que tuvieron Guatemala y Colombia.

En el 2010 Ecuador abastecía del 21,7 y 45,77 % de las necesidades de EE. UU. y el mercado comunitario europeo, respectivamente, pero en 2016 esa participación cayó a 15,55 y 32,10 %, dice AEBE.

En los seis primeros meses las fincas nacionales tuvieron que lidiar con problemas de sigatoka negra, que influye en el volumen de carga que sale al exterior, pese a que los precios de la fruta spot (que no está bajo contrato) se han mantenido buenos, relata a Diario EXPRESO un representante de los exportadores nacionales.

Las grandes multinacionales que llevaban guineo centroamericano, Dole, Chiquita, Del Monte recurrieron a Ecuador para poder cumplir sus compromisos, lo cual “estabilizó” un primer semestre que en otras condiciones hubiese sido más complicado, ya que es época de vacaciones en Europa.

A eso se añade que el principal comprador de banana, Rusia, comenzó a mejorar su economía luego de los problemas del 2015, cuando la devaluación del rubro y la iliquidez de algunos comercializadores afectaron la demanda y el pago puntual a los proveedores.

Aunque desde El Oro señalan que todavía algunas empresas pagan por debajo del precio oficial, ya que actúan con intermediarios, “que ahora no solo son personas, sino gremios”.

La tesis ha sido expuesta por el dirigente y productor de El Oro, Jorge Toapanta, para quien eso le resta al menos 1 dólar, en el mejor de los casos a los pequeños bananeros que, en la provincia, son mayoría.

Muchos planes de expansión deberán esperar tras conocer que el rey de la exportación y principal imán de dólares está aletargado, estancado. Es que cuando el banano tose Ecuador se resfría.

No solo sufre el agro. Sufren los puertos que mueven menos carga; sufren los vendedores de insumos; sufren las industrias plásticas; sufren las cartoneras; sufre la transportación. Cuando el banano está mal, todos estamos mal.

La fruta representa el 20 % (datos a mayo) de las exportaciones del Ecuador, apenas $ 500 millones menos que el dinero generado por el petróleo. Pero en el último semestre los datos no son muy halagüeños: el crecimiento de las ventas, en cajas de 18,14 kilos, fue de solo el 0,70 %. Nada comparado con el 17,89 % y 7,89 % de crecimiento de 2014 y 2015.

Según la Asociación de Exportadores de Banano (AEBE) la actividad bananera genera fuentes de trabajos directos e indirectos a 2 millones de personas involucradas en las diferentes etapas de su cadena de valor. Solo en transporte de las fincas a los puertos son necesarios, cada año, alrededor de 300.000 fletes de camiones, que es lo que da vía, por ejemplo, a los puertos de Guayaquil y de Machala, por donde se mueve el 100 % de la fruta.

Lo peligroso es el constante deterioro de las exportaciones a los mercados de mejores precios en el mundo: Estados Unidos y la Unión Europea, donde el producto centroamericano (incluido el colombiano) está ocupando más de las perchas de los supermercados.

Aunque en los primeros meses del año Ecuador ha contrarrestado temporalmente aquello por los problemas de producción que tuvieron Guatemala y Colombia.

En el 2010 Ecuador abastecía del 21,7 y 45,77 % de las necesidades de EE. UU. y el mercado comunitario europeo, respectivamente, pero en 2016 esa participación cayó a 15,55 y 32,10 %, dice AEBE.

En los seis primeros meses las fincas nacionales tuvieron que lidiar con problemas de sigatoka negra, que influye en el volumen de carga que sale al exterior, pese a que los precios de la fruta spot (que no está bajo contrato) se han mantenido buenos, relata a Diario EXPRESO un representante de los exportadores nacionales.

Las grandes multinacionales que llevaban guineo centroamericano, Dole, Chiquita, Del Monte recurrieron a Ecuador para poder cumplir sus compromisos, lo cual “estabilizó” un primer semestre que en otras condiciones hubiese sido más complicado, ya que es época de vacaciones en Europa.

A eso se añade que el principal comprador de banana, Rusia, comenzó a mejorar su economía luego de los problemas del 2015, cuando la devaluación del rubro y la iliquidez de algunos comercializadores afectaron la demanda y el pago puntual a los proveedores.

Aunque desde El Oro señalan que todavía algunas empresas pagan por debajo del precio oficial, ya que actúan con intermediarios, “que ahora no solo son personas, sino gremios”.

La tesis ha sido expuesta por el dirigente y productor de El Oro, Jorge Toapanta, para quien eso le resta al menos 1 dólar, en el mejor de los casos a los pequeños bananeros que, en la provincia, son mayoría.