Ecuador es el sitio donde todo quien se precie de buen atunero quiere estar. Es aquí donde está el póker de las más prestigiosas empresas de mundo. Pero hay una, la más importante de América Latina, que aún no es parte de multinacional alguna.

Se llama Nirsa y muchos la conocen como Real. Es la pionera de Guayaquil en el mundo atunero y sardinero y la más importante exportadora de conservas de atún, pero que nada bien en las aguas agitadas del camarón, de la tilapia, del dorado o de la sardina.

Y es ese preciado activo, presente en mercados de los más exigentes, al que le ha puesto el ojo la más grande de todas en el mundo, la tailandesa Thai Union.

Pero Nirsa (Negocios Industriales Real), con una facturación cercana a los 400 millones de dólares anuales, “no está en venta”. La frase (textual) es de su presidente, Roberto Aguirre, quien habló con EXPRESO.

Tal como lo mencionó ayer este Diario, ejecutivos de Thai Union estuvieron hace escasos días en Guayaquil y en Manta. Y visitaron las empresas que concentran el 80 % de la capacidad atunera del país, entre ellas Nirsa. Y también conversaron con Roberto Aguirre, pero no hablaron de una negociación. “Puede haber interés, pero no venta”, reitera el empresario, que recientemente ha invertido otros $ 30 millones.

Tampoco hubo oferta alguna. Nirsa es la compañía que más se asemeja al modelo de negocios de Thai Union, expresa Aguirre, pero no hay motivos para que la familia decida venderla. El modelo de la ecuatoriana es lo que se denomina “economía de escala”. Tiene todos los procesos, desde el aprovisionamiento de materia prima (pesca), la producción, hasta la exportación.

Su flota la componen 11 barcos, tiene un muelle propio y una moderna planta en Posorja, parroquia del cantón Guayaquil. También cría y procesa camarón y la inversión de 30 millones de dólares, en el complejo de Posorja, le servirá para dar valor agregado al camarón principalmente: apanarlo y encocarlo. Aunque también podrá hacer colas y enteros.

Ecuador, a pesar del tiempo, no ha dejado de ser un caramelo para el mundo. Por varias razones. El empresario atunero Bruno Leone dice que tiene activos valorados en alrededor de 2.000 millones de dólares, ‘know how’ (gente que sabe del negocio), fábricas, capacidad de almacenaje, muelles, barcos, prestigio y, además, un sistema de protección de las pesquerías (vedas y controles de la Comisión Interamericana del Atún Tropical, CIAT).

La primera multinacional que puso su mira en Ecuador fue el grupo español Garavilla, con Conservas Isabel, que el año pasado en un 55 % pasó a la italiana Bolton Group, la más importante conservera de Europa. Bolton ya está al mando de Conservas Isabel Ecuatoriana S. A., en Manta.

StarKist, la estadounidense más importante, a mediados de la década pasada se hizo de los mejores activos de Empesec en Guayaquil, creada por Agustín Jiménez Santisteban. Por la misma época entraba Ignacio Lachaga, el español que tiene la flota más grande del mundo.

Y aún hay un camino casi perfecto que falta recorrer.

 

Fuente: Expreso | ElProductor.com

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