Al menos ese es el pronóstico que Alberto Quimís aprendió de sus ancestros y asegura que hasta ahora no se han equivocado.

“Ya se está viendo justamente eso (los remolinos), esperamos que el Todopoderoso nos ayude”, dice el hombre optimista, quien vive en el sector Dos Esteros en la vía Jipijapa-Guayaquil.
Quimís menciona que al igual que todos los años, ya está por culminar la limpieza de sus dos hectáreas de terreno y ahora espera las primeras lluvias para empezar a sembrar maíz, fréjol y zapallo.
“Los medios económicos no nos alcanzan para más. Decía mi abuelo: ‘hay que arroparnos hasta donde la sábana nos alcance’”, comenta el agricultor.
Su hijo Pedro Quimís también empezó a trabajar las dos cuadras de terreno para sembrar maíz, pues aseguró que en el invierno pasado le fue bien y recolectó 150 quintales, por lo que aspira a que la próxima cosecha sea igual o mejor.
Maleza. Uno de los trabajos que realizan los agricultores para tener listos sus parcelas es la quema de la maleza.
Pedro reconoce que no se debe quemar, pero indica que es la única forma de mantener limpio su terreno; además la ceniza le sirve incluso como abono para la tierra.
Los agricultores dicen que para evitar los incendios forestales, la maleza se debe quemar en contra del viento, además se deben dejar los espaldones anchos para que el fuego no se extienda.
El Cuerpo de Bomberos de Jipijapa indica que debido a estos trabajos se han presentado incendios.
Fuente: El Diario | ElProductor.com

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