El periodo de sequía que está atravesando la provincia arroja varios problemas para la producción agrícola, especialmente en el cultivo de fresa.

A pesar de los grandes intentos que realizan los agricultores para mitigar los periodos de sequía a través del riego tecnificado, la irradiación solar que se ha intensificado en esta temporada hace que esta fruta tenga varias afecciones.

Marlene Manobanda, productora de Cevallos, permanece agachada en medio de su cultivo de fresa y mientras trata de direccionar la poca cantidad de agua a través de su sistema de riego, aseguró que el recurso hídrico de una u otra manera han logrado optimizar, sin embargo, la preocupación persiste porque nada pueden hacer ante el sol.

Según la productora, una de las consecuencias que está dejando la sequía es que la producción se incrementa de forma acelerada, ya que sin importar el tamaño de la fresa, esta empieza a tornarse roja.

“Hoy tenemos abundante fresa porque el sol hace madurar muy pronto, pero seguramente en un par de meses ya no tendremos nada”, señaló.

Para Abelardo Chicaiza, productor de Tisaleo, el tema va más allá, ya que el impacto se evidencia también en la comercialización, porque antes se cosechaba dos veces a la semana y hoy se cosecha incluso tres, ya que el fruto se madura rápidamente.

“Los comerciantes incluso protestan por la calidad del fruto, ya que por el sol este se torna opaco, sin brillo y hasta ‘chuno’, lo cual hace que tenga menos valor”, dijo.

Aníbal Yanza, comerciante, asegura que en realidad la comercialización de este producto se ha convertido en un problema debido a que ahora hay que cuidar que el producto sea fuerte y que resista a los viajes.

“Nosotros llevamos la fruta a Guayaquil y por el sol esta se torna débil y no aguanta el viaje y para nosotros eso es perdida”, manifestó.

Según el comerciante esta problemática hace que al productor se le pague menos por su fruta.

Condiciones
Miguel Quimbita, ingeniero agrónomo, trabaja varios años asistiendo la producción de fresa en Tungurahua y aseguró que en realidad es una época muy dura para los productores de esta fruta, ya que la fresa contiene el 90% de humedad tanto la planta como el fruto, por lo que necesita de condiciones climáticas estables para tener una producción óptima.

“En estos soles hace que la planta se estrese y baje su productividad”, aseguró.

Según el experto el exceso de calor hace que la fruta pierda líquidos, por lo cual es recomendable realizar tratamientos de sostenimiento de este cultivo a través de productos desarrollados para este fin, sin embargo, este tratamiento resulta una inversión fuerte para los agricultores quienes quedan a la expectativa de que se pueda o no recuperar.

 

 

Fuente: La Hora | ElProductor.com

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