El mayor potencial para reducir las emisiones de carbono en la región está en sus bosques.

Un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señala que la actividad forestal representa el grueso del potencial de mitigación del cambio climático en América Latina y que esto reside principalmente en la reducción de la deforestación, algo que se ve complicado por la expansión de los cultivos agrícolas y la ganadería, sectores que impulsan la pérdida y la degradación de los bosques a escala regional.

Así, llama a los países de la región a incrementar la capacidad de los bosques para ‘secuestrar’ carbono y adoptar medidas climáticamente inteligentes.

Transformaciones rápidas

El informe indica que a escala global, la agricultura (incluyendo la silvicultura, la pesca y la ganadería) genera alrededor de una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2014 esas emisiones fueron la fermentación entérica -el gas producido en los sistemas digestivos de los rumiantes- (58%), el estiércol dejado en pastizales (23%) y los fertilizantes sintéticos (6%).

Por esto, la FAO hace un llamado global para que los gobiernos implementen transformaciones rápidas de los sistemas alimentarios y agrícolas para lidiar con el cambio climático, como el uso eficiente de fertilizantes, la promoción de dietas que no estén basadas en productos de origen animal, la reducción de las pérdidas y los desperdicios de alimentos y el apoyo a los pequeños productores.

Cambios que perjudican

El estado mundial de la agricultura y la alimentación (SOFA, por sus siglas en inglés) indica que el cambio climático afectará los cultivos y la ganadería de la región de diversas maneras. Si bien en las zonas templadas aumentará la productividad de la soja, el trigo y los pastos, la mayor sequedad de los suelos y el estrés térmico reducirían la productividad en las regiones tropicales y subtropicales.

En cuanto a los bosques, el informe SOFA destaca que en la Amazonía se verá un mayor riesgo de incendios frecuentes, una pérdida en la superficie de bosques y la conversión de estos terrenos en sabanas.

La FAO también pronostica que el cambio climático disminuirá la producción primaria de pesca en el Pacífico tropical y algunas especies de peces se trasladarán hacia el sur.

La mayor frecuencia de las tormentas, los huracanes y los ciclones perjudicará a la acuicultura y la pesca del Caribe y los cambios en la temperatura pueden alterar la fisiología de las especies de peces de agua dulce y generar hundimiento de los sistemas de los arrecifes de coral.

Afectación alimentaria

° El cambio climático puede afectar la seguridad alimentaria por la disminución de la cantidad física y variedad de productos disponibles.

Los resultados serían las bajas en la producción y el comercio de los alimentos, lo que a su vez generaría la reducción de ingresos de las familias que dependen de la agricultura o la disminución de la mano de obra que les obligaría a tener cambios drásticos en la capacidad de compra y por ende en la alimentación, señala el informe de la FAO.

También provocaría cambios importantes en las dietas alimentarias por una oferta e ingesta poco variada.

Visión a futuro

° El clima y la agricultura en la región no serán los mismos luego del cambio climático.

° Los pronósticos indican que para fines del siglo XXI habrá una gran variación en el nivel de precipitaciones en Sudamérica.

° Mientras en la región del noreste de Brasil habría una reducción de un 22% en las precipitaciones

Fuente: La Hora | ElProductor.com

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