La reproducción se puede originar por dos métodos: el conocido como monta directa utiliza un toro reproductor. Éste no es conveniente cuando se tienen menos de 10 vacas, ya que el toro consume mucho alimento. El otro método consiste en la inseminación artificial, para lo que se requiere de una inversión para adquirir un termo especial que conserva las pajuelas;
además, requiere de capacitación y asistencia técnica.
Desde el proceso de fecundación, el periodo de gestación de la vaca es en promedio de 280 días. Durante este periodo, la mayor parte del crecimiento fetal se presenta en el último trimestre, momento durante el cual el peso del feto se incrementa de 4 a 45 kilos.
El crecimiento fetal normal demanda de nutrientes; especialmente durante los dos últimos meses de preñez, esto incrementa los requerimientos nutricionales de la vaca. En este tiempo se debe dar la máxima atención en alimentación.
La vaca debe secarse para que descanse antes de su próxima producción.
Las vaconas tiernas no son aptas para el apareamiento. En el ganado Holstein, la edad óptima para ser cubiertas es de 15 a 18 meses o cuando hayan adquirido un peso de 300 a 350 kg, con una talla por encima de 125 cm. Esto se puede lograr con buena alimentación, sanidad y manejo adecuado de las terneras; una ternera bien criada es sinónimo de una
futura buena vaca productora.
Para confirmar la preñez de una vaca se puede recurrir al método del “no retorno al celo”: la vaca, luego de 21 de días de ser cubierta, no presenta un nuevo celo. La ayuda del personal veterinario puede diagnosticar la preñez mediante la palpación rectal, pasados 40 días
aproximadamente.
Una vaca que no retorna al celo luego de 21 días de la inseminación o monta puede presumirse que está preñada. Aun así, puede ser que una vaca no retorne al celo debido a un quiste ovárico, o puede haber habido una falla al momento de detectar el celo de la vaca.
Por lo tanto, cuando no se encuentra disponible ninguna otra herramienta de diagnóstico, una vaca se declara generalmente preñada si no se ha observado celo por lo menos en 60 días (el tiempo de cerca de tres ciclos normales).
Parto
Síntomas cercanos al parto
Esta fase comprende todo lo que le ocurre a la vaca desde las 6 a 12 horas antes de la expulsión del feto (parto); se observan comúnmente los siguientes
síntomas:
• Poco antes del comienzo de la labor de parto, la vaca adopta una posición de menor resistencia.
• Pocas horas antes del parto, la mayoría de las vacas se muestran nerviosas e inquietas. Conforme aumentan las contracciones se apartan del hato, el cuello uterino empieza a dilatarse e inician las contracciones rítmicas del útero.
• Inicialmente, las contracciones ocurren cada 15 minutos; al avanzar la labor se hacen más frecuentes ne intensas. Las contracciones que se parecen al movimiento de deglución (tragar), comienzan en el fondo del cuerno uterino y avanzan hacia el cuello,
lo que empuja al ternero hacia afuera.
Al final de la etapa preparatoria, el cuello uterino se abre para formar un conducto continuo desde el útero hasta la vagina. Una porción de las membranas fetales (el “saco de las aguas”) penetra hacia ese conducto, donde la presión ocasionada por las contracciones las rompe. El líquido amniótico escapa y lubrica el canal del parto. Esa porción del saco de las aguas suele colgar afuera de la vulva, donde se ve con facilidad.
Atención del parto
• Esta etapa comienza cuando el feto ingresa en el canal del parto. La vaca suele echarse poco antes de esta fase o durante la misma.
• Una vez que se rompe el saco de las aguas (“agua de fuente”), las contracciones uterinas aumentan en frecuencia a cada 2 minutos aproximadamente; ahora van acompañadas por contracciones voluntarias del diafragma y los músculos abdominales.
El canal del parto está protegido por varias capas de membrana que lo revisten y está lubricado por el líquido amniótico.
Parto normal
Lo primero que aparece son las extremidades anteriores y la cabeza rodeadas por membranas; dentro del parto normal pueden presentarse las extremidades posteriores y la cola.
• Una vez expuesta la cabeza, la vaca hace su máximo esfuerzo para forzar que los hombros y el pecho del ternero salgan a través de la abertura pélvica. Una vez que los hombros pasan la pelvis, los músculos abdominales del ternero se relajan y sus caderas y patas posteriores se comprimen para permitir una fácil expulsión de la cadera.
• El ternero nace normalmente libre de membranas fetales, ya que éstas permanecen fijas en el útero por los cotiledones o “botones” hasta que el ternero nace. Esa fijación de las membranas durante el parto le proporciona al ternero el oxígeno necesario.
Una vez que el cordón umbilical pasa a través de la pelvis y vulva, se rompe y los pulmones del ternero empiezan a funcionar.
• Una vez nacido, se verifica inmediatamente que el ternero respire; si no respira entre los primeros 10 a 60 segundos después de la expulsión, hay varias formas de ayudarlo: haga cosquillas a su nariz y al interior de las fosas nasales con una pajita; dele masajes vigorosos con un saco o toalla sobre los pulmones; sosténgalo por las patas traseras y
trate de colgarlo, con la ayuda necesaria para que expulse el agua de fuente.
Parto distócico o anormal
Para asistir un parto anormal, se deben seguir los siguientes pasos:
• Asista a la vaca si es que conoce el proceso normal del alumbramiento y la presentación ordinaria de un ternero o gemelos.
• Sujete la vaca.
• Limpie los restos fecales que se presentan alrededor
del ano y vulva, con agua y desinfectante.
• Póngase un guante desechable en lo posible.
• Lubrique el guante o la mano con buena cantidad de jabón y aceite, y trate de mantenerlo limpio.
• Introduzca la mano en la vagina de la vaca mientras sujeta su rabo con la otra mano.
• Determine la posición del feto palpando sus partes.
Examine el canal del parto y el feto; si están secos, hay que lubricarlos con jabón o aceite limpio.
• Determine el grado de dilatación cervical. Si la mano no penetra normalmente a través del cérvix, las hormonas y contracciones musculares no están funcionando normalmente; será necesario aplicar una dosis de oxitocina, siempre y cuando haya una posición normal del feto.
• Determine el tamaño del ternero con relación al diámetro del canal del parto. El paso forzado de un ternero grande a través de una abertura pélvica estrecha puede ocasionar lesiones o parálisis de la vaca, y hasta su muerte.
• Determine si el ternero está vivo o muerto. De cualquier manera, es necesario extraerlo cuanto antes. Si el ternero está vivo, responderá con movimiento al pellizcarlo entre las pezuñas, estimular las fosas nasales o pellizcarle el ano si está en presentación
posterior.
• Intente sacarlo presionando sobre el ternero entre una y otra contracción.
• Las principales posiciones anormales o distócicas son: ventro-dorsal anterior, ventro-dorsal
caudal, cuello o cabeza doblada, extremidades.
Fuente: PROGRAMA REGIONAL ECOBONA /DEPROSUR, EP