Los cerdos son extremadamente sensibles a las micotoxinas. Tanto el tipo, como la concentración de micotoxinas en el alimento, así como la edad y la fase de producción del cerdo, determinan el grado en el cual se ven afectados los animales. Los cerdos jóvenes y las cerdas/verracos reproductores son generalmente los más susceptibles a las micotoxinas.
La contaminación por micotoxinas – aún a bajos niveles en el alimento – reduce el desempeño en los cerdos en crecimiento y reproducción, afecta su estado inmunológico y de salud, e incluso produce la muerte. Más aún. Puede ocurrir daño tisular irreversible que comprometerá el desempeño, tiempo después de haber eliminado las micotoxinas del alimento.
Desafíos de la dieta y de la cama
Ciertos tipos de cama y sistemas de alojamiento requieren un mayor control de las micotoxicosis en los cerdos. Además del riesgo típico del alimento seco fabricado con ingredientes contaminados, los sistemas de alimentación líquida o húmeda también implican un marcado desafío de micotoxinas. Los cerdos también están expuestos a las micotoxinas en sus camas y el uso de paja por razones de bienestar en muchos países en desarrollo ha aumentado esa amenaza.
Gama de micotoxinas que afectan a los cerdos
Diversas micotoxinas producen problemas significativos de salud y desempeño en los cerdos. Entre ellas encontramos la aflatoxina, ocratoxina, deoxinivalenol, zearalenona, fumonisina, cornezuelo y toxina T-2. Los hongos Aspergillus (y Penicillium), Fusarium spp y Claviceps producen las toxinas más perjudiciales para los cerdos.
Principales toxinas producidas por los hongos Aspergillus:
Aflatoxina:
Las aflatoxinas son una mayor preocupación en las regiones más tropicales del mundo, donde el clima es generalmente cálido y húmedo – en menor grado en los países más templados y fríos. Sin embargo, debe tenerse cautela cuando el alimento balanceado es importado de regiones tropicales.
El Aspergillus flavus produce diversas aflatoxinas. Niveles de humedad de 22-26% en los granos proveen las condiciones ideales para la producción de micotoxinas.
Las aflatoxinas dañan el ADN, conduciendo a la muerte celular y a la formación de tumores. Son las más tóxicas de todas las micotoxinas para los cerdos, causando extenso daño hepático. El uso de dietas contaminadas con aflatoxinas en cerdos puede exacerbar la deficiencia de vitamina A y vitamina E, así como reducir la función inmunológica. Esto hace que el animal sea más susceptible a otras enfermedades como el Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS), Síndrome de Emaciación Multisistémico Post-destete (PMWS), influenza viral y neumonía por micoplasma. También son comunes las infecciones secundarias.
Ocratoxina:
Los cerdos son especialmente susceptibles a las Ocratoxinas, de las cuales la Ocratoxina A es la más significativa. Los Ocratoxinas son ubicuas tanto en climas tropicales como templados y suelen encontrarse en la avena, la cebada, el trigo y el maíz.
Los signos clínicos de la toxicidad por Ocratoxina incluyen el daño renal, el cual suele ser suficiente como para llevar al decomiso de la canal, y a la inmunosupresión.
Principales Micotoxinas producidas por los hongos Fusarium
Fumonisinas:
Las Fumonisinas se encuentran dondequiera que se cultive maíz y ejercen su efecto tóxico inhibiendo la síntesis de los lípidos. Una muy alta contaminación de maíz puede generar un exceso de filtración de líquidos hacia el tejido pulmonar y producir edema pulmonar. Las Fumonisinas también pueden tener un impacto sobre el sistema inmunológico y afectar adversamente el hígado, produciendo ictericia y lesiones de color naranja/amarillo que se hacen visibles en la autopsia.
Los signos clínicos de toxicidad por Ocratoxinas incluyen la caída del desempeño del cerdo, daño fetal, ictericia y susceptibilidad a las infecciones.
Tricotecenos:
Tricotecenos [Ej., la Toxina T-2, y el deoxinivalenol (DON)] son toxinas comunes en el campo, que se encuentran en el grano cosechado. Estas micotoxinas son irritantes tisulares. El Deoxinivalenol (DON) también se conoce por el nombre de vomitoxina y niveles por debajo de 1ppm pueden reducir el consumo de alimento y la ganancia de peso. Las concentraciones por encima de 5ppm producen rechazo del alimento y pérdida de peso, mientras que niveles superiores a 10ppm suelen producir vómito, rechazo del alimento y pérdida de peso.
Los signos clínicos de toxicidad por DON también incluyen pérdida del apetito e inmunosupresión.
Zearalenona:
La contaminación de los cereales con Zearalenona (especialmente el maíz) suele ocurrir en condiciones de calor y humedad y en combinación con DON. Sin embargo, es más probable que ocurra durante el almacenamiento del grano que en el campo, siendo las temperaturas óptimas para la producción de Zearalenona el rango entre 65 – 85F.
La Zearalenona es una toxina estrogénica (es decir, semeja la acción de la hormona) y por lo tanto afecta la función reproductiva.
Los signos clínicos de toxicidad por Zearalenona incluyen el prolapso rectal y vaginal en las cerdas. Las hembras lactantes y en terminación pueden presentar enrojecimiento e inflamación de la vulva. También es frecuente observar ciclos irregulares del estro y un menor tamaño de la camada.
Principales micotoxinas producidas por los hongos Claviceps
Toxinas del cornezuelo
Las toxinas del cornezuelo se presentan en los granos entrando a la semilla y desarrollando un cuerpo oscuro y alargado llamado esclerocio. Éste contiene alcaloides tóxicos como la ergometrina que reduce el tamaño de los vasos sanguíneos y restringe la irrigación sanguínea, especialmente a la glándula mamaria y a las extremidades. Los niveles por encima de 1g de esclerocio por kg de alimento producen signos clínicos de intoxicación por el cornezuelo. Adicionalmente, las toxinas del cornezuelo pueden afectar la secreción de prolactina, especialmente al momento del parto, produciendo agalaxia.
Los signos típicos de intoxicación por cornezuelo son bajas tasas de crecimiento, respiración acelerada y depresión general. Los lechones recién nacidos son pequeños y débiles, con una baja tasa de sobrevida. La producción de leche en las cerdas lactantes puede estar deprimida. También puede haber evidencia de cojera debido a necrosis y esfacelación de los cascos y es igualmente común la necrosis de la cola y orejas, que eventualmente conduce a gangrena.
Los síntomas pueden ser múltiples y variados, pero el resultado en todos los casos será un menor desempeño y una pérdida de beneficios económicos.
La gestión eficiente de micotoxinas implica tener una visión integral del desafío, desde la granja hasta el molino y desde la evaluación de riesgos hasta la gestión del alimento balanceado. El Equipo de Manejo de Micotoxinas de Alltech brinda una serie de soluciones para ayudarle a mitigar la amenaza que pudiera enfrentar por las micotoxinas en el campo o en el almacenaje. Para mayor información, presione acá