Un equipo de la Universidad Tohoku de Japón ha descubierto un nuevo uso para el LED azul. Cuando se le usa en la frecuencia debida, puede convertirse en un insecticida efectivo, seguro, limpio y barato. En el experimento, el equipo dirigido por Masatohi Hori demostró por primera vez que la luz visible que se encuentra alrededor del espectro azul, resulta letal para algunos insectos como los mosquitos (Culex pipiens f. molestus) o las moscas de la fruta (Drosophila melanogaster). El equipo golpeó a cada especie con luces reguladas a diferentes intensidades y colores. Descubrieron que la ondas de luz que van del ultravioleta (378 nanómetros) hasta la luz visible azul (508 nm) mataba a los bichos, mientras que la luz roja o amarilla no les provocaba ningún daño.
Más interesante aún, descubrieron que la longitud de onda no se correspondía de forma directa con el grado de letalidad. Así, por ejemplo la mosca de la fruta sucumbía especialmente con luz a una frecuencia de 467 nm; y que por encima o debajo de esa frecuencia la mortandad se atenuaba. Los científicos creen que ciertas longitudes de onda estimulen la producción de una tipo de molécula llamada especie reactiva de oxígeno.