Aunque grupos ambientalistas y el diputado José María Villalta, del Frente Amplio, presionan para que se imponga un tributo a las exportaciones de piña, este no sería un buen momento para hacerlo, según productores del cultivo.

Un descenso en el precio internacional de la fruta y problemas para cumplir con las exigencias del mercado chino son las principales razones esgrimidas por el sector para impedir que una iniciativa de esta naturaleza avance.

“No estamos de acuerdo, sobre todo si no media un estudio técnico que demuestre la necesidad de gravar un sector. La actividad pasa por una situación de depresión en precios, por lo que no es un momento oportuno para hablar de impuestos”, expresó Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep).

Desde finales del año anterior, la actividad piñera enfrenta una crisis de precios en sus dos principales mercados (Estados Unidos y Europa), con una disminución de entre un 25% y un 30% en el último semestre.

Por otra parte, la apertura del nuevo mercado en China no se ha logrado materializar como se tenía previsto.

La piña costarricense dura entre 28 y 30 días para arribar a China, mientras que otros países competidores solo requieren entre ocho y nueve días, lo que permite que su fruta llegue a ese mercado con un mejor color externo, según Chaves.

El gremio además asegura cumplir con las exigencias ambientales en cuanto al uso de agroquímicos, por lo que considera innecesario subvencionar la protección del agua de alguna forma.

En tanto, desde el Gobierno apoyan la iniciativa de Villalta. “Los impuestos que se originen de esta actividad que crea una fuerte presión sobre la base de recursos naturales deberían destinarse a generar en los organismos que vigilan la gestión de los recursos naturales, mayores capacidades”, dijo Celeste Quirós, viceministra de Gestión Ambiental.

Asimismo, la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (Fecon) también presiona por un tributo para la fruta, ya que el banano, otro monocultivo de grandes volúmenes de exportación e incidencia ecológica, paga impuestos.

La medida generaría al Estado ¢91 mil millones, si se grava con $1 cada caja de 40 libras de fruta exportada, como pasa con el banano.

Villalta propone aumentar en 0,1 puntos porcentuales el impuesto para inmuebles con monocultivos, a aquellas plantaciones mayores a diez hectáreas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí