Molestia de agricultores por reducidos espacios para la venta de productos, congestión vehicular en el interior y exterior, informalidad, contrabando, entre otros, son los principales problemas que aquejan a los productores, comerciantes y compradores que llegan de diferentes sectores al mercado Mayorista de Ambato.

El principal centro de abasto de Tungurahua fue construido hace ya más de 20 años, como respuesta a la problemática de comercialización de los productos agrícolas.

El mercado Mayorista es uno de los más importantes del Ecuador, el 60% de los productos que consumen en el país salen de este centro de acopio y comercialización.  Tiene 20 naves en un espacio de 14 hectáreas.

Según estadísticas emitidas por la Empresa Pública Mercado Mayorista, actualmente se tiene catastrados alrededor de 2 mil comerciantes de los 2.044 espacios que posee el centro. De igual forma son más de 15 mil productores los que ingresan a las diferentes naves y con una variedad de productos, a lo cual se suman los introductores.

Los vehículos que ingresan también van incrementándose, así solo en el registro del primer mes de este año se contabilizó 114.273 vehículos que entraron al mercado.

Realidad

Esta situación ha sido ya identificada tanto por el alcalde electo de Ambato, Javier Altamirano; como por Manuel Caizabanda, prefecto electo, quienes piensan construir una nueva infraestructura a fin de brindar soluciones a los problemas, tanto de productores como de comerciantes.

Jacobo Suárez, gerente del mercado Mayorista, manifestó que siempre se ha desarrollado el trabajo conjunto para solventar los diferentes temas que se presentan en torno al mercado, y que hay que tener en cuenta que este centro de abasto fue construido hace más de 20 años atrás, cuando el lugar no tenía un desarrollo urbanístico importante como se ve hoy que las áreas pobladas se extendieron.

A decir de Suárez, ante cada una de las problemáticas se está desarrollando acciones concretas, tanto es así que para el tema de movilidad se realizan conversaciones con los productores para que ayuden a reducir la congestión vehicular acudiendo al mercado en las tardes, ya que en las madrugadas es que todos quieren ingresar provocando la congestión.

“Este pedido ha sido aceptado por los productores de papas y asisten los martes, miércoles y jueves, y eso nos ayuda muchísimo. Si hubiera otro sector que nos ayude con esta estrategia solucionaríamos este inconveniente”, dijo.

Ante la preocupación de los productores sobre el horario de utilización, el funcionario aseguró que “no es que se les manda sacando, si no que ellos mismo llegaron a acuerdos en varios productos”. Además, manifestó que si llegaran a utilizar el mercado en la tarde nadie les impide quedarse el tiempo que quieran.

En el tema del contrabando, Suárez aseguró que se está trabajando en contacto permanente para hacer respetar los acuerdos, aplicando el reglamente para dar prioridad a la producción local. “No podríamos hablar de contrabando porque nosotros nos encargamos de verificar que todo el producto que viene del norte venga con factura y guía de remisión”, dijo.

Espacio reducido

Los comerciantes mayoristas son quienes laboran diariamente en el mercado, y aseguran que uno de los principales problemas que enfrentan son los espacios reducidos que ofrece este centro de abasto, pues los puestos de los comerciantes apenas son de seis metros cuadrados y por la cantidad de productos que tienen, resultan insuficientes.

Tratando de acomodar los costales de producto en el pequeño puesto Manuel Puente, quien comercializa fréjol, manifestó que no pueden desarrollar sus actividades de forma cómoda y óptima y que se requiere un lugar más amplio.

Criterio similar tiene Marcelo Cocha, comerciante, quien aseguró que al estar tan apretados imposibilita la exposición de los productos para poder vender e incluso se genera inseguridad.

“Estamos como sardinas porque no hay como movernos, incluso los camiones con la carga a veces no pueden ni entrar”, expresó.

Para Marcelo Guamán, productor, el mercado Mayorista va quedado pequeño para la cantidad de personas que se congregan, tanto es así que su cosecha de fresa la tiene que expender en la nave destinada para ello y de igual forma la cosecha de claudia, manzana y pera que es lo que trae al mercado.

“Si logramos ingresar es luego de esperar desde las 03:00 de la madrugada, y ya al interior nos toca estar a la intemperie, sin mencionar que llegada una hora ya nos piden que desalojemos”, reclamó.

Temor por inseguridad

Asustada, sin la ganancia de la poca venta de sus productos y sin poder reaccionar, se quedó Zoila Tisalema, quien arribó hasta la nave de fresa y mora donde sin que se percate le sustrajeron todo el dinero.

Según la ciudadana bastó segundos para que los malhechores confundidos entre la multitud hicieran de las suyas y cuando ella reaccionó ya fue tarde.

“No es la primera vez que pasa esto, hay que tener cuidado, ya que debido a la cantidad de gente que llega es difícil no ser víctima de esta gente”, comentó Fabricio Guananga, hijo de la víctima.

Pero los productores no son los únicos afectados, Valeria C., una de las comerciantes de frutas, también fue sorprendida por un sujeto que en un instante de descuido logró meter su mano en el delantal y llevarse lo que pudo, pero a pesar de que aseguran que saben quiénes son no los denuncian debido a temor a represalias, ya que “no son uno o dos, son un grupo grande y cuando los denuncian no pasan más de dos días detenidos”, comentó.

A decir de los comerciantes saben que existe un sistema de cámaras de vigilancia, pero ya ni eso les da seguridad.

Para el gerente del mercado Mayorista Jacobo Suárez, el sistema de vigilancia ha mejorado notablemente la seguridad, ya que se cuenta con 50 cámaras ubicadas en puntos estratégicos, pero aclaró que no es justamente diseñado para evitar robos, sino para controlar y vigilar.

Tráfico vehicular

Desde las 02:00 de la madrugada aproximadamente la actividad comienza a las afueras del mercado Mayorista. Camiones de carga, camionetas, vehículos particulares, en fin, todo tipo de automotores enfilan a la espera de que se abra el centro de acopio.

Los domingos, miércoles y viernes que son considerados como los más caóticos, se registran entre 4.800 a 5.300 vehículos en promedio diario.

Las columnas de vehículos congestionan la avenida Bolivariana desde el redondel de El Cóndor pasando por el redondel de la avenida Julio Jaramillo, sector que permanece cerrado a la circulación vehicular hasta cerca de las 07:00. En esas horas no se puede pasar a Pelileo o Baños por ese sector, ya que la vía permanece bloqueada por la gran cantidad de camiones y camionetas.

“Hay días que esperamos más de tres horas para poder entrar, el tráfico es terrible”, comentó Ángel Armijos, productor, al mencionar que sale de su casa con la carga desde cerca de las 00:00 para poder tomar un puesto que permita ingresar pronto.

El problema se agudiza para los grandes comerciantes que tratan de ingresar camiones llenos de productos.

Productores reclaman más tiempo para vender

Productores de toda la provincia aseguran que cuentan con un limitado tiempo para comercializar en el mercado Mayorista, lo cual les lleva a vender su carga a bajos precios.

“Este mercado es solo de comerciantes, nosotros los productores no significamos nada en este mercado, porque máximo a las 08:00 ya nos mandan sacando”, dijo Miguel Quiquintuña, productor de papas.

Otro productor, quien prefirió mantener su nombre en reserva, manifestó que la problemática se evidencia en todas las naves de comercialización, por lo que se busca llegar a acuerdos incluso para ingresar en la tarde.

Mientras que María Basantes, comerciante, manifestó que los productores siempre llegan en la madrugada y los que se quedan hasta más de las 08:00 son los introductores y comerciantes informales que buscan vender al menudeo, lo cual genera pérdidas.

Informales se ubican al interior y exterior

En fundas o en cartones los comerciantes informales se dan los modos para vender una infinidad de productos, no solo a los alrededores del mercado Mayorista, sino también al interior.

Corredores, gradas y en las mismas naves de este centro de acopio levantan sus pequeños puestos mientras otros recorren el mercado.

A pesar de que en este centro de abasto existe una zona del consumidor final con capacidad aproximadamente para 550 personas, los comerciantes prefieren vender en otros sitios y no utilizar este lugar.

Para esta problemática se ha destinado inspectores para controlar que estas personas no logren su cometido, sin embargo, los esfuerzos no alcanzan, así lo reconoció Martha Tisalema, comerciante, quien aseguró que los comerciantes catastrados no logran vender sus productos ya que los informales ganan espacio.

Productores luchan ante el contrabando

Desde hace varios años los productores han denunciado que al mercado Mayorista ingresa producto de contrabando.

Según los agricultores esta es una de las mayores causas para que desciendan notablemente los costos de sus productos, lo cual representa una competencia desleal.

Guillermo Barreno, agricultor, manifestó que en realidad existen varios inconvenientes en torno a la comercialización de cebolla, papa y otros productos, lo cual refleja la descoordinación en el mercado Mayorista, puesto que existe mucha gente que se considera importador y son ellos quienes traen producto de fuera de la provincia y a costos altos, mientras que a los productores locales les pagan un valor mínimo.

En octubre del año pasado se decomisó más de mil cajas de uva que ingresan al país como contrabando.

Inspectores del centro de comercio desarrollan operativos a fin de controlar este problema, sin embargo, no se logra erradicar.

Comerciantes, productores e introductores llegaron a acuerdos donde se establece cupos para el ingreso de los diferentes productos, pero a decir de los agricultores esto no se cumple, por ello han optado por realizar operativos de control ellos mismo a la cabeza.

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