La carne expuesta al polvo, a la contaminación del aire y sin refrigeración adecuada está propensa a la proliferación de organismos dañinos para el ser humano, estas condiciones hacen que se descomponga rápidamente causando en los consumidores intoxicación y varios problemas en el aparato digestivo.
Negocios de la ciudad dedicados a la venta de carnes aún optan por exhibir sus productos en las perchas de sus locales comerciales, exponiendo a estos alimentos a condiciones desfavorables.
Problemas
Según datos del Ministerio de Salud Pública el año anterior se registraron 1.671 personas con intoxicaciones alimentarias en Tungurahua, esto por consumir agua o alimentos en mal estado.
Con esta cifra la provincia ocupó el tercer lugar a nivel nacional con el mayor número de enfermos por estas causas, la primera fue Pichincha con 3.981 casos y la segunda Guayas con 2.488 afectados.
Las personas de 20 a 49 años fueron las más propensas a estas enfermedades durante el año pasado en la provincia.
Para el doctor Carlos Aguirre es necesario que la carne de pollo, vaca, cerdo y los mariscos estén siempre en refrigeración, pues así se evita la proliferación de organismos dañinos para el ser humano.
“No es recomendable comprar estos productos en la calle porque se desconoce su proceder, es importante que la gente determine lugares específicos y confiables”, indicó el galeno.
Gloria Villalva, ambateña, manifestó que conoce los perjuicios que la venta de carne en mal estado puede ocasionar, motivo por el cual siempre verifica que saquen el producto del frigorífico al momento de comprar.
Controles
Alex Moya, responsable de inocuidad en los alimentos de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario, (Agrocalidad), mencionó que dentro de las competencias de la entidad está el control de la cadena primaria de producción de las carnes.
“En lo que tiene que ver al transporte nosotros procedemos a hacer el control, esta tiene que tener condiciones de higiene adecuadas y temperatura”, indicó.
El funcionario mencionó que en todos los lugares de expendio se encarga de verificar la procedencia de la carne, esto con el objetivo de asegurarse de que el producto venga de mataderos autorizados.
