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El cultivo de maíz ha tenido sus altos y bajos en cuanto a producción y precios en el país, y aunque aún no se dispone de información sobre el área cosechada de estos cultivos para el año 2019. El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) está finalizando los operativos de campo para determinar área y rendimientos por hectárea.

Cabe destacar que, durante 2018, según estadísticas del MAG en Ecuador se sembraron alrededor de 250.000 hectáreas de maíz y existen cerca de 60.000 maiceros en las provincias de Manabí, Los Ríos, Guayas y Loja, además del total de la producción de maíz duro cerca del 75% adquiere la industria nacional para la elaboración de alimento balanceado que luego se transforma en proteína animal, principalmente aves y cerdos.

En ese mismo año, El INEC, a través del sistema ESPAC, señala que para maíz duro se tuvo ventas de 1´232.670 toneladas métricas (TM) a nivel nacional, mientras que para maíz suave reporta ventas de 27.986 TM.

en este sentido, para el venidero año las estrategias de investigación del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias de Ecuador (INIAP) se basan en el Plan Estratégico de Investigación y Desarrollo Tecnológico.

Dicho plan resume los objetivos, estrategias, acciones e indicadores para el período 2018 – 2022, basado en una planificación institucional de mediano plazo de los principales rubros de importancia para la agricultura familiar y agroexportación.

Según Jorge Merino, Investigador de la Estación Experimental Santa Catalina del INIAP, las principales metas planteadas para el periodo 2018-2022 son, en el caso de maíz duro:

  1. Generar y liberar una variedad choclera de libre polinización con calidad de proteína y un híbrido duro cristalino con rendimiento superior a 9 t/ha para las zonas maiceras de las provincias de Guayas, Los Ríos y Manabí.
  2. Desarrollar tres alternativas tecnológicas para el manejo integrado de: gusano cogollero, complejo de la cinta roja y virosis en el cultivo de maíz; y desarrollo de un programa de manejo integrado de insectos vectores de virus en maíz para la provincia de Manabí.
  3. Caracterizar nutricional y agroindustrialmente al menos 10 líneas promisorias de maíz duro como base para el mejoramiento genético del maíz en función de sus características agroindustriales.
  4. Determinar el nivel de contaminación por micotoxinas en muestras de maíz duro.
  5. Desarrollar un estudio de sistemas de cultivos y su relación con las reservas de carbono, fraccionamiento, atributos físicos, químicos y absorción de nutrientes en el cultivo de maíz duro en las zonas maiceras de Quevedo.
  6. Conservar la colección nacional de germoplasma de maíz duro.

Para maíz suave, las principales metas planteadas para el periodo 2018-2022 son:

  1. Generar una variedad de maíz blanco semiharinoso con 12 a 14 hileras por mazorca con rendimientos superiores a 2,5 t/ha y selección de una variedad de maíz suave con potencial forrajero, para las provincias de Azuay, Cañar y Loja.
  2. Desarrollar y validar tecnologías para el manejo integrado del complejo mancha de asfalto y gusano cogollero, para la Sierra Norte y Centro.
  3. Generar una recomendación de fertilización de manejo de nutrientes por sitio específico y curva de extracción de nutrientes en la variedad chaucho (amarillo harinoso).
  4. Caracterizar nutricional y agroindustrialmente al menos 10 líneas promisorias de maíz suave como base para el mejoramiento genético del maíz en función de sus características agroindustriales.
  5. Determinar el nivel de contaminación por micotoxinas en muestras de maíz suave.
  6. Desarrollar un producto funcional a partir de los residuos industriales del maíz suave. 7. Desarrollar dos metodologías de agricultura de conservación en dos rotaciones (maíz-fréjol, maíz-arveja) en sistemas de producción en fincas de productores.
  7. Conservar la colección nacional de germoplasma de maíces suaves y especiales.

En cuanto al uso de semillas certificadas, Merino indica que, en maíz duro, durante el año 2017 fue del 89% en relación al total de superficie sembrada, el 2018 de 93% y se espera que para el 2019 esta tendencia de aumento se haya mantenido.

Sobre las innovaciones que el INIAP ofrece actualmente para el cultivo de maíz, el científico indica que el objetivo del Plan Estratégico de Investigación y Desarrollo Tecnológico es generar y transferir alternativas tecnológicas sostenibles para el mejoramiento agronómico y el manejo integrado del cultivo del maíz duro a través de herramientas biotecnológicas que permitan incrementar la productividad del rubro.

Mientras que para maíz suave es generar y transferir tecnologías que permitan obtener rendimientos superiores a las 2.5 t/ha en seco y/o 5 t/ha de choclo, para la región interandina.

Por esta razón la institución dispone de la variedad INIAP-543-QPM también conocida como “Nutrichoclo”, que es apta para la elaboración de diferentes platos típicos de la población y para fines agroindustriales en la elaboración de alimentos balanceados, así como materia prima de ensilaje, el rendimiento promedio en seco oscila entre 5 a 6 TM/ha.

En otro orden de ideas, para Carmen Zapatier, Presidenta de la Federación de Organizaciones Agropecuarias Maiceras en el cantón El Empalme, la temporada maicera este año ha sido nefasta en ese cantón, manifiesta que a pesar de que la producción fue medianamente buena, no han tenido ningún apoyo gubernamental en cuanto al control de precios y mercado de maíz.

“En tiempos pasados, nosotros como organizaciones campesinas hacíamos una venta directa con la industria, había una rueda de negocios que preparaba el Ministerio de Agricultura a la cual acudíamos para fijar una entrega de maíz directo, este año no lo pudimos hacer y fuimos presa fácil del comerciante informal que siempre se lleva las principales ganancias” dijo.

Zapatier argumentó que tampoco se respetó el precio mínimo de sustentación de $15,25 fijado el pasado mes de abril, pues al eliminar la franja de precios se generaron diversos problemas donde el agricultor tuvo que “regalar su maíz y cae con problemas de moras y deudas impagables”.

La agricultora insiste en recuperar los programas de corte económico y social de los que alguna vez participaron los campesinos y que actualmente según la vocera tomaron otro camino.

“quisiéramos que se hagan los consejos consultivos con verdaderos dirigentes, no con los puestos de a dedo o con los amigos de los funcionarios públicos” explicó al ser consultada sobre sus expectativas en el gremio maicero para el 2020.

En este orden de ideas, también Zapatier resaltó la necesidad de realizar la rueda de negocios, pues la misma permite al sector campesino sentarse y negociar el grano directamente con la industria.

“Es asegurar nuestra producción a fin de no caer en manos del comerciante inescrupuloso” manifestó, además de mencionar la necesidad de un control de precios efectivo y la facilidad de créditos para los agricultores para que puedan recuperarse de sus pérdidas.

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