El uso de pesticidas y de la tecnología también tiene un impacto negativo en este insecto. El 75% de cultivos del mundo depende de estos ejemplares.

Para que una persona consuma una ensalada de frutas, verduras salteadas, jugo natural o una taza de café existe un proceso en el que las abejas, que están en peligro de extinción, juegan un papel determinante.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), esos animales se encargan de polinizar el 75% de los cultivos. Cumplen con el paso previo para la fecundación de flores y la producción de semillas y frutos).

El entomólogo Gonzalo Viteri explica que las abejas polinizan el 90% de los alimentos para toda la humanidad. En el I Foro Internacional “Derechos de la Naturaleza y Conservación de Polinizadores”, realizado en la Universidad SEK (Quito), los expertos recordaron que el insecto se halla en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La organización ambiental indica que el 90% de la población mundial de abejas ha desaparecido por prácticas agrícolas intensivas, monocultivos, uso excesivo de productos químicos (pesticidas), la deforestación y las alteraciones de la temperatura asociadas con el cambio climático.

Los estudios recientes del Instituto Federal de Tecnología de Suiza detallan que la  disminución también podría obedecer a las microondas emitidas por los teléfonos celulares y otros tipos de dispositivos electrónicos. “Las desorientan y las conducen a su muerte”, reza en las investigaciones.

La apicultura nacional
Rosana Mendoza está entre los 766 apicultores registrados en el país. Estima que en el periodo 2017-2018 se produjo en promedio 400 toneladas de miel. Pero la demanda aproximada es de 600 toneladas.

La mujer, que se dedica a la crianza de abejas hace 10 años, considera que para el bienestar de ellas es necesario aplicar políticas públicas en su beneficio. Por ejemplo, en Europa se prohíbe el uso de ciertos plaguicidas. En cambio, en los países latinos se importan esos productos.

Si la tendencia que pone en peligro a las abejas continúa -advierte el biólogo Nicolás Haro-, los cultivos nutritivos (frutas, nueces y verduras) serán sustituidos por cultivos básicos (arroz, maíz y  papas).

Eso podría derivar en una dieta desequilibrada. Para él, la ausencia de abejas y otros polinizadores eliminaría las manzanas, las almendras, los tomates y el cacao. “Es urgente que los países implementen políticas y sistemas alimentarios amigables y sostenibles en beneficio de los polinizadores”.

Los expertos destacaron que este año la Real Sociedad de Geografía de Londres, Inglaterra y el Earthwatch Institute designaron oficialmente a las abejas como los animales más importantes del planeta.

La consideraron que es el único ser vivo que no transporta ningún tipo de patógeno. Con ello se evita la propagación de epidemias, causadas por hongos, virus o bacterias en humanos. Si no hay abejas -concluyen- la alimentación de todos los seres humanos estaría en peligro. Por ese motivo su protección es vital.

Todas las plantas que tienen flores necesitan ser polinizadas para producir semillas y para sobrevivir. De acuerdo con análisis científicos, una abeja puede  llegar a visitar 2.000 flores en un día. Por ejemplo, según la FAO, si se ve una fruta deformada, es -por lo general- porque las abejas han visitado un solo lado de la flor.

Otras amenazas son la pérdida de su hábitat natural, el cambio climático (que implica un aumento de la temperatura, inundaciones y sequías) y las malas prácticas agrícolas.

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