Foto internet / Redacción: Marlene Bernal

Con el fin de evitar la contaminación en el camarón, la empresa BASF ha creado un proceso seguro, de calidad y libre de cualquier contaminación.

Según boletín enviado por la empresa, lograr la correcta conservación de los camarones es uno de los principales retos para los exportadores de este producto debido a la delicadeza del mismo.

Cometer errores en el tratamiento de estos alimentos perecederos puede llevar a la pérdida de cargamentos completos del producto, dejando importantes pérdidas económicas no solo para el sector sino para el país. Por este motivo, y para contrarrestar esta situación, el Metabisulfito de Sodio (grado alimenticio) se ha convertido en una solución fundamental por   su acción antioxidante, la cual detiene el proceso de descomposición del marisco, dice el documento.

Agrega, que consumir mariscos en mal estado puede provocar infecciones gastrointestinales, intoxicaciones, e inclusive la transmisión del cólera. Para evitar esto, se debe garantizar una conservación óptima desde el momento de la recolección, evitando la descomposición o la presencia de melanosis.

“La melanosis es un proceso enzimático el cual, en combinación con el oxígeno atmosférico, desarrolla un ennegrecimiento parcial de ciertas partes del camarón. La aparición de esta coloración se da a las pocas horas de ser capturado, iniciándose en la cabeza y extendiéndose paulatinamente en dirección a la cola y ramificándose por las extremidades del crustáceo”, explica María Isabel Álvarez, consultora de ventas de químicos industriales de BASF.

Conociendo la importancia del sector camaronero en Ecuador, BASF ha creado un proceso seguro, de calidad y libre de cualquier contaminación. Con este fin mantiene tres plantas propias para la producción de la soda, materia prima para elaborar el metabisulfito de sodio. Además, explican los técnicos, es el único productor de sulfitos que tiene una planta de producción completamente cerrada, totalmente tecnificada y aislada del contacto humano en el proceso, con el único fin de evitar cualquier tipo de contaminación en el producto.

Olga León, gerente de control de calidad de Grupo Omarsa, empacadora ecuatoriana de alcance internacional, agrega que “los procesos de cosecha con tratamiento Basf nos han permitido reducir el consumo por la concentración del producto, generando un beneficio en reducción de costos frente a otros productos”. La compañía, tuvo una producción de 200 millones de libras de camarones en el 2020.  Sus principales mercados son Asia, Europa y Estados Unidos siendo uno de los principales exportadores con valor agregado para el mercado europeo.

Actualmente, en Ecuador, se exportan 1.400 millones de libras de camarones por año, siendo un mercado de aproximadamente 4000 millones de dólares anuales. Los principales compradores son Asia y Europa, representando un 49% y 25% de las exportaciones totales respectivamente, concluye el boletín.

Fuente: El Productor / www.elproductor.com

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