Fortificar el arroz blanco que llega al consumidor será una de las medidas que entrarán en vigencia en los próximos días en Colombia. Ello va a significar una serie de ajustes en los procesos industriales que llevan a cabo diversos actores de la cadena del arroz.
La reglamentación, que al momento de escribir este articulo esta en consulta pública, indica que todo el arroz que se expenda en Colombia, ya sea de producción nacional o importado debe estar fortificado con unas vitaminas y minerales, que indica la norma , en las cantidades por kilo que esta misma indica.
Al analizar los sistemas de cómo llega el arroz al consumidor, encontramos que existen varios actores que participan en el proceso de ponerlo en una bolsa o recipiente, elaborar una marca y tener una licencia del organismo que vigila los alimentos para humanos (INVIMA).
El actor más importante y que participa en el mayor volumen está conformado por industrias molineras de arroz, empresas que compran de los agricultores el arroz con cáscara, lo secan, almacenan y procesan para obtener el arroz blanco. Estas empresas empacan arroz blanco para consumo humano en diversas presentaciones y calidades.
En muchas regiones de Colombia, estas industrias molineras también participan en un mercado de arroz en bultos que va a empresas empaquetadoras con su propio sistema de empacar y organizar el concepto de marca, dentro de ellas están las llamadas grandes superficies, que cuentan con modernos centros de empaquetado de diferentes granulados y productos expendidas con su marca en sus canales de venta al público.
Otros empaquetadores están ubicados en las centrales mayoristas de las ciudades y poblaciones y cuentan con instalaciones dedicadas al empaquetado de sus marcas y marcas de terceros, que luego son expendidas por diversos medios y canales de ventas.
En el caso de las importaciones, existen diversos orígenes del arroz. Por una parte está el contingente de arroz que se negocia con los Estados Unidos cada año y que tiene diversos destinos según los oferentes y compradores que acceden a las subastas del producto, en las cantidades acordes con el tratado vigente.
Otra de las fuentes de abastecimiento es el Ecuador, país desde el cual ingresa arroz elaborado de acuerdo con los tratados vigentes, en las fechas, cantidades y calidades usualmente convenidas para este mercado.

Existen otros proveedores de arroces especiales, empaquetados como Basmati, Jazmin y otros que se utilizan para preparaciones especiales.

En resumen, todo el arroz que se consume en Colombia, debe ser fortificado, cualquiera sea su origen. Ello significa que todos los actores descritos tendrán que acomodarse a la norma. Es posible que se desarrollen diferentes tipos de mercados, porque la obligación de fortificar el arroz con ciertos productos como vitaminas y minerales, puede, además, ser una fuente de diversificación de ofertas de beneficios para los que quieren introducir otras vitaminas o minerales y destacarse en el mercado por ser más alimenticios que su competencia, o por tener beneficios de salud diferentes.

La pregunta que surge, entonces, es como agregar estas vitaminas y minerales. La norma en consulta indica que el único método que no podrá ser utilizado es el espolvoreo de las vitaminas sobre el arroz.
El sistema que actualmente se utiliza en Colombia es la aspersión y microaspersión de un líquido fortificador, trabajo que se desarrolla en los molinos industriales antes del empaquetado del arroz.
Este líquido fortificador se obtiene a partir de una premezcla de vitaminas elaborada por empresas especializadas y de alta tecnología que suministran el compuesto básico para ser mezclado con agua y ser aplicado al producto.
Uno de los modelos de equipos de microaspersión fue diseñado e instalado por GaviAgro desde que la fortificación se puso de moda en el mercado Colombiano y están instalados en varios de los más importantes molinos.
Son equipos por los cuales pasa el arroz por una cámara donde la corriente de grano se abre en una cortina que atraviesa una nube de líquido fortificador, garantizando que todos los granos que pasan por esa cámara salen fortificados con el producto aplicado. Dependiendo del tipo de producto y de la forma como es aplicado, el sistema permite aplicar mayor o menor cantidad de producto por tonelada que pasa.
Otros sistemas permiten hacer las aplicaciones por aspersión al producto utilizando diversos tipos de dispositivos que aseguran que la cantidad aplicada cumple con la norma.
En GaviAgro sabemos que cada tipo de instalación tendrá su forma de hacer la aplicación para cumplir la norma dependiendo del tipo de instalación, la configuración de la ruta del grano, los espacios, la cantidad a fortificar por hora y otros detalles, que serán cuidadosamente analizados para proveer el sistema más adecuado a sus necesidades.

Autor/es: Jaime Gaviria Londoño, Director general de GaviAgro. Colombia

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