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En cuanto a alimentos -para consumo humano o animal- tenemos como premisa esencial: “primero es el producto” y eso se convierte en regla no negociable en todo lo que se hace. Para el caso de aves, también es importante la salud de las personas que laboran en las instalaciones.
En El Salvador, recientemente se aprobó una ley para protección de animales de compañía y silvestres, así, esta ley nos coloca en consonancia con la mayoría de países que están haciendo o ya hicieron lo mismo. Eso nos lleva a ratificar que matar o causar daño a las aves, sería sancionado. Por otro lado, además de los microorganismos patógenos que portan las aves, su excremento se convierte en grave amenaza para la salud pública, salud laboral, y el producto (Materia Prima, Ingredientes, Empaque, otros), Debemos conciliar ambas situaciones, conociendo que no aplica disyuntiva sino una sola decisión: las Aves deben ser excluidas de la instalación, sin matarlas o dañarlas.
El excremento de las aves, tiene capacidad para afectar, cuando las esporas entran en contacto con las personas. Las enfermedades más relacionadas con el excremento de aves y murciélagos, son la Histoplasmosis, Criptococosis, y Psitacosis, pero también aparecen otras repercusiones, por ejemplo, reacciones adversas en la piel, por la cantidad alta de Ácaros y piojos que las aves portan en su cuerpo.
Adicionalmente, se identifican otros daños a la infraestructura de las Plantas; contaminación del aire que ingresa por los inyectores, manchas, oxidación, etc.
Hasta acá, habremos coincidido en el impacto negativo de mantener aves en las instalaciones. La pregunta sería ¿Por qué se permite o solo se hacen esfuerzos paliativos?
La respuesta común, que no me sorprende, es el costo económico de excluir a las aves; y que ya se aceptó como inevitable que en una Planta de Cereales, la presencia de aves es normal. Otras Plantas estiman que será su controlador de plagas quien luchará para eliminarlas (esto queda claro que no es así); y en la mayoría de casos, también aparece que la dirección de la Planta no está consciente del daño que ocasionan, y por tanto, la exclusión no forma parte de los intereses de la Planta.
Siempre hay soluciones técnicamente funcionales y viables económicamente, pero debe prevalecer la premisa que mencionamos: “lo primero es el producto”, sin importar que sea para consumo humano o animal; y el riesgo de daño a la salud.
En Plantas cuyos edificios no fueron construidos considerando desde el inicio el diseño sanitario, comentan que el rediseño es carísimo, pero eso no exime la responsabilidad de hacerlo. Basta observar la conducta de las aves para encontrar las soluciones, y probablemente les sorprenda que un pedazo de lámina o de malla, puede hacer milagros.
Otra excusa es “no podemos poner cortinas selladas porque el calor adentro de la bodega es sofocante y también causa daño al grano”; en este caso, no se consideró la inyección y exctracción de aire, pero puede solucionarse colocando cortinas de malla plástica perforada; “sí, pero eso dificulta el paso de los montacargas”, sobre esto quisiera trascender a la cultura de la Planta y la disciplina.
Cuando se buscan soluciones, no encontrarán una que sea mágica; que no altere algo en la Planta; y que sea aceptada por todos. Pero las empresas deben establecer reglamentación y todos, desde los directores, deben acoplarse al cumplimiento; caso contrario, no encontrarán soluciones en ningún tema de la Planta, porque siempre habrá quien no quiera acatar o que busque excusas para no hacerlo. La disciplina es esencial. Escucho con frecuencia “les decimos una y mil veces que dejen la puerta cerrada, pero no hacen caso, siempre la dejan abierta”, y lo primero que viene a mi mente, es que en esa Planta no existe liderazgo, ni educación.
Tres puntos esenciales para resolver:
Elimine alimento y agua
Las aves pueden encontrar alimento incluso en la grama (pequeños insectos, larvas, gusanitos, lombrices, etc.) pero los granos que quedan dispersos (derrame) en las bandas externas y alrededor de las tolvas, son los que más les favorecen: Debe revisarse el Programa de Limpieza (incluido retiro de nidos), Prácticas de Transporte, y Programa de Mantenimiento.
Quitar espacio en escuadras
Las vigas con ángulo de 90 grados son excelentres para posarse, y se resuleve colocando una pieza de material resistente (lámina, PVC) para neutralizarlo, en forma similar como se elabora el deslizamiento sanitario en sócalos, pero en sentido inverso. Debe cuidarse de no debilitar la viga con perforaciones, el pegamento industrial ofrece muy buenos resultados, sin afectar la resistencia de la viga.
En espacios planos entre paredes y techos, pueden colocar cierres de malla metálica, especialmente si desean mantener ventilación cruzada. Es importante definir si los polvos o basura que puede ingresar por la malla, no afecta el producto; y que la cuadrícula de la malla no facilite ingreso de aves pequeñas.
Para este sellado aplica la creatividad porque no todos los espacios podrán sellarse con el mismo material.
Recientemente conocí un caso que me dejó perpleja porque no lo hubiese imaginado. Una asociación protectora de animales, denunció que un ave quedó incrustada en los pines metálicos que colocaron para evitar que se posaran. Pueden ver la información en este enlace: Una asociación animalista denuncia al Ayuntamiento de Reus por permitir los pinchos antipalomas en los edificios
Cerrando paso en portones:
Si la causa para mantener los portones abiertos, es la necesidad de ventilación, puede evaluarse la colocación de cortinas de malla perforada. No es necesario invertir grandes cantidades de dinero, una malla de pezca o malla plástica de la que se usa en Construcción, puede resolver, y siempre dejará pasar el aire, pero es importante que todos comprendan la prioridad, aunque deban correrla cada vez que pase el montacargas.
Vale recordar que debe trabajarse en las condiciones que facilitan atracción, ingreso, y desarrollo de las especies que necesitamos evitar. Si al final, el entorno de la Planta es propenso a atraer aves, la meta es que se mantengan lo más alejadas posible de las edificaciones.
Autor/es: Guadalupe Galo, Directora Técnica – EXTUNISA. División de Universal Group. El Salvador
