Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), si las mujeres en zonas rurales tuvieran el mismo acceso a activos productivos que los hombres, la producción agropecuaria incrementaría y se podrían alimentar aproximadamente 150 millones de personas adicionales, una frase que se complementa muy bien con lo dicho por algunas lideres en el agro ecuatoriano donde aún su trabajo es invisible a pesar de los esfuerzos realizados por mostrar a el país sus capacidades.
Un ejemplo de lo dicho es Patricia Rodríguez, de la parroquia Aloasi, en el cantón Mejía quien decidió montar una granja integral en muy poco espacio para alimentar a su familia y mostrarles a sus vecinos que cuando se quieren hacer las cosas y tener buena salud con lo que produce es posible hacerlo. Además, con todo lo que saca de su pequeño espacio donde cuenta con hortalizas, gallinas, ovejas, una vaca y algunos frutales, ella organiza almuerzos saludables para vender en la zona lo que aumenta sus ingresos. No conforme con esto, apoya a una fundación que trabaja en pequeños huertos en un lote prestado por el sub centro de salud para que las personas de la tercera edad y madres solteras puedan sentirse útiles y producir sus propios alimentos.
Su trabajo inicia desde las 6 de la mañana sin tener un horario de finalización del día con lo cual se siente muy satisfecha, aunque un poco desilusionada con la poca relevancia que se le da al trabajo femenino ya que se les dificulta los créditos, capacitación y se siente como si la trataran como persona vulnerable porque no hay conciencia de su esfuerzo al dar alimento a muchas personas, “aún se considera nuestro trabajo una obligación sin dársele importancia del aporte que damos a la zona, veo que hay aún discriminación” recalca.
Finaliza diciendo que, si la mujer tiene la fortaleza para sacar a su familia, los cultivos y su entorno sin ser reconocida, ¿qué sería si fuera reconocida? el mundo estaría agradecido de todo lo que pueden hacer.
“FALTA VALENTIA Y FÉ EN NOSOTRAS MISMAS, TENER CONFIANZA, DEBEMOS ESTAR CONCIENTES DE QUE NUESTRO TRABAJO ES INDISPENSABLE Y TENER MUCHA SEGURIDAD EN NOSOTRAS MISMAS, TENEMOS TODA LA FORTALEZA PARA PRODUCIR EL ALIEMENTO QUE NECESITA UN PAÍS”.
Carmen Zapatier, productora maicera en la provincia del Guayas, considera que, pese a que en la actualidad las mujeres han logrado escalar peldaños en la sociedad, aún falta el reconocimiento por parte del Estado y mucho más para la mujer del agro, quien aporta en el desarrollo económico del país.
Otro aspecto importante es el reconocimiento de cada mujer en saber que, aunque hay cosas difíciles, sí se puede.
“Por muy dura que parezca, las mujeres tenemos la capacidad de salir adelante y de transformar no solo un hogar sino también al mundo entero”.
Como productora maicera, Zapatier indicó que una de sus más grandes satisfacciones ha sido el incidir en la vida de otras mujeres y ayudar de manera profesional a muchas que en un pasado sufrieron de cualquier tipo de violencia, pero que hoy han logrado construir bases sólidas y entender que las mujeres no solo gozan de derechos sino también de igualdad.
La entereza de la mujer no solo se ve en las parcelas productivas que diariamente son cultivadas por esa mano delicada que le pone corazón, fuerza e inteligencia al trabajo si no que ha llegado a grandes gremios como se ha visto ya en el país y que han demostrado el poder de decisión para reordenar los gremios es el caso de Marianela Ubilla en la presidencia de la Asociación de Exportadores de Banano y María Auxiliadora Rodríguez en la Presidencia de la Asociación de Exportadores de Plátano.
Para la presidenta de Aebe, el trabajo realizado por ella y otras lideres es un modelo para muchas mujeres “es preocupante que solo el 16% de mujeres estén registradas en el Comité Empresarial como representantes legales que es donde se necesita esa voz femenina. Por el contrario, en el agro se tiene una cifra del 30%. Es importante demostrarles a las jóvenes que hay oportunidades y un camino largo por seguir” expresó.
La mayor satisfacción de Ubilla ha sido poder laborar por el gremio bananero y ayudar a trabajar en los problemas de competitividad que cada año se presentan ya que si no se busca una salida se puede generar un problema social por la cantidad de personas que dependen de esta fruta “el estar involucrada en toda esta problemática me hace estar cerca del problema y de los desafíos que hay que afrontar y solucionar” anotó.
En su opinión nunca se ha sentido discriminada por ser mujer en un cargo de tanta importancia y responsabilidad, ya que se formó en un hogar donde la hicieron sentir que todos somos iguales, e incluso al estudiar una carrera agropecuaria. Los hombres se han adaptado a la realidad de que hay que compartir en equipos multidisciplinarios.
Por su parte María Auxiliadora Rodríguez, presidenta de la Asociación Exportadora de Plátanos, Asoexpla, considera que uno de los factores que más urge en la actualidad para que la mujer tenga un roll más protagónico en el país es la decisión.
“En Ecuador la mujer para que tenga ese protagonismo en el agro necesita tomar la decisión de ser más fuerte, de decir yo soy más fuerte porque represento al agro y que puedo lograr lo que hace el hombre en ciertos roles que tal vez no necesiten la fuerza, pero si la inteligencia” indicó.
Como directiva de un gremio tan emblemático como el exportador, comentó que durante los primeros años le tocó demostrar que estaba a la par de la mayoría de sus compañeros, pues la mayoría de sus agremiados eran hombres y ella era la única mujer.
“Tenía que ir quitando esas barreras y demostrar que estaba a la misma altura para hacer convenios, negociaciones, y lograr progresos para el desarrollo agrícola” puntualizó.
Fuente: El Productor / www.elproductor.com