La Corporación colombiana de investigación agropecuaria – AGROSAVIA realizó un día de campo en Granada, Cundinamarca, sobre el manejo integrado de cultivo de la uchuva para optimizar la nutrición vegetal y mitigar el efecto de enfermedades fitosanitarias, en el marco de un proyecto financiado con recursos del Sistema General de Regalías y pensado para el desarrollo de transferencia de tecnología y conocimiento. En aras de innovar, reducir la baja competitividad de uchuva derivada del impacto que la enfermedad de marchitamiento vascular tiene sobre el cultivo y promover la reactivación económica del sector afectado por la pandemia en los municipios Ubaté y Granada.

Este proyecto se formuló en el año 2020 y su propósito es poder aportar en la mitigación del efecto que tiene el Fusarium oxysporum f. sp. Physalis sobre el cultivo de la uchuva. Entre las acciones se tiene la evaluación de dos tipos de microorganismos, los hongos formadores de micorrizas arbusculares y las bacterias promotoras de crecimiento vegetal. Según la investigadora máster, Diana Serralde, estos microorganismos benéficos ayudan a disminuir los efectos de la enfermedad que genera unas pérdidas altas para los productores. Los microorganismos también tienen un efecto positivo en la nutrición del cultivo y su uso puede sustituir hasta en un 50 % la fertilización química de síntesis.

Granada es una zona por tradición uchuvera y Cundinamarca era uno de los grandes productores de esta fruta. El Fusarium ha ido desplazando el cultivo a otros lugares, pero últimamente se ha visto una reactivación del cultivo en esta zona. Por su parte, Ubaté es un lugar que a pesar de no tener una extensa área cultivada con uchuva tiene un gran potencial y por eso se piensa tener el contraste de los sitios donde hay presencia de Fusarium y de uchuva, ya que este cultivo es importante en los dos municipios”, comparte la investigadora Serralde.

La innovación en esta iniciativa realizada por AGROSAVIA es que se pueda tener dos grupos de microorganismos actuando no solamente en beneficio del efecto del Fusarium, sino también con un enfoque hacia el tema de nutrición vegetal, optimizando la fertilización de síntesis química. Una planta mejor nutrida puede tolerar mejor la presencia de plagas y enfermedades. Unas de las ventajas de esta evaluación es que estos microorganismos pueden actuar como biocontroladores y biofertilizantes. Además, hay un efecto en el control de nemátodos que también ayuda a la sanidad del cultivo. Eso es un gran beneficio para los agricultores de uchuva en Cundinamarca, en su gran mayoría pequeños productores ya que el proyecto tiene un fuerte componente de transferencia de tecnología en el que los productores van a poder conocer directamente los resultados y efectos de los microorganismos y la forma de multiplicar artesanalmente los hongos formadores de micorrizas.

Con lo anterior, se puede observar que la contribución del proyecto a la estrategia corporativa de AGROSAVIA donde está el productor como primer beneficiario es notoria.

Este evento tuvo el acompañamiento de productores, técnicos y extensionistas, para lo cual fue clave la participación de ANALDEX, quienes enriquecieron la discusión y participaron activamente en la evaluación de los tratamientos que se están en campo.

Por su parte, Juan Diego Palacio Mejía, director del Centro de Investigación Tibaitatá de AGROSAVIA manifestó que “el Fusarium ha hecho del cultivo de uchuva un cultivo migrante. Ya se está volviendo nómada. El suelo donde se siembra una producción no puede ser utilizado porque ya queda contaminado. Entonces el cultivo se está moviendo por todo el país y en el algún momento vamos a tener esta enfermedad por todo el territorio, contaminando todos nuestros suelos. Por eso necesitamos establecer una estrategia de manejo integrado. En la socialización con los productores en Granada se les mostró algunos de los resultados preliminares del proyecto, hubo una buena acogida por parte de los asistentes al taller”.

En estas actividades y trabajos con la gente del campo, con personas interesadas en la ciencia y la agricultura se ven los esfuerzos y el trabajo transdiciplinario que fomenta la Corporación entre los equipos que investigan y aportan desde su área de saber a la transformación de manera sostenible del sector agropecuario con el poder del conocimiento para mejorar la vida de productores y consumidores.

Por su lado, Leonardo Cortés, agricultor de uchuva, comenta que la actividad en la parcela experimental fue “enriquecedora y fructífera ya que hubo integración de la comunidad con AGROSAVIA. Se hicieron prácticas y es algo muy importante porque son las nuevas tecnologías. A raíz del Bacillus y las micorrizas sabemos que se pueden mejorar nuestros cultivos volviéndolos más sostenibles”.

La ingeniera agrónoma, Viviana Maldonado, quien asistió al taller le pareció que “la actividad que se desarrolló es muy importante porque se necesita fortalecer ese trabajo de extensión agrícola con los productores y también con los técnicos que trabajamos en el campo. Es muy importante tener el conocimiento de los avances que se van logrando en AGROSAVIA en investigación y resultados para mantener un campo más informado”.

Los logros son más satisfactorios cuando se consiguen en conjunto, pero lo personal es una añadidura que se requiere para la motivación del ser que se alimenta de saberes y comparte para el bienestar común. Para este proyecto la investigadora Ph.D., Gladis Munera, aseguró que “un logro colectivo es que hemos alcanzado una amplia participación de los agricultores. Hay muchas expectativas, pero también muchos aportes por parte de estos. Y uno personal es que he encontrado que a pesar de que estemos a distancia de otros Centros de Investigación se pueden hacer trabajos coordinados que facilitan obtener logros más tempranos que favorezca a los agricultores”.

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