Miles de hectáreas de coco han sido afectadas por la plaga del anillo rojo, poniendo en peligro de desaparición esta palma cocotera. Palmicultores piden ayuda al Gobierno para salvar su único sustento.

En el cantón Eloy Alfaro, al norte de Esmeraldas, la plaga del anillo rojo se ha convertido en una preocupación para la asociación de productores cocoteros del norte. Expresan que el cultivo es el sustento del 75% de la comunidad, por ello piden ayuda al Gobierno para acabar con la epidemia antes que extermine todas las plantaciones de cocos.

La actividad de la palma de coco es una labor artesanal tradicional de la zona y para muchas de estas familias también constituye el único medio de sustento. Entre el cantón Eloy Alfaro y San Lorenzo hay 4011 hectáreas que constituyen el mayor pilar de la producción y ventas anuales que se registran en toda la provincia. En total producen el 77,6% de la producción nacional de coco.

Desde el 2010 que comenzó la plaga del anillo rojo más de 3000 familias se han visto afectadas por esta situación. Los Palmicultores confiesan que han realizado grades inversiones, pero debido a la plaga perdieron todo el capital invertido. Sandro Castro, palmicultor, detalla que se requiere seis años para la cosecha del coco, por eso considera que es imprescindible contar con el equipo adecuado para dar con la razón por la cual se produce la plaga.

Esta situación los ha llevado a buscar otras fuentes de trabajo para poder subsistir como, la captura de cangrejo, la recolección de concha o la pesca. Pero no les genera los mismos beneficios, indican. Por ello, hacen un llamado a las autoridades a intervenir en lo que está sucediendo ya que no cuentan con los recursos para realizar las investigaciones y determinar qué ocasiona la epidemia y poder exterminarla.

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