Con alrededor de 30 hectáreas plantadas, Matetic Farms es un bastión del arándano en la Región de Valparaíso. Un microclima marcado por su ubicación en el Valle del Rosario, a pocos kilómetros del océano Pacífico, la implementación de la agricultura biodinámica y de un sistema de exportación propio; han sido claves en el éxito de esta empresa en un escenario complejo para la producción chilena.
En 2022 por primera vez los arándanos ingresaron al ‘top 5’ de los productos frutícolas exportados en el mundo. Además, ese año la participación de los arándanos frescos en el comercio mundial de berries alcanzó el 34%. En este contexto, Chile consolidó su posición como el segundo exportador del hemisferio sur, con el 16% del volumen total, y también de arándanos orgánicos, con una participación del 23% en la oferta.
Una de las empresas que contribuyen a la producción local, es Matetic Farms a través de su marca Elemental Foods. Con 155.000 hectáreas (ha) en el país, la compañía de la familia Matetic es uno de los mayores productores de ganado bovino de Chile, además de contar con producción de vino y manejar cultivos tradicionales y áreas forestales.
Todas las plantaciones de arándanos de Matetic Farms están certificadas como orgánicas y biodinámicas.
Entre otros predios, tiene un campo con 30,2 ha plantadas con arándanos en el Fundo El Rosario, comuna de Cartagena, el que se encuentra certificado como orgánico por Ecocert en Chile y USDA Organic en EE UU, y como Biodinámico por Demeter International.
Cada año produce alrededor de 300 toneladas que envía a EE UU, el principal destino de la producción chilena de arándanos, que pueden apreciarse en puntos de venta como la cadena de supermercados Whole Foods. Lleva cuatro temporadas encargándose del proceso completo de exportación, enviándole la fruta a la empresa norteamericana Sun Belle, recibidor con más de 100 años de tradición en la comercialización de productos agrícolas frescos.
“Es más fácil exportar la fruta por nuestra cuenta, ya que se simplifica la logística y tenemos mejores retornos. Como la agricultura orgánica es más cara que la convencional para producir y los precios no son como hace cuatro o cinco años atrás, tomamos la alternativa de generar nuestra propia exportadora”, dice Fernando Encina, administrador de Arándanos de Matetic Farms.
1. Matetic Farms hizo un recambio varietal para obtener mayor volumen, buen calibre y fruta firme que aguante bien los viajes. 2. Para adelantar cosecha y proteger al cultivo de las heladas, Matetic Farms tiene 5,5 hectáreas plantadas bajo túneles. 3. La cosecha se sigue haciendo manualmente, para evitar machucones en los frutos y mantener la calidad con miras a viajes a Estados Unidos, el destino de exportación.
VOLUMEN, CALIBRE Y FIRMEZA
En 2001 Matetic Farms plantó 21,5 ha con variedades que primaban en aquel entonces, buscando alargar la temporada y que podían adaptarse a un clima más bien frío como O’Neal, Jewel, Emerald, Brigitta y Legacy, a las que después sumó Ochlockonee. Su apuesta era una anomalía en el mercado.
En Chile el arándano se había iniciado como cultivo comercial a mediados de los años 80 y había comenzado a expandirse con mayor fuerza durante la década siguiente. De las 1.910 ha que, según Odepa, había plantadas en el país ese año, solo el 3,1% se encontraba en la Región de Valparaíso. En la actualidad, esta se mantiene como una de las regiones que obtiene los volúmenes más bajos. Matetic Farms es responsable aproximadamente del 70% de las 425 toneladas de los arándanos que produce esa zona cada año.
Ubicado a menos de 20 kilómetros del mar, el Fundo El Rosario se caracteriza por contar con nieblas matinales, noches con bajas temperaturas y brisas costeras. Estas se combinan con suelos graníticos, ricos en minerales de cuarzo y con baja cantidad de nutrientes. “Tenemos un microclima con presencia de heladas y lluvias, lo que nos permite salir con fruta más temprana. Además, las estaciones son bien marcadas y eso establece una diferencia de nuestra fruta con la de Perú: tiene sabor”, comenta Fernando Encina.
Fernando Encina, administrador de Arándanos de Matetic Farms.
Con plantaciones ubicadas apenas a 3 kilómetros de la bodega de Matetic Wines, otra empresa del Grupo Matetic, en la actualidad cuenta con un 50% más de la superficie plantada originalmente y con una disposición varietal diferente, compuesta por Legacy y Emerald (hay 5,5 ha. en túneles), Suzy Blue, además de Julieta y Julia de la empresa Ozblu®, que no tienen requerimientos de horas frío.
“Hicimos este recambio por un tema productivo: se requiere volumen, calibre y firmeza de fruto, que es lo que ayuda a una buena llegada a destino. Variedades más antiguas y que no resisten bien el viaje como Brigitta, Jewel y Ochlockonee van quedando de lado”, dice el administrador de Arándanos de Matetic Farms.
Es así como las ventanas de cosecha han ido mutando. En un principio, el período comenzaba en septiembre, puesto que Matetic tenía plantada Jewell bajo túnel, lo que servía para adelantar la cosecha en 10 a 15 días, y se extendía hasta febrero o marzo.
Sin embargo, en la actualidad la cosecha va de septiembre a enero, ya que arrancó Jewel como también las más tardías, Brigitta y Ochlockonee. De esta manera, la cosecha comienza en la semana 40 con Suzy Blue, sigue con Emerald, OZ Julia y OZ Julieta, y finaliza con Legacy.
Considerando 4.160 plantas por hectárea, la productividad en Emerald está alrededor de los 15.000 kg/ha, mientras que Suzy Blue se sitúa en un rango entre 18.000 y 20.000 kg/ha, en tanto que Legacy oscila entre los 18.000 y 22.000 kg/ha, y Julia y Julieta van entre 18.000 y 20.000 kg/ha.
MANO DE OBRA Y HELADAS
¿Amenazas? Desde el punto de vista sanitario, aparecen Botrytis cinerea, pulgones y canchito blanco. Otro factor relevante es la falta de mano de obra, cuyo requerimiento en época de cosecha llega a unas 120 personas. La mecanización todavía no ha sido incorporada.
Al ser fruta destinada para el mercado fresco, la idea es disminuir las imperfecciones al mínimo. Por eso, explica Encina, la cosecha no puede realizarse con máquinas, “ya que lo que vendemos es un fruto que tiene que estar sin machucones y en óptimas condiciones”. El fundo se encuentra alejado de centros urbanos como Melipilla, Casa-blanca, María Pinto y San Antonio, lo que implica inconvenientes logísticos–y aumento de costos– para llevar y traer trabajadores al campo.
En este último caso, predomina una cultura portuaria y las pocas ganas de la gente de trabajar en el campo, mientras que el período de cosecha de la cereza asoma como una competencia difícil de ganar. “La cosecha de la cereza es terrible para nosotros. El pago es mucho más alto que en los arándanos”, afirma Encina.
Otro de los desafíos importantes es la aparición de heladas, las cuales la compañía enfrenta con torres de control, túneles y sistemas de telemetría que le permite conocer en tiempo real la temperatura de cada predio, de manera de poder reaccionar a tiempo. Ello no quita que puedan ocurrir eventos inesperados.
Por ejemplo, en la temporada 2022/23 hubo una helada de -5°C en mayo –cuando las plantas ya tenían yemas, brotes y hasta algunas cuajas– que produjo importantes mermas. “Cuando hay un fruto verde y cae una helada, se aprecia, porque se quema la semilla y se tiende a colocar más pardo. Pero en yema no te das cuenta. No hay una caída o necrosidad de yemas o pérdida de brotes”, explica el administrador en Matetic Farms. Fue un inconveniente que no se presentó al año siguiente, donde solo se hizo control de heladas solo de manera precautoria.
Los preparados biodinámicos se hacen sobre la base de ingredientes naturales como estiércol de vacuno y hierbas medicinales. Son utilizados para inocular el compost.
PRODUCCIÓN BIODINÁMICA
La primera plantación de arándanos se hizo en Matetic Farms con el convencimiento de respetar el medio ambiente, lo que quedó plasmado en las certificaciones orgánica y biodinámica obtenidas a lo largo de los años. Particularmente, esta última metodología se basa en la antroposofía o ‘ciencia espiritual’, doctrina difundida por el filósofo croata Rudolf Steiner en la década de 1920 y que, aplicada a la agricultura, concibe el campo como un solo organismo en el cual todos sus elementos –tierra, plantas, animales, cosmos y seres humanos– están íntimamente relacionados. La idea consiste en potenciar la fertilidad de los huertos, a través de métodos naturales que cuiden el medio ambiente y la salud de los trabajadores.
“La agricultura biodinámica es una forma de agricultura ecológica, que busca que los sistemas productivos que maneja el hombre estén en equilibrio de la misma forma que están los ecosistemas naturales. Para esto nos apoyamos en el uso del calendario biodinámico, que nos permite saber durante el transcurso del año y las fases lunares cuáles son las acciones que hay que hacer”, explica Cristian Matetic, CEO de Matetic Farms.
Un aspecto importante es la mantención y promoción de un suelo vivo y fértil. Para ello realiza rotación de plantaciones y adopta prácticas culturales convenientes para evitar la degradación del suelo. Un elemento esencial es la elaboración de compost con materiales propios –como restos de poda, plantas y siembras provenientes de los predios agrícolas de la empresa–, los cuales son acumulados en pilas, y el uso de preparados biodinámicos para inocularlas.
La fabricación de los preparados se realiza sobre la base de ingredientes naturales como estiércol de vacuno y hierbas medicinales. Estos se insertan en cuernos o intestinos de vaca y se entierran en un suelo húmedo y microbiológicamente rico, trabajado previamente. Se descomponen y se transforman en un fermento microbiológicamente muy rico, que se agrega a la pila de compost para que fermente.
El uso de agricultura orgánica y biodinámica le ha permitido a Matetic Farms tener fruta de mejor calidad. “Con el sistema convencional –comenta Encina– si aparecen pulgones o una plaga, se compra un producto y al otro día están todos muertos. Pero en el orgánico hay que llevar todo más controlado. Eso nos ayuda a lograr mejores arándanos. En la pandemia, los contenedores se demoraban hasta 50 días en llegar a destino, pero la fruta no tuvo problemas, ya que no está sometida a excesos.
En cambio, en el sistema convencional hay muchos. La gente realiza varias aplicaciones y eso genera un desgaste en la planta y en la fruta”. A pesar de los buenos resultados, derivados de obtener fruta de calidad y una estructura de negocio vertical, Matetic Farms no tiene planificadas nuevas plantaciones, mientras que las últimas datan la temporada 2019/2020.
“No estamos plantando más por costo y retorno. Los arándanos no están como antes, cuando era un negocio bastante atractivo”, finaliza Fernando Encina.