Ecuador enfrenta una nueva polémica en el sector agrícola. Productores de maíz reunidos hoy en Ventanas, han expresado su inconformidad con la gestión del ministro de Agricultura, Danilo Palacios, a quien acusan de autorizar importaciones que han generado una caída en los precios del producto local. Ante esta situación, el ministro ha indicado a nuestro medio que no ha habido una nueva autorización para importar, anotando que el barco que llego por un retraso en el Canal de Panamá venia con trigo, soya y 17 mil ton de maíz.
Henry Peña, productor de maíz, afirmó que la llegada tardía de un cargamento importado ha afectado el precio del maíz nacional, reduciéndolo a 13 dólares por quintal. Según Peña, esta situación ha provocado que la industria no esté comprando el producto local, lo que afecta directamente a los agricultores.
“El ministro ha violado todas las normas y reglamentos de comercialización”, sostuvo Peña, quien junto a otros productores exige la suspensión de la salida del maíz importado del puerto. También solicitaron que la industria priorice la compra del maíz nacional antes de recurrir a productos importados.
Los productores calculan que la actual cosecha alcanzará aproximadamente 1.5 millones de toneladas, con las primeras recolecciones iniciando en Ventanas.
Por su parte, el ministro Palacios aseguró que la única importación autorizada se aprobó el 24 de diciembre del año pasado, basada en la necesidad de garantizar el abastecimiento en meses críticos como marzo. Explicó que la llegada tardía del maíz importado se debió a retrasos en el canal de Panamá y no a una nueva autorización.
Además, negó que el precio haya caído a 13 dólares y señaló que el precio ahorita que se está pagando con la humedad adecuada es de 17.50 dólares por quintal. “Es lamentable que se genere desinformación”, afirmó, señalando que ciertos actores buscan especular con el mercado. “Si por el invierno se entrega maíz húmedo posiblemente recibirán ese precio” dijo.
El ministro también destacó que su responsabilidad abarca toda la cadena productiva, incluyendo a productores de cerdo, pollo y huevos, y que su prioridad es garantizar la seguridad alimentaria del país.
El sector industrial cuestiona las denuncias y habla de déficit de producción
Wilson Hidalgo, gerente de la Asociación de Fabricantes de Balanceados (AFABA), también se pronunció sobre el tema y puso en duda las afirmaciones de los agricultores. Según Hidalgo, no hay una oferta clara y concreta de maíz en el mercado en este momento.
Según el directivo, este es un problema de muchos años que se ha convertido en algo político. “ Si queremos que esto funcione y cambie el sector debemos estar unidos como cadena, es la única manera de que salgamos todos adelante en bien del país” acoto.
“Si hay tanto maíz, ¿por qué no lo ofrecen formalmente o la ofertan a través de la Bolsa de productos? No se trata solo de decir ‘hay maíz’ sin datos concretos”, sostuvo Hidalgo. Además, aseguró que el grano que está disponible actualmente tiene una humedad del 30%, lo que lo hace inadecuado para la compra inmediata, explicando que a partir de abril se tendrá la verdadera oferta del grano.
Hidalgo también recalcó que Ecuador tiene un déficit de producción de maíz y que, por lo tanto, las importaciones han sido una necesidad constante. “Cada año importamos. En 2015 llegamos a importar hasta 500.000 toneladas. Actualmente, el país consume aproximadamente 1.4 millones de toneladas de maíz al año, y la producción nacional no cubre toda la demanda”, explicó.
Perspectivas y reclamos
Mientras los agricultores insisten en que la importación ha afectado la venta del maíz local y buscan medidas para evitar la caída de precios, el sector industrial y el Gobierno sostienen que el abastecimiento se ha manejado de manera planificada y que las compras continúan.
El conflicto, que se repite año tras año, evidencia la dificultad para equilibrar las necesidades de los distintos actores de la cadena productiva. Los productores buscan estabilidad en los precios, mientras que la industria y el Gobierno intentan garantizar el suministro de materias primas sin afectar el costo final de productos como el pollo, los huevos y el cerdo.